Anexo:Características generales de las personas con TLP

Esta es una guía para comprender, de manera sencilla, los principales rasgos de la personalidad de los afectados por el trastorno límite de la personalidad. Existe, como anécdota, una regla mnemotéctica en inglés para retener los principales rasgos. Se construye un acrónimo con la palabra "praise" (alabanza):

  • Paranoia, ideación paranoide.
  • Relaciones inestables.
  • Afectividad inestable, miedo al Abandono, .
  • Impulsividad, perturbaciones de la Identidad, Ira inapropiada
  • Suicida o parasuicida.
  • Evacuación de contenido del sujeto, (sentimientos de vacío)

La característica central es una acusada y continua inestabilidad a nivel emocional, interpersonal y de identidad. Esto puede hacerse patente en diversos aspectos:

A.- En cómo se presentan los problemas y síntomas editar

  • Mezcla de diferentes síntomas y problemáticas que pueden variar de un día a otro
  • Reacciones emocionales y vulnerabilidad emocional fuertes y desproporcionadas. Hipersensibilidad a estímulos mínimos.
  • Auto invalidación: Tendencia a invalidar sus propias emociones, pensamientos y conductas que puede dar lugar a un intenso sentimiento de vergüenza, odio e ira dirigida hacia sí mismos.
  • Comportamiento impulsivo y mal planeado que más tarde es reconocido como alocado, tonto y contraproducente.
  • Falta de claridad y definición de objetivos, prioridades, sentimientos, entre otros.
  • Sentimiento de vacío; localizado a veces en la boca del estómago.

B.- En las relaciones interpersonales editar

  • Como consecuencia de la visión inestable y pseudodegradada del "yo" del individuo, las relaciones sociales se vuelven carentes de finalidad y confusas. Se producen numerosos cambios con respecto a las relaciones.
  • Dificultades para establecer límites personales así como para respetar los límites de los demás.
  • Suelen provocar en las personas cercanas desconcierto, incomprensión e impotencia.
  • Frecuentes problemas de convivencia y relaciones intra familiares conflictivas.
  • Tendencia a idealizar y devaluar a los demás; sintiendo por una misma persona admiración y otras veces odio y decepción.
  • Dificultad para tolerar la soledad y el tener que cuidar de sí mismos.
  • Tienden a "dividir" a las personas que conviven con ellos o a grupos de personas con los que tienen más relación; de forma que unos estarán "a favor" de ellos y otros "en contra".

C.- En las terapias editar

  • Crisis frecuentes, contactos telefónicos frecuentes con el terapeuta, necesidad de tratamiento especial.
  • Frecuentes malas interpretaciones respecto a comentarios, intenciones o sentimientos del terapeuta.
  • Miedo y oposición a los cambios.
  • Frecuente atención en urgencias o unidades de crisis.
  • No suelen responder como se espera a tratamientos farmacológicos; siendo hipersensibles a posibles efectos secundarios de la medicación.
  • Cambios frecuentes de terapeutas e interrupción de las terapias.


Seguidamente se citan algunas formas de pensar, sentir y actuar bastante comunes en los TLP. La persona no tiene por qué tener todas estas características; pero cuantas más coincidan más probable será el diagnóstico TLP

Pensamientos editar

  • Alterna entre considerar:
    • A los otros de su lado o en su contra.
    • Las situaciones desastrosas o ideales.
    • Su conducta despreciable o perfecta.
  • Cambia sus opiniones de forma brusca en función del interlocutor.
  • Recuerda situaciones de forma diferente a los demás o es incapaz de evocarlas.
  • Cree que otros son responsables de sus acciones o, por el contrario, se responsabiliza de las acciones de otros.
  • Parece incapaz de admitir errores o bien, considera todos sus actos erróneos.
  • Basa sus creencias en sensaciones más que en hechos.
  • No reconoce los efectos de su comportamiento en los otros.

Conductas editar

  • Puede expresar furia inapropiada o, por el contrario, no sabe cómo demostrar enfado.
  • Puede tener dificultades para:
    • Respetar los límites personales de los otros.
    • Definir sus propios límites.
  • Puede actuar de manera impulsiva e impredecible en formas que son potencialmente peligrosas como relaciones sexuales de riesgo, peleas, juego, abuso de drogas o alcohol, conducción temeraria, compras compulsivas o desórdenes alimenticios.
  • Puede autolesionarse (en un sentido amplio del término, no solo físicamente sino también de forma psicológica o mediante el consumo de sustancias).
  • Puede llegar a plantearse o intentar suicidarse.
  • Puede cambiar continuamente sus expectativas vitales, generalmente tras un cambio en su vida o sus relaciones.
  • Puede llegar a llevar un estilo de vida caótico.
  • Puede abusar verbalmente de los más allegados y sin embargo mostrarse encantador con los desconocidos.
  • Puede llegar a acusar a otros de comportamientos, sentimientos o creencias que él no tiene.

Características adicionales editar

Aparte de estos criterios básicos se pueden dar otra serie de características, que suelen ser más variables, según los individuos, pero que pueden ser útiles a la hora de completar el diagnóstico. Algunos de estos rasgos son:

  • Vivencia paradójica del control. Ciertos afectados necesitan sentirse controlados para intentar hacer su propia realidad más predecible y manejable. En estos casos incluso pueden elegir un estilo de vida basado en la subordinación a una autoridad (cuerpo militar, culto religioso, pertenencia a una secta...) o la vinculación a personas abusivas que ejercen el control a través del miedo. Otros afectados, sin embargo, pueden tener necesidad de someter ellos mismos o bien, de acusar al entorno de intentar subyugarlos.
  • Sensibilidad interpersonal especial: algunos poseen una habilidad asombrosa para descubrir los puntos débiles de la gente.
  • Aparente competencia y control en algunas ocasiones, por ejemplo en el trabajo. Esta circunstancia suele confundir a quienes los rodean, porque cuesta entender el carácter ambivalente de sus acciones en general.
  • Exigencias narcisistas. Algunos derivan el foco de atención sobre sí mismos y pueden reaccionar a la mayoría de las cosas basándose solo en como les afectan.
  • Accesos de miedo e inseguridad previos a la consecución de un logro de cualquier tipo (por ejemplo, dejar los estudios justo antes de graduarse, presentar una regresión en la terapia, destruir una buena relación cuando parece que funciona).
  • Tendencia a inhibir respuestas emocionales negativas - tristeza, ira, culpabilidad, vergüenza, ansiedad o pánico-, especialmente aquellas asociadas al dolor y a la pérdida.


MITOS:

No es correcto que la persona con Trastorno Límite de la personalidad:

  • Esté fingiendo y exagerando constantemente pero al que en realidad no le pasa nada.
  • Pueda lograr cualquier cosa pero es demasiado vago o no está motivado para ello.
  • Manipule malintencionadamente y conscientemente a los demás para conseguir sus objetivos.
  • No pueda razonar o tenga problemas de inteligencia.
  • Sea un caso perdido por el que no se puede hacer nada.
  • Sea alguien al que hay que sobreproteger y evitarle cualquier esfuerzo o disgusto.
  • Sea alguien al que lo único que le hace falta es mano dura.
  • Sea una persona frívola y falta de sentimientos.


HECHOS:

La persona con trastorno Límite de la Personalidad:

  • Sufre por una falta de adaptabilidad y madurez en su forma de actuar, afectando esto a la forma de relacionarse con los demás y consigo mismo, la forma de resolver problemas y de interpretar los acontecimientos.
  • Ha aprendido formas desadaptativas (como la manipulación, la autodestructividad, o la evasión) de reaccionar ante la frustración, las dificultades o de resolver sus problemas.
  • Tiene elevada sensibilidad y experimenta emociones (tanto positivas como negativas) mucho más intensas que los demás, de mayor duración y le cuesta mucho más regularlas. Esto puede provocarle un sufrimiento intenso difícil de imaginar y comprender por los que le rodean
  • A pesar de poseer una inteligencia media-alta (de hecho se evidencia cocientes intelectuales elevados en al mayoría de casos) tiene dificultades para aprender de sus experiencias; así como problemas de concentración y de atención (su atención puede distribuirse a varias cosas a la vez, lo cual disminuye su efectividad; y basta estímulos pequeños para que su atención se redistribuya bruscamente).
  • A menudo actúa impulsivamente (no premeditadamente) porque lo hace bajo la presión de emociones muy intensas; lo cual le dificulta mucho el control sobre todo de la ira y el enfado.
  • Suele presentarse a los demás con una especie de "máscara" por miedo de que los demás vean cómo es realmente; lo cual los lleva a rechazar la intimidad y proximidad, incluso la ayuda de otras personas (es muy común que estos pacientes se escuden detrás de una aparente frialdad y falta de sentimientos; y hasta actúen de forma cruel, esto acarrea conflictos con su propia persona). también es común que usen varias "máscaras" de forma inconsciente (lo cual se puede confundir con personalidad múltiple).
  • Pueden esconder a veces muy bien sus sentimientos actuales y estado interno; confundiendo a los demás y llevándolos a pensar a que "no les pasa nada".
  • Suelen ser cultos y capaces de despertar interés especial en quien los conoce.
  • Poseen un “sexto sentido” que les permite captar intenciones, pensamientos y puntos débiles de los demás.
  • Tienen gran sensibilidad humana para con las personas desfavorecidas, las injusticias y para con los animales a los que se llegan a vincular mucho.

Factores asociados al TLP editar

  • Dependencia extrema de la familia. La mayoría de los afectados se consideran incapaces de vivir con independencia y autosuficiencia.
  • Problemas graves de convivencia que causan desestructuración familiar así como desbordamiento emocional e intelectual por parte de los no afectados (no-TL).
  • Alto nivel de desempleo, absentismo e inestabilidad laboral por inadaptación a los ambientes laborales. Con la consecuente falta de poder adquisitivo, dependencia económica y solicitud de recursos sociales; así como incapacidades, pensiones y ayudas.
  • Los afectados de TLP suelen padecer de forma alternante síntomas de otros trastornos psiquiátricos del eje I.
  • Aumenta el riesgo de caer en adicciones; sobre todo de alcohol.
  • El tratamiento supone un alto gasto sanitario porque el TLP es crónico, las terapias son largas y los ingresos en centros de salud mental, frecuentes debido a las crisis.
  • Problemas legales de diversa índole al poder aparecer conductas cuasi delictivas (robos, estafas, transgresiones de normas por ejemplo en la conducción)
  • Riesgo para los hijos de los TLP de sufrir las consecuencias de su inestabilidad y dificultades para hacerse cargo de otros y asumir responsabilidades.

Bibliografía editar

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