En la mitología griega, Aelo (Ἀελλώ / Aellṓ: «novia de(l) viento») es, junto con Ocípete, Podarge y Celeno, una de las Harpías, hijas de Taumante y Electra y hermanas de Iris y Arce.

Aelo también era llamada Nicótoe y Aélopo.[1]​ Tenía como misión original la de rescatar a las almas torturadas en los infiernos por los demonios, arrancando a las presas de estos al vuelo. Luego cambió esta ocupación por mandato de Zeus, convirtiéndose en una de las mensajeras de los designios divinos de él.

Como las demás Harpías, personificaba a los vientos súbitos y tremendos, a las tormentas, a los ciclones; en su caso particular, al viento de tormenta.

Dadas estas características, por ser tan voraz como la tormenta que todo lo arranca y destroza, terminó personificándose como un demonio alado que amenizaba los relatos de los míticos viajeros marinos, en los cuales se contaba que gustaba de comerse a sus víctimas, que llevaba el alma de inocentes al infierno, que raptaba a los niños, que producía tormentas y que tenía un apetito voraz. Por estas razones era temida y odiada, junto a sus hermanas.

Se la representa como una mujer alada, armada de garras, de larga cabellera, fuerza descomunal y de malvadas intenciones.

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Referencias editar