Anexo:Patrimonio de la Humanidad en Samoa

Bienes culturales y naturales

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Samoa no cuenta actualmente con ningún lugar declarado como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

Lista indicativa

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La inscripción en esta lista es la primera etapa para cualquier futura candidatura. Samoa, cuya lista indicativa fue revisada por última vez el 21 de diciembre de 2006,[1]​ ha presentado los siguientes sitios:

  Bahía de Fagaloa - Zona de conservación de Uafato Tiavea

Bien mixto

Propuesto en 2006

  Paisaje cultural de Manono, Isla Apolima y Nuulopa

Bien cultural

Propuesto en 2006

Patrimonio cultural inmaterial

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Actualmente Samoa tiene un elemento inscrito en la lista del Patrimonio Cultural Inmaterial.

  La estera fina 'ie de Samoa y su valor cultural
Bien inmaterial inscrito en 2019.
Finamente tejidas a mano, las esteras de Samoa denominadas ‘ie tienen dos franjas coloridas confeccionadas mediante la sujeción de otras tantas hileras de plumas verdes y rojas, y en uno de sus bordes penden en largos flecos los extremos de las fibras con las que se han fabricado. Realizadas artesanalmente con fibras delgadas de pandanus, estas esteras poseen una textura final comparable a la de un tejido de seda. El lustroso color cobrizo que adquieren con el paso del tiempo las valoriza, ya que constituye un índice de su antigüedad y de la perfección alcanzada por el proceso de su decoloración natural. El arte de tejerlas exige una gran destreza porque las fibras utilizadas tienen un grosor de tan solo un milímetro, de ahí que la fabricación de un solo ejemplar pueda exigir meses de trabajo o incluso años. Además de su mérito como productos artesanales que exigen de sus creadores estar en posesión de competencias técnicas excepcionales, el verdadero valor de estas esteras estriba en su uso como objeto de intercambio en ceremonias y rituales tradicionales destinados a reafirmar los lazos de parentesco y fortalecer los vínculos comunitarios. Las esteras se exponen e intercambian en celebraciones festivas o en reuniones familiares y sociales de importancia, como bodas y honras fúnebres, y los intercambios efectuados en esas ocasiones contribuyen en gran medida a preservar la convivencia y la estructura social. Este elemento del patrimonio cultural vivo lo practica actualmente un número cada vez mayor de muchachas jóvenes, e incluso de varones. Las tejedoras y las personas que dominan con maestría esta artesanía artística han creado comités sobre la práctica del elemento en los pueblos donde viven, a fin de intercambiar pareceres sobre las mejores prácticas de su arte e incrementar las posibilidades de consolidar su transmisión a las generaciones más jóvenes.. (UNESCO/BPI)

Referencias

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Enlaces externos

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