El ballet blanco (o ballet blanc dada su creación y auge en París) es una escena en la que se visten de blanco todas las integrantes del corps (“cuerpo” en francés, o sea cuerpo de baile, el equivalente del coro en el mundo de la danza). Desde los tiempos del ballet romántico estas escenas están pobladas por fantasmas, dríades, sílfides, hadas o criaturas por el estilo.[1]

Escena de Las Sílfides

Sus razones de ser son dos: por un lado, el haber sido creado en pleno Romanticismo, y por el otro, la reciente invención de la técnica de baile en pointe (sobre las puntas de los pies), con la que el desplazamiento de las bailarinas producía un efecto etéreo y misterioso.[2][3]

Entre los ejemplos más célebres se encuentran:

Referencias

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  1. Ivor Guest: “The Romantic Ballet in Paris”, ed. Alton, Hampshire, 2008
  2. Agrippina Vagánova: “Basic Principles of Classical Ballet: Russian Ballet Technique”. traducción del ruso: Anatole Chujoy, ed. Dover, Nueva York, 1969
  3. Eliza G. Minden: “The Ballet Companion: A dancer’s guide to the technique, traditions, and joys of ballet”, ed. Simon and Schuster, Nueva York, 2005
  4. Entrada Robert le Diable en “The New Kobbé Opera Book”, editada por el conde de Harewood y Antony Pettie, ed. Putnam, Nueva York, 2000, 11a edición, p. 466
  5. Serge Lifar: “Giselle, apothéose du ballet romantique”, ed. Albin-Michel, Paris 1942
  6. Entrada Sylphide, La en “The Concise Oxford Dictionary of Ballet”, de Horst Koegler, ed. Oxford University Press, 2a edición, 1982
  7. George Balanchine y Francis Mason: “101 Stories of the Great Ballets”, ed. Doubleday, Nueva York, 1954