Antioxidante

molécula capaz de retardar o prevenir la oxidación de otras moléculas

Un antioxidante es una molécula capaz de retardar o prevenir la oxidación de otras moléculas.[1]​ La oxidación es una reacción química de transferencia de electrones de una sustancia a un agente oxidante. Las reacciones de oxidación pueden producir radicales que comienzan reacciones en cadena que dañan las células. Los antioxidantes terminan estas reacciones quitando intermedios del radical e inhiben otras reacciones de oxidación oxidándose ellos mismos. Debido a esto es que los antioxidantes son a menudo agentes reductores tales como tioles o polifenoles. Los antioxidantes se encuentran contenidos en el olivo, ajo, arroz integral, café, coliflor, brócoli, berenjena, jengibre, perejil, cebolla, cítricos, semolina, tomates, aceite de semilla de la vid, , romero, entre otros muchos alimentos. La capacidad antioxidante de algunos frutos, como es el caso de las berenjenas, es mayor durante sus estadios iniciales.[2]​ También son parte importante constituyente de la leche materna.

Modelo de llenado de espacios del metabolito antioxidante glutatión. La esfera amarilla es el átomo reductor activo del azufre que proporciona actividad antioxidante, mientras que las esferas rojas, azules, blancas, grises y negras representan los átomos de oxígeno, nitrógeno, hidrógeno, y carbono respectivamente.

Aunque las reacciones de oxidación son cruciales para la vida, también pueden ser perjudiciales; por lo tanto las plantas y los animales mantienen complejos sistemas de múltiples tipos de antioxidantes, tales como glutatión, vitamina C, y vitamina E, así como enzimas tales como la catalasa, superóxido dismutasa y varias peroxidasas. Los niveles bajos de antioxidantes o la inhibición de las enzimas antioxidantes causan estrés oxidativo y pueden dañar o matar las células.

El estrés oxidativo ha sido asociado a la patogénesis de muchas enfermedades humanas. Por esta razón la farmacología estudia de forma intensiva el uso de antioxidantes, particularmente como tratamiento para accidentes cerebrovasculares y enfermedades neurodegenerativas. Sin embargo, se desconoce si el estrés oxidativo es la causa o la consecuencia de tales enfermedades. Los antioxidantes también son ampliamente utilizados como ingredientes en suplementos dietéticos con la esperanza de mantener la salud y de prevenir enfermedades tales como el cáncer y la cardiopatía isquémica. Aunque algunos estudios han sugerido que los suplementos antioxidantes tienen beneficios para la salud, otros grandes ensayos clínicos no detectaron ninguna ventaja para las formulaciones probadas y el exceso de la suplementación puede llegar a ser dañino. Además de estas aplicaciones en medicina los antioxidantes tienen muchas aplicaciones industriales, tales como conservantes de alimentos y cosméticos y la prevención de la degradación del caucho y la gasolina.

Historia editar

El término antioxidante fue utilizado originalmente para referirse específicamente a un producto químico que previniera el consumo de oxígeno. A finales del siglo XIX y a principios de siglo XX, extensos estudios fueron dedicados a las aplicaciones de antioxidantes en importantes procesos industriales, tales como la prevención de la corrosión del metal, la vulcanización del caucho, y la polimerización de combustibles en la formación de escoria en motores de combustión interna.[3]

Las primeras investigaciones sobre el rol de los antioxidantes en biología se centró en su uso en la prevención de la oxidación de grasas insaturadas, que es la causa de la rancidez.[4]​ La actividad antioxidante podía ser medida simplemente colocando la grasa en un contenedor cerrado con oxígeno y midiendo la tasa de consumo de este. Sin embargo fue la identificación de las vitaminas A, C, y E como antioxidantes la que revolucionó el campo y condujo a dilucidar la importancia de los antioxidantes en la bioquímica de los organismos vivos.[5][6]

Los posibles mecanismos de acción de los antioxidantes fue investigada por primera vez cuando fue reconocido que una sustancia con actividad antioxidante es probable que sea una que se oxida a sí misma fácilmente.[7]​ La investigación en cómo la vitamina E previene el proceso de peroxidación de lípidos condujo a la identificación de antioxidantes como agentes reductores que previenen reacciones oxidativas, a menudo depurando especies reactivas del oxígeno antes de que puedan dañar las células.[8]

El desafío oxidativo en la naturaleza editar

 
Estructura de la vitamina antioxidante ácido ascórbico (vitamina C).

Una paradoja en el metabolismo es que mientras que la gran mayoría de la vida compleja requiere del oxígeno para su existencia, el oxígeno es una molécula altamente reactiva que daña a los seres vivos produciendo especies reactivas del oxígeno.[9]​ Por lo tanto, los organismos poseen una compleja red de metabolitos y enzimas antioxidantes que trabajan juntos para prevenir el daño oxidativo de los componentes celulares tales como el ADN, proteínas y lípidos.[10][11]​ Generalmente los sistemas antioxidantes evitan que estas especies reactivas sean formadas o las eliminan antes de que puedan dañar los componentes vitales de la célula.[9][10]

Las especies reactivas del oxígeno que se producen en las células incluyen el peróxido de hidrógeno (H2O2), el ácido hipocloroso (HClO), y radicales libres tales como el radical hidroxilo (· OH) y el radical superóxido (O2·−).[12]​ El radical del oxhidrilo es particularmente inestable y reacciona rápidamente y de forma no específica con la mayoría de las moléculas biológicas. Esta especie se produce del peróxido de hidrógeno en reacciones redox catalizadas por metales como la reacción de Fenton.[13]​ Estos oxidantes pueden dañar las células comenzando reacciones químicas en cadena tales como la peroxidación de lípidos u oxidando el ADN o proteínas.[10]​ Los daños al ADN pueden causar mutaciones y posiblemente cáncer si no son revertidos por los mecanismos de reparación del ADN,[14][15]​ mientras que los daños a las proteínas causan la inhibición de enzimas, la desnaturalización y la degradación de proteínas.[16]

El uso de oxígeno como parte del proceso para generar energía metabólica produce especies reactivas del oxígeno.[17]​ En este proceso, el anión de superóxido se produce como subproducto de varios pasos en la cadena de transporte de electrones.[18]​ Particularmente importante es la reducción de la coenzima Q en el complejo III, ya que un radical libre altamente reactivo se forma como intermediario (Q·). Este intermediario inestable puede conducir a una pérdida de electrones cuando estos saltan directamente al oxígeno molecular y forman el anión superóxido en vez de desplazarse con la serie de reacciones bien controladas de la cadena de transporte de electrones.[19]​ En un sistema similar de reacciones en plantas las especies reactivas del oxígeno también se producen durante la fotosíntesis bajo condiciones de alta intensidad lumínica.[20]​ Este efecto es compensado en parte por la implicación de carotenoides en la fotoinhibición, lo que implica que estos antioxidantes reaccionan con las formas sobre-reducidas de los centros de reacción fotosintéticos y de tal modo previenen la producción de superóxido.[21]

Otro proceso que produce especies reactivas del oxígeno es la oxidación lipídica que tiene lugar como consecuencia de la producción de eicosanoides. Sin embargo, las células están provistas de mecanismos que previenen oxidaciones innecesarias. Las enzimas oxidativas de estas rutas biosintéticas están coordinadas y son altamente reguladas.[22]

Metabolitos editar

Descripción editar

Los antioxidantes se clasifican en dos amplios grupos, dependiendo de si son solubles en agua (hidrosolubles) o en lípidos (liposolubles). En general los antioxidantes solubles en agua reaccionan con los oxidantes en el citoplasma celular y el plasma sanguíneo, mientras que los antioxidantes liposolubles protegen las membranas de la célula contra la peroxidación de lípidos.[10]​ Estos compuestos se pueden sintetizar en el cuerpo u obtener de la dieta.[11]​ Los diferentes antioxidantes están presentes en una amplia gama de concentraciones en fluidos corporales y tejidos, con algunos tales como el glutatión o la ubiquinona mayormente presente dentro de las células, mientras que otros tales como el ácido úrico se distribuyen más uniformemente a través del cuerpo.

La importancia relativa y las interacciones entre estos diferentes antioxidantes constituye un área compleja, con varios metabolitos y sistemas de enzimas teniendo efectos sinérgicos e interdependientes unos de otros.[23][24]​ La acción de un antioxidante puede depender de la función apropiada de otros miembros del sistema antioxidante.[11]​ La cantidad de protección proporcionada por cualquier antioxidante depende de su concentración, de su reactividad hacia la especie reactiva del oxígeno y del estado de los antioxidantes con los cuales interactúa.[11]

Algunos compuestos contribuyen a la defensa antioxidante quelando los metales de transición y evitando que catalicen la producción de radicales libres en la célula. Particularmente importante es la capacidad de secuestrar el hierro, que es la función de proteínas de unión al hierro tales como la transferrina y la ferritina.[25]​ El selenio y el zinc son comúnmente mencionados como nutrientes antioxidantes pero estos elementos químicos no tienen ninguna acción antioxidante ellos mismos sino que se requieren para la actividad de algunas enzimas antioxidantes.

Metabolito antioxidante Solubilidad Concentración en suero humano (μM)[26] Concentración en tejido del hígado (μmol/kg)
Ácido ascórbico (vitamina C) Agua 50 – 60[27] 260 (hombre)[28]
Glutatión Agua 325 – 650[29] 6.400 (hombre)[28]
Ácido lipoico Agua 0,1 – 0,7[30] 4 – 5 (rata)[31]
Ácido úrico Agua 200 – 400[32] 1.600 (hombre)[28]
Carotenos Lípido β-caroteno: 0,5 – 1[33]

retinol (vitamina A): 1 – 3[34]

5 (hombre, total de carotenoides)[35]
α-tocoferol (vitamina E) Lípido 10 – 40[34] 50 (hombre)[28]
Ubiquinol (coenzima Q) Lípido 5[36] 200 (hombre)[37]

Ácido ascórbico editar

El ácido ascórbico o vitamina C es un antioxidante monosacárido encontrado en animales y plantas. Como no puede ser sintetizado por los seres humanos y debe ser obtenido de la dieta es una vitamina.[38]​ La mayoría de los otros animales pueden producir este compuesto en sus cuerpos y no lo requieren en sus dietas.[39]​ En células, es mantenido en su forma reducida por la reacción con el glutatión, que se puede catalizar por la proteína disulfuro isomerasa y las glutarredoxinas.[40][41]​ El ácido ascórbico es un agente reductor y puede reducir y de tal modo neutralizar especies reactivas del oxígeno tal como el peróxido de hidrógeno.[42]​ Además de sus efectos antioxidantes directos, el ácido ascórbico es también un sustrato para la enzima antioxidante ascorbato peroxidasa, una función que es particularmente importante en resistencia al estrés en plantas.[43]

Glutatión editar

 
El mecanismo de radical libre de la peroxidación de lípidos.

El glutatión es un péptido que contiene cisteína y es encontrado en la mayoría de las formas de vida aerobia.[44]​ No es requerido en la dieta y es sintetizado en las células desde sus aminoácidos constitutivos.[45]​ El glutatión tiene características antioxidantes ya que el grupo tiol en su porción de cisteína es un agente reductor y puede ser oxidado y ser reducido de forma reversible. En las células, el glutatión es mantenido en forma reducida por la enzima glutatión reductasa y alternadamente reduce otros metabolitos y sistemas de enzimas así como reacciona directamente con los oxidantes.[40]​ Debido a su alta concentración y a su papel central en mantener el estado redox de la célula, el glutatión es uno de los antioxidantes celulares más importantes.[44]

Melatonina editar

La melatonina es un poderoso antioxidante que puede cruzar fácilmente las membranas celulares y la barrera hematoencefálica.[46]​ A diferencia de otros antioxidantes, la melatonina no experimenta un ciclo redox, que es la capacidad de una molécula de experimentar la reducción y la oxidación repetidas veces. El completar un ciclo redox permite a otros antioxidantes (tales como la vitamina C) actuar como pro-oxidantes y promover la formación de radicales libre. La melatonina, una vez que es oxidada no se puede reducir a su estado anterior porque forma varios productos finales estables una vez que reacciona con radicales libres. Por lo tanto, se le ha referido como antioxidante terminal (o suicida).[47]

Tocoferoles y tocotrienoles editar

La vitamina E es el nombre colectivo para un sistema de ocho tocoferoles y tocotrienoles relacionados, que son vitaminas antioxidantes liposolubles.[48]​ De éstos, el α-tocoferol ha sido muy estudiado ya que tiene la biodisponibilidad más alta y el cuerpo preferentemente absorbe y metaboliza esta forma.[49]​ La forma del α-tocoferol es la más importante de los antioxidantes liposolubles y protege las membranas de la célula contra la oxidación reaccionando con los radicales del lípido producidos en la reacción en cadena de peroxidación de lípidos.[48]​ Esto quita las formas intermedias de radicales libres y evita que la propagación de la reacción en cadena continúe. Los radicales oxidados del α-tocoferoxil producidos en este proceso se pueden reciclar de nuevo a la forma reducida activa a través de la reducción por el ascorbato, el retinol o el ubiquinol.[50]​ Las funciones de las otras formas de la vitamina E están menos estudiadas, aunque el γ-tocoferol es un nucleófilo que puede reaccionar con mutágenos electrofílicos[49]​ y los tocotrienoles puede que tengan un rol especializado en la neuroprotección.[51]

Carotenoides editar

Los carotenoides están entre los pigmentos naturales más comunes y han sido caracterizados hasta ahora más de 1100 compuestos diferentes. Los carotenoides son responsables por muchos de los colores rojos, amarillos y naranja de las hojas, frutas y flores de los vegetales, así como también por el color de algunos insectos, aves, peces y crustáceos. Solamente pueden ser sintetizados por plantas, hongos, bacterias y algas, sin embargo muchos animales los incorporan a través de la dieta. Dos carotenoides dietarios importantes son el licopeno y el β-caroteno.[52][53]​ Estos están involucrados en la eliminación (scavenging) de dos de las especies reactivas del oxígeno, el oxígeno singlete y el radical peroxilo. Además son efectivos desactivando moléculas excitadas electrónicamente las cuales están involucradas en la generación tanto de radicales como del propio oxígeno singlete.[54]​ El quenching del oxígeno singlete por los carotenoides, ocurre a través de un quenching tanto físico como químico. La interacción de los carotenoides con el oxígeno singlete, depende principalmente del quenching físico, lo cual implica la transferencia directa de energía entre ambas moléculas. La energía del oxígeno singlete es transferida al carotenoide produciendo oxígeno triplete molecular (en su estado basal) y caroteno excitado. El carotenoide retorna a su estado basal, disipando esta energía a través de la interacción con el solvente a su alrededor. En contraste con el quenching físico, las reacciones químicas entre el oxígeno singlete y los carotenoides son de menor importancia, contribuyendo con menos del 0,05% de la tasa total de quenching. Puesto que los carotenoides permanecen intactos durante el quenching físico, del oxígeno singlete estos pueden ser reusados varias veces en estos ciclos de quenching. El β-caroteno y otros carotenodes, son los quenchers naturales más eficientes para el oxígeno singlete. Su actividad como quenchers está relacionada con el número de dobles enlaces conjugados presentes en la molécula.[53][55]​ Los carotenoides, barren eficientemente los radicales peroxilos, especialmente cuando la tensión de oxígeno es baja. La desactivación de los radicales peróxilos probablemente dependa de la formación aducto radical formando un carbono central radical estabilizado por resonancia[56][57]​ Cantrell y col (2003), reportaron la capacidad de seis carotenoides dietarios (β-caroteno, licopeno, zeaxantina, astaxantina, cantaxantina y luteina) para quenchar el oxígeno singlete en un modelo de membranas celulares, en donde el oxígeno singlete fue generado tanto en la fase acuosa como en la lipídica, encontrando que el licopeno y el β-caroteno exhibieron la tasa más rápida de quenching, siendo la luteína la menos eficiente. Los otros carotenoides tuvieron constantes intermedias. Bando y col (2004), realizaron un experimento, usando ratones alimentados con β-caroteno, para determinar si este sirve como antioxidante en la piel expuesta a los rayos UV-A, actuando como quencher del oxígeno singlete, encontrando que el β-caroteno dietario se acumula en la piel y actúa como agente protector contra el daño oxidativo inducido por las radiaciones UV-A, a través de quenching del oxígeno singlete. Los β-carotenos dietarios se acumulan en la piel y actúan como agentes protectores contra el daño oxidativo inducido por las radiaciones UV-A, a través del quenching del oxígeno singlete.

Polifenoles editar

Los polifenoles son fitoquímicos de bajo peso molecular, esenciales para el ser humano.[1]​ Estos constituyen uno de los metabolitos secundarios de las plantas, más numerosos y distribuidos por toda la planta, con más de 800 estructuras conocidas en la actualidad. Los polifenoles naturales pueden ir desde moléculas simples (ácido fenólico, hidroxitirosol, fenilpropanoides, flavonoides), hasta compuestos altamente polimerizados (ligninas, taninos). Los flavonoides representan el subgrupo más común y ampliamente distribuido y entre ellos los flavonoles son los más ampliamente distribuidos. Al estar ampliamente distribuidos en el reino vegetal, constituyen parte integral de la dieta.[58][59][60]​ Los polifenoles poseen una estructura química ideal para la actividad como consumidores de radicales libres. Su propiedad como antioxidante, proviene de su gran reactividad como donantes de electrones e hidrógenos y de la capacidad del radical formado para estabilizar y deslocalizar el electrón desapareado (termina la reacción en cadena) y de su habilidad para quelar iones de metales de transición.[61]​ Los polifenoles poseen una porción hidrofílica y una porción hidrofóbica, por lo que pueden actuar en contra de ROS que son producidas en medios tanto hidrofóbicos como acuosos. Su capacidad antioxidante esta directamente relacionada con el grado de hidroxilación del compuesto.[58]​ Los flavonoides tienen una poderosa acción antioxidante in Vitro, siendo capaces de barrer un amplio rango de especies reactivas del oxígeno, nitrógeno y cloro, tales como el superóxido, el radical hidroxilo, el radical peroxilo, el ácido hipocloroso, actuando como agentes reductores. Además pueden quelar iones de metales de transición.[60][62]​ Soobrattee y col (2005), evaluaron la capacidad antioxidante de diferentes polifenoles encontrando que comparado con los antioxidantes fisiológicamente activos (glutatión, α-tocoferol, ergotioneina) y los sintéticos (trolox, BHT, BHA), estos compuestos exhibieron una eficacia mayor como antioxidantes. Roginsky (2003), midiendo la actividad antioxidante de varios polifenoles naturales, durante la oxidación del metil-linoleato, encontró que todos los polifenoles estudiados, mostraron una pronunciada actividad antioxidante, considerando que el mecanismo molecular subyacente a la actividad antioxidante de los polifenoles, es el de actuar rompiendo la reacción en cadena. Los polifenoles con dos grupos hidroxilos adyacentes o cualquier otra estructura quelante, pueden unir metales de transición. Los polifenoles actúan como consumidores del radical hidroxilo, el peroxinitrito y el ácido hipocloroso, actuando como agentes reductores.[58]

Actividades pro-oxidantes editar

Los antioxidantes que son agentes de reducción pueden también actuar como pro-oxidantes. Por ejemplo, la vitamina C tiene actividad antioxidante cuando reduce sustancias oxidantes tales como el peróxido de hidrógeno,[63]​ sin embargo puede también reducir iones de metales lo que conduce a la generación de radicales libres a través de la reacción de Fenton.[64][65]

2 Fe3+ + Ascorbato → 2 Fe2+ + Dehidroascorbato
2 Fe2+ + 2 H2O2 → 2 Fe3+ + 2 OH· + 2 OH

La importancia relativa de las actividades de los antioxidantes como pro-oxidantes y antioxidantes es un área de investigación actual, pero la vitamina C, por ejemplo, parece tener una acción mayormente antioxidante en el cuerpo.[64][66]​ Sin embargo hay menos datos disponibles para otros antioxidantes de la dieta, como los polifenoles antioxidantes,[67]​ el zinc,[68]​ y la vitamina E.[69]

Sistemas de enzimas editar

 
Ruta enzimática para la detoxificación de especies reactivas del oxígeno.

Descripción editar

Como con los antioxidantes químicos, las células son protegidas contra el estrés oxidativo por una red de enzimas antioxidantes.[9][10]​ El superóxido liberado por procesos tales como la fosforilación oxidativa, primero se convierte en peróxido de hidrógeno e inmediatamente se reduce para dar agua. Esta ruta de detoxificación es el resultado de múltiples enzimas con la superóxido dismutasa catalizando el primer paso y luego las catalasas y varias peroxidasas que eliminan el peróxido de hidrógeno. Como con los metabolitos antioxidantes, las contribuciones de estas enzimas pueden ser difíciles de separar una de otra, pero la generación de ratones transgénicos que carecen solo de una enzima antioxidante puede ser informativa.[70]

Superóxido dismutasa, catalasa y peroxirredoxinas editar

Las superóxido dismutasas (SODs) son una clase de las enzimas cercanamente relacionadas que catalizan el pasaje del anión de superóxido en peróxido de oxígeno y de hidrógeno.[71][72]​ Las enzimas SODs están presentes en casi todas las células aerobias y en el líquido extracelular.[73]​ Las enzimas superóxido dismutasa contienen iones metálicos como cofactores que, dependiendo de la isoenzima, pueden ser cobre, zinc, manganeso o hierro. En los seres humanos, las SODs de zinc/cobre están presentes en el citosol, mientras que las SODs de manganeso se encuentran en las mitocondrias.[72]​ También existe una tercera forma de SODs en líquidos extracelulares, que contiene el cobre y el zinc en sus sitios activos.[74]​ La isoenzima mitocondrial parece ser la más importante biológicamente de estas tres, puesto que los ratones que carecen de esta enzima mueren poco después de nacer.[75]​ En cambio, los ratones que carecen de SODs de zinc/cobre son viables aunque disminuye su fertilidad, mientras que los ratones sin SODs extracelular tienen defectos mínimos.[70][76]​ En plantas, las isoenzimas de SODs están presentes en el citosol y las mitocondrias, con SODs de hierro encontradas en cloroplastos y ausentes en los vertebrados y las levaduras.[77]

Las catalasas son enzimas que catalizan la conversión del peróxido de hidrógeno en agua y oxígeno usando hierro o manganeso como cofactor.[78][79]​ Esta proteína se localiza en los peroxisomas de la mayoría de las células eucariotas.[80]​ La catalasa es una enzima inusual ya que aunque el peróxido de hidrógeno es su único sustrato, sigue un mecanismo de ping-pong. Su cofactor es oxidado por una molécula de peróxido de hidrógeno y después regenerado transfiriendo el oxígeno enlazado a una segunda molécula de sustrato.[81]​ A pesar de su evidente importancia en la eliminación del peróxido de hidrógeno, los seres humanos con deficiencia genética de la catalasa –"acatalasemia"– o los ratones genéticamente modificados para carecer completamente de catalasa sufren de pocos efectos negativos.[82][83]

 
Estructura decamérica de AhpC, una 2-cisteín peroxirredoxina de Salmonella typhimurium.[84]

Las peroxirredoxinas son peroxidasas que catalizan la reducción de peróxido de hidrógeno, hidroperóxido orgánico y peroxinitrito.[85]​ Se dividen en tres clases: las típicas 2-cisteín peroxirredoxinas; las atípicas 2-cisteín peroxirredoxinas; y las 1-cisteín peroxirredoxinas.[86]​ Estas enzimas comparten el mismo mecanismo catalítico básico, en el cual una cisteína redox-activa en el sitio activo es oxidada a un ácido sulfénico por el sustrato del peróxido.[87]

Las peroxirredoxinas parecen ser importantes en el metabolismo antioxidante, pues los ratones que carecen de peroxirredoxina 1 o 2 acortan su esperanza de vida y sufren de anemia hemolítica, mientras que las plantas utilizan peroxirredoxinas para quitar el peróxido de hidrógeno generado en los cloroplastos.[88][89][90]

Sistemas tiorredoxina y glutatión editar

El sistema de la tiorredoxina contiene la proteína tiorredoxina de 12-kDa y su tiorredoxina reductasa compañera.[91]

Las proteínas relacionadas con la tiorredoxina están presentes en todos los organismos secuenciados, con plantas tales como la Arabidopsis thaliana que tiene una diversidad particularmente grande de isoformas.[92]​ El sitio activo de la tiorredoxina consiste en dos cisteínas vecinas, como parte de un motivo estructural CXXC altamente conservado que puede ciclar entre una forma activa del ditiol reducida y la forma oxidada del disulfuro. En su estado activo, la tiorredoxina actúa como un agente de reducción eficiente removiendo especies reactivas del oxígeno y manteniendo otras proteínas en su estado reducido.[93]​ Después de ser oxidado, la tiorredoxina activa es regenerada por la acción de la tiorredoxina reductasa, usando NADPH como donante del electrones.[94]

El sistema del glutatión incluye glutatión, glutatión reductasa, glutatión peroxidasa y glutatión S-transferasa.[44]​ Este sistema se encuentra en animales, plantas y microorganismos.[44][95]​ La glutatión peroxidasa es una enzima que contiene cuatro cofactores de selenio que catalizan la ruptura del peróxido de hidrógeno y de hidroperóxidos orgánicos. Hay por lo menos cuatro diferentes isoenzimas de glutatión peroxidasa en animales.[96]​ La glutatión peroxidasa 1 es la más abundante y es un muy eficiente removedor del peróxido de hidrógeno, mientras que la glutatión peroxidasa 4 es la más activa con las hidroperóxidos de lípidos. Asombrosamente, la glutatión peroxidasa 1 no es indispensable, ya que ratones que carecen de esta enzima tienen esperanzas de vida normales,[97]​ pero son hipersensibles al estrés oxidativo inducido.[98]​ Además, las glutatión S-transferasas son otra clase de enzimas antioxidantes dependientes de glutatión que muestran una elevada actividad con los peróxidos de lípidos.[99]​ Estas enzimas se encuentran en niveles particularmente elevados en el hígado y también sirven en el metabolismo de la detoxificación.[100]

Estrés oxidativo y enfermedades editar

Se piensa que el estrés oxidativo contribuye al desarrollo de una amplia gama de enfermedades incluyendo la enfermedad de Alzheimer,[101][102]​ la enfermedad de Parkinson,[103]​ las patologías causadas por la diabetes,[104][105]​ la artritis reumatoide,[106]​ y neurodegeneración en enfermedades de las neuronas motoras.[107]​ En muchos de estos casos, no es claro si los oxidantes desencadenan la enfermedad, o si se producen como consecuencia de esta y provocan los síntomas de la enfermedad;[12]​ como alternativa plausible, una enfermedad neurodegenerativa puede resultar del transporte axonal defectuoso de las mitocondrias que realizan reacciones de oxidación. Un caso en el cual esto encaja es en el particularmente bien comprendido papel del estrés oxidativo en las enfermedades cardiovasculares. Aquí, la oxidación de la lipoproteína de baja densidad (LDL) parece accionar el proceso del aterogénesis, que da lugar a la aterosclerosis, y finalmente a la enfermedad cardiovascular.[108][109]​ Del mismo modo, numerosos estudios han observado que el estrés oxidativo promueve la apoptosis por diferentes vías de señalización.[110]

Una dieta con pocas calorías prolonga la esperanza de vida media y máxima en muchos animales. Este efecto puede implicar una reducción en el estrés oxidativo.[111]​ Mientras que hay buena evidencia que sustenta el papel del estrés oxidativo en el envejecimiento en organismos modelo tales Drosophila melanogaster y Caenorhabditis elegans,[112][113]​ la evidencia en mamíferos es menos clara.[114][115][116]​ Dietas abundantes en frutas y vegetales, que poseen elevados niveles de antioxidantes, promueven la salud y reducen los efectos del envejecimiento,[cita requerida] no obstante, la suplementación antioxidante de la vitamina no tiene ningún efecto perceptible en el proceso de envejecimiento, así que los efectos de las frutas y vegetales pueden no estar relacionados con su contenido de antioxidantes.[117][118]

Efectos en la salud editar

Tratamiento de enfermedades editar

El cerebro es único en cuanto a su gran vulnerabilidad a daños oxidativos debido a su alta tasa metabólica y a niveles elevados de lípidos poliinsaturados que son el blanco de la peroxidación de lípidos.[119]​ Por lo tanto, los antioxidantes son de uso general en medicina para tratar varias formas de lesiones cerebrales. Los análogos de la superóxido dismutasa,[120]​ como el tiopentato de sodio y propofol son usados para tratar daños por reperfusión y lesión cerebral traumática,[121]​ mientras que la droga experimental NXY-059[122][123]​ y ebselen[124]​ son utilizadas en el tratamiento de los accidentes cerebrovasculares. Estos compuestos parecen prevenir el estrés oxidativo en neuronas y prevenir la apoptosis y el daño neurológico. Los antioxidantes también se están investigando como posibles tratamientos para las enfermedades neurodegenerativas tales como la enfermedad de Alzheimer, la enfermedad de Parkinson y la esclerosis lateral amiotrófica.[125][126]

Prevención de enfermedades editar

 
Estructura del polifenol antioxidante resveratrol.

Los antioxidantes pueden anular los efectos perjudiciales de los radicales libres en las células,[10]​ y la gente con una dieta de frutas y vegetales ricos en polifenoles y antocianinas tienen un riesgo más bajo de contraer cáncer, enfermedades cardíacas y algunas enfermedades neurológicas.[127][1]​ Esta observación sugirió que estos compuestos pudieran prevenir enfermedades tales como degeneración macular,[128]inmunidad suprimida debido a una nutrición pobre,[129]​ y neurodegeneración, que son causados por el estrés oxidativo.[130]​ Sin embargo, a pesar del papel claro del estrés oxidativo en las enfermedades cardiovasculares, estudios controlados usando vitaminas antioxidantes no han mostrado ninguna reducción clara en el progreso o riesgo de contraer enfermedades cardíacas.[131]​ Esto sugiere que otras sustancias en las frutas y los vegetales (posiblemente los flavonoides) por lo menos expliquen parcialmente la mejor salud cardiovascular de quienes consumen más frutas y vegetales.[132]

Se piensa que la oxidación de lipoproteínas de baja densidad en la sangre contribuye a las enfermedades cardíacas y en estudios de observación iniciales se encontró que gente que tomaba suplementos de la vitamina E tenía riesgos más bajos de desarrollar enfermedades cardíacas.[133]​ Por consiguiente se realizaron por lo menos siete grandes ensayos clínicos conducidos para probar los efectos del suplemento antioxidante con vitamina E, en dosis que se extendían desde los 50 a los 600 mg por día. Sin embargo, en ninguno de estos ensayos se encontró un efecto estadístico significativo de la vitamina E sobre el número total de muertes o en las muertes debido a enfermedades cardíacas.[134]

Mientras que varios ensayos han investigado suplementos con altas dosis de antioxidantes, el estudio "Supplémentation en Vitamines et Mineraux Antioxydants" (SU.VI.MAX) testeó el efecto de la suplementación con dosis comparables a las de una dieta sana.[135]​ Más de 12.500 hombres y mujeres de Francia tomaron tanto dosis bajas de antioxidantes (120 mg de ácido ascórbico, 30 mg de vitamina E, 6 mg de beta-caroteno, 100  g de selenio, y 20 mg de zinc) o píldoras de placebo por un promedio de 7,5 años. Los investigadores encontraron que no había ningún efecto estadístico significativo de los antioxidantes en la esperanza de vida media, cáncer, o enfermedades cardíacas. Sin embargo, un análisis de un subgrupo demostró una reducción del 31% en el riesgo de cáncer en hombres, pero no en mujeres.

La producción de antioxidantes naturales y los antioxidantes que se obtienen con la alimentación, no es suficiente para la mayoría de las personas, por esa razón muchas compañías alimentarias y de nutracéuticos venden formulaciones de antioxidantes como suplementos dietéticos y estos son ampliamente consumidos en los países industrializados.[136]​ Estos suplementos pueden incluir químicos específicos antioxidantes, como el resveratrol (de las semillas de uva), combinaciones de antioxidantes, como el "ACES" productos que contienen beta-caroteno (provitamina A), vitamina C, vitamina E y Selenio, o hierbas especiales que se sabe que contienen antioxidantes, como el té verde y el jiaogulan. Aunque algunos de los niveles de vitaminas antioxidantes y minerales en la dieta son necesarios para la buena salud, hay considerables dudas sobre si los suplementos antioxidantes son beneficiosos y, en caso afirmativo, que antioxidantes lo son y en qué cantidades.[127][137][138]

La terapia antioxidante es uno de los temas de mayor actividad investigadora en los últimos años, en los que han comenzado a sumarse la presencia de diversos nanomateriales con potenciales propiedades farmacológicas.[139]

Ejercicio físico editar

Durante el ejercicio, el consumo de oxígeno puede aumentar por un factor mayor a 10.[140]​ Esto da lugar a un gran aumento en la producción de oxidantes y los resultados de los daños que contribuye a la fatiga muscular durante y después del ejercicio. La respuesta inflamatoria que se produce después de arduos ejercicios también está asociada con el estrés oxidativo, especialmente en las 24 horas después de un período de sesiones de ejercicio. La respuesta del sistema inmunitario a los daños causados por el ejercicio llega a su máximo de 2 a 7 días después del ejercicio, el período de adaptación durante el cual el resultado de una mayor aptitud es mayor. Durante este proceso los radicales libres son producidos por los neutrófilos para eliminar el tejido dañado. Como resultado, elevados niveles de antioxidantes tienen el potencial para inhibir los mecanismos de recuperación y adaptación.[141]

Las pruebas de los beneficios de los suplementos antioxidantes en el ejercicio vigoroso han arrojado resultados contradictorios. Hay fuertes indicios de que una de las adaptaciones derivadas de ejercicio es el fortalecimiento de las defensas antioxidantes del organismo, en particular el sistema de glutatión, para hacer frente al aumento de estrés oxidativo.[142]​ Es posible que este efecto pueda ser en cierta medida una protección contra las enfermedades que están asociadas al estrés oxidativo, lo que podría proporcionar una explicación parcial de la menor incidencia de las enfermedades más comunes y una mejora en la salud de las personas que realizan ejercicio regularmente.[143]

Sin embargo no se han observado beneficios en deportistas que toman suplementos de vitamina A o E.[144]​ Por ejemplo, a pesar de su papel clave en la prevención de la peroxidación de los lípidos de membrana, en 6 semanas de suplementación con vitamina E no se observan efectos sobre el daño muscular en corredores de maratón.[145]​ Aunque parece ser que no hay un aumento en las necesidades de vitamina C en los atletas hay algunas pruebas de que los suplementos de vitamina C aumentan la cantidad de ejercicio intenso que se puede hacer y que el suplemento de vitamina C antes de estos ejercicios puede reducir la cantidad de daño muscular.[146][147]​ Sin embargo, otros estudios no encontraron tales efectos y algunos sugieren que los suplementos con cantidades tan altas como 1.000 mg inhiben la recuperación.[148]

Efectos adversos editar

 
Estructura del quelante ácido fítico.

Ácidos reductores relativamente fuertes pueden tener efectos negativos en la nutrición al unirse con los minerales de la dieta como el hierro y el zinc en el tracto gastrointestinal, lo que les impiden ser absorbidos.[149]​ Entre los ejemplos más notables están el ácido oxálico, los taninos y ácido fítico, que se encuentran en cantidades elevadas en dietas vegetarianas.[150]​ Deficiencias de hierro y calcio son frecuentes en las dietas de los países en vías de desarrollo, donde la dieta tiene menos carne y hay un elevado consumo de ácido fítico de los frijoles y el pan sin levadura de grano entero.[151]

Alimentos Ácido reductor presente
Chocolate, espinaca, nabo y ruibarbo.[152] Ácido oxálico
Granos enteros, maíz, legumbres.[153] Ácido fítico
, frijoles, repollo.[152][154] Taninos

Antioxidantes no polares como el eugenol, un importante componente del aceite de clavo de olor tiene límites de toxicidad que pueden ser superados con el mal uso de los aceites esenciales sin diluir.[155]​ La toxicidad asociada con elevadas dosis de antioxidantes solubles en agua tales como el ácido ascórbico es mucho menos común, ya que estos compuestos pueden ser excretados rápidamente en la orina.[156]​ Dosis muy altas de algunos antioxidantes pueden tener efectos nocivos a largo plazo. Los análisis de ensayos de la eficacia del beta-caroteno y retinol (CARET por sus siglas en inglés) en pacientes con cáncer de pulmón han demostrado que los fumadores que toman suplementos de beta-caroteno aumentan sus probabilidades de contraer este tipo de cáncer.[157]​ Estudios posteriores han confirmado estos efectos negativos en los fumadores provocados por el beta-caroteno.[158]

Estos efectos nocivos también pueden verse en los no fumadores, según un reciente metaanálisis de los datos incluyendo datos de aproximadamente 230.000 pacientes se mostró que la suplementación con beta-caroteno, vitamina A, o vitamina E se asocian a una mayor mortalidad, pero no se ve un efecto significativo con la vitamina C.[159]

No se observaron riesgos para la salud cuando todos los estudios aleatorios se examinaron juntos, pero un aumento en la mortalidad se detectó sólo cuando los ensayos de alta calidad y bajo error sistemático se analizaron por separado. Sin embargo, como la mayoría de estos ensayos trataban con personas mayores, o que ya sufrían alguna enfermedad, estos resultados pueden no ser aplicables a la población en general.[160]​ Estos resultados son consistentes con algunos metaanálisis precedentes, que también sugirieron que la suplementación con vitamina E aumentaba la mortalidad,[161]​ y que los suplementos antioxidantes aumentan el riesgo de cáncer de colon.[162]​ Sin embargo, los resultados de este metaanálisis son inconconsistentes con otros estudios, como el ensayo SU.VI.MAX, que sugiere que los antioxidantes no tienen ningún efecto sobre las causas de mortalidad.[135][163][164][165]​ En general el gran número de ensayos clínicos llevados a cabo sobre los suplementos antioxidantes sugieren que cualquiera de estos productos no tienen ningún efecto sobre la salud o que causan un pequeño aumento en la mortalidad en los ancianos o en grupos de la población vulnerables.[127][137][159]

Mientras que la administración de suplementos antioxidantes se utiliza ampliamente en los intentos para impedir el desarrollo de cáncer, se ha propuesto que los antioxidantes pueden, paradójicamente, interferir con los tratamientos contra el cáncer.[166]​ Se cree que esto ocurre ya que el entorno de las células cancerosas causa altos niveles de estrés oxidativo, haciendo que estas células sean más susceptibles a un mayor estrés oxidativo inducido por los tratamientos. Como consecuencia, al reducir el estrés redox en las células cancerosas, se cree que los suplementos antioxidantes disminuyen la eficacia de la radioterapia y la quimioterapia.[167]​ Sin embargo, esta preocupación no parece ser válida, ya que ha sido abordada por múltiples ensayos clínicos que indican que los antioxidantes pueden ser neutrales o beneficiosas en el tratamiento del cáncer.[168][169]

Controversias editar

No son pocos los expertos que mantienen posiciones críticas sobre los supuestos efectos beneficiosos atribuidos a los suplementos de antioxidantes. Nadie discute hoy que hay pruebas de que las frutas y hortalizas que contienen antioxidantes tienen ciertos efectos beneficiosos sobre distintos aspectos de la salud. Consecuentemente, se acepta como una recomendación de consumo saludable la de tomar de forma regular estos productos naturales, frutas y verduras.

Pero afirmar, por extensión, que el consumo de suplementos de antioxidantes tiene esos mismos efectos beneficiosos resulta científicamente rebatible. Sin duda son necesarios más y mejores pruebas científicas sobre esta cuestión:[170]

  • La American Heart Association reconoce que no hay pruebas de que los suplementos de antioxidantes tengan ningún papel en la prevención del riesgo cardiovascular, y no los recomienda, e incluso menciona que algunos datos limitados indican ciertos riesgos asociados a estos productos.[171]
  • El National Cancer Institute, de la misma forma, destaca que las evidencias para afirmar que los suplementos de antioxidantes juegan algún papel en la prevención del cáncer son insuficientes, y que, por tanto, debe seguirse una dieta saludable basada en los alimentos vegetales sin recurrir a los suplementos.[172]

Medida y niveles en los alimentos editar

 
Frutas y verduras son buenas fuentes de antioxidantes.

La medida de antioxidantes[1]​ no es un proceso directo, como este es un grupo diverso de compuestos con diversas reactividades a diversas especies reactivas del oxígeno. En tecnología de los alimentos, la capacidad de absorbancia de radicales del oxígeno (ORAC por sus siglas en inglés) se ha convertido en el estándar actual de la industria para determinar la capacidad de antioxidantes en alimentos, jugos y aditivos alimenticios.[173][174]​ Otras pruebas de medición incluyen el reactivo de Folin-Ciocalteu y el ensayo de capacidad antioxidante equivalente al trolox.[175][176]​ En medicina, una gama de diversos análisis se utiliza para determinar la capacidad antioxidante del plasma sanguíneo y de éstos, el análisis de ORAC es el más confiable.[177]

Los antioxidantes se encuentran en cantidades que varían en alimentos tales como vegetales, frutas,[178]​ cereales del grano, legumbres y nueces. Algunos antioxidantes tales como licopeno y el ácido ascórbico se pueden destruir si son almacenados mucho tiempo, o por cocción prolongada.[179][180]​ Otros compuestos antioxidantes son más estables, por ejemplo los antioxidantes polifenólicos en alimentos tales como los cereales, el trigo integral y el té.[181][182]​ En general, los alimentos procesados contienen menos antioxidantes que los alimentos frescos y crudos, puesto que los procesos de la preparación exponen el alimento al oxígeno.[183]​ Existe un mercado creciente en alimentos funcionales, lo que ha conllevado la aparición de productos enriquecidos en antioxidantes, como pueden ser diversas margarinas o aceite de oliva enriquecido con licopeno.[184]

Compuestos antioxidantes Alimentos[154][185]
Vitamina C (ácido ascórbico) Frutas y vegetales
Vitamina E (tocoferoles, tocotrienoles) Aceites vegetales
Antioxidantes polifenólicos (resveratrol, flavonoides) , café, soja, fruta, chocolate, orégano y vino tinto.
Carotenoides (licopeno, carotenos) Frutas y vegetales

Algunos antioxidantes se producen en el cuerpo y no son absorbidos en el intestino. Un ejemplo es el glutatión, que es producido a partir de aminoácidos. Mientras que cualquier glutatión en los intestinos es escindido para liberar cisteína, glicina y ácido glutámico antes de ser absorbido, incluso las dosis orales grandes tienen poco efecto en la concentración del glutatión en el cuerpo.[186]​ El ubiquinol (coenzima Q) también se absorbe mal en los intestinos y es producido en el ser humano por la ruta del mevalonato.[37]

Usos en tecnología editar

Antioxidantes en alimentos editar

La oxidación de los alimentos, o enranciamiento, es la segunda causa de deterioro, después de la alteración por microorganismos. Consecuentemente se utilizan antioxidantes para preservar los alimentos. La exposición al oxígeno y la luz del sol son dos de los factores principales que causan la oxidación de alimentos, así que el alimento es protegido manteniéndolo en la oscuridad y en envases impermeables al oxígeno. En la conservación de vegetales no procesados, como el oxígeno es también importante para la respiración de la planta, almacenarlos en condiciones anaerobias produce sabores y colores desagradables.[187]​ Por lo tanto el empaquetado de frutas frescas y vegetales contiene una atmósfera de oxígeno de ~8%. También pueden intervenir en la oxidación enzimas. Su acción se previene mediante el escaldado.

La oxidación afecta principalmente a los ácidos grasos insaturados, de modo que cuánto más insaturadas son las grasas presentes en un alimento, más fácil es que se oxiden. La oxidación se produce por una reacción en cadena de radicales libres, que se ve acelerada por la presencia de iones de metales con dos valencias estables, especialmente hierro y cobre. Esta reacción se puede producir también en alimentos congelados. Los antioxidantes presentes de forma natural o añadidos a los alimentos pueden actuar de cuatro formas:[188]

  • Eliminando el oxígeno al reaccionar con él, como hacen el ácido ascórbico y el eritórbico.
  • Cortando la reacción de propagación en cadena, estabilizando los radicales libres. De esta forma actúan los tocoferoles (E306), el galato de propilo (PG, E310), la ter-butilhidroquinona (TBHQ), el butil hidroxianisol (BHA, E320) y el butil hidroxitolueno (BHT, E321),[189][190]​ así como diversos antioxidantes presentes en especias, como el ácido carnósico del romero.
  • Secuestrando los metales que pueden actuar como catalizadores. Este es el mecanismo por el que actúan el ácido cítrico y el EDTA.
  • Mediante quenching del oxígeno singlete, mecanismo por el que actúan los carotenoides.

Uso industrial editar

Algunos antioxidantes se agregan a productos industriales. Un uso común es como estabilizador en combustibles y lubricantes para prevenir la oxidación, y en la gasolina para prevenir la polimerización que conduce a la formación de residuos en los motores.[191]​ También se utilizan para prevenir la degradación oxidativa del caucho, los plásticos y los pegamentos que causa una pérdida de la fuerza y flexibilidad de estos materiales.[192]​ Los conservantes antioxidantes también se agregan a los cosméticos a base de grasa tales como lápices labiales y cremas hidratantes para prevenir la rancidez.

Aditivo Componentes[193] Aplicaciones[193]
AO-22 N,N'-di-2-butil-1,4-fenilenediamina Aceites de turbinas y transformadores, fluidos hidráulicos, ceras y grasas
AO-24 N,N'-di-2-butil-1,4-fenilenediamina Aceite de baja temperatura
AO-29 2,6-di-tert-butil-4-metilfenol Aceites de turbinas y transformadores, fluidos hidráulicos, ceras, grasas y gasolina
AO-30 2,4-dimetil-6-tert-butilfenol Combustible de aviones
AO-31 2,4-dimetil-6-tert-butilfenol Combustible de aviones
AO-32 2,4-dimetil-6-tert-butilfenol y 2,6-di-tert-butil-4-metilfenol Combustible de aviones
AO-37 2,6-di-tert-butilfenol Combustible de aviones ampliamente utilizado

Referencias editar

  1. a b c d Campo-Banguero, Laura Marcela; Ramírez-Navas, Juan Sebastián (11 de noviembre de 2021). «Capacidad antioxidante en helados y derivados lácteos». Revista Colombiana de Investigaciones Agroindustriales 8 (1): 23-41. ISSN 2422-4456. doi:10.23850/24220582.3982. Consultado el 22 de abril de 2022. 
  2. Zaro, María José (27 de marzo de 2014). Análisis de factores que afectan la acumulación, distribución y estabilidad de antioxidantes de naturaleza fenólica en berenjena (Solanum melongena L.). p. 208. Consultado el 21 de mayo de 2014. 
  3. Matill HA (1947). Antioxidants. Annu Rev Biochem 16: 177–192.
  4. German J. «Food processing and lipid oxidation». Adv Exp Med Biol 459: 23-50. PMID 10335367. 
  5. Jacob R. «Three eras of vitamin C discovery». Subcell Biochem 25: 1-16. PMID 8821966. 
  6. Knight J. «Free radicals: their history and current status in aging and disease». Ann Clin Lab Sci 28 (6): 331-46. PMID 9846200. 
  7. Moreau and Dufraisse, (1922) Comptes Rendus des Séances et Mémoires de la Société de Biologie, 86, 321.
  8. Wolf G (2005). «The discovery of the antioxidant function of vitamin E: the contribution of Henry A. Mattill». J Nutr 135 (3): 363-6. PMID 15735064. 
  9. a b c Davies K (1995). «Oxidative stress: the paradox of aerobic life». Biochem Soc Symp 61: 1-31. PMID 8660387. 
  10. a b c d e f Sies H (1997). «Oxidative stress: oxidants and antioxidants». Exp Physiol 82 (2): 291-5. PMID 9129943. Archivado desde el original el 25 de marzo de 2009. Consultado el 15 de octubre de 2007. 
  11. a b c d Vertuani S, Angusti A, Manfredini S (2004). «The antioxidants and pro-antioxidants network: an overview». Curr Pharm Des 10 (14): 1677-94. PMID 15134565. 
  12. a b Valko M, Leibfritz D, Moncol J, Cronin M, Mazur M, Telser J (2007). «Free radicals and antioxidants in normal physiological functions and human disease». Int J Biochem Cell Biol 39 (1): 44-84. PMID 16978905. 
  13. Stohs S, Bagchi D (1995). «Oxidative mechanisms in the toxicity of metal ions». Free Radic Biol Med 18 (2): 321-36. PMID 7744317. 
  14. Nakabeppu Y, Sakumi K, Sakamoto K, Tsuchimoto D, Tsuzuki T, Nakatsu Y (2006). «Mutagenesis and carcinogenesis caused by the oxidation of nucleic acids». Biol Chem 387 (4): 373-9. PMID 16606334. 
  15. Valko M, Izakovic M, Mazur M, Rhodes C, Telser J (2004). «Role of oxygen radicals in DNA damage and cancer incidence». Mol Cell Biochem 266 (1–2): 37-56. PMID 15646026. 
  16. Stadtman E (1992). «Protein oxidation and aging». Science 257 (5074): 1220-4. PMID 1355616. 
  17. Raha S, Robinson B (2000). «Mitochondria, oxygen free radicals, disease and ageing». Trends Biochem Sci 25 (10): 502-8. PMID 11050436. 
  18. Lenaz G (2001). «The mitochondrial production of reactive oxygen species: mechanisms and implications in human pathology». IUBMB Life 52 (3–5): 159-64. PMID 11798028. 
  19. Finkel T, Holbrook NJ (2000). «Oxidants, oxidative stress and the biology of ageing». Nature 408 (6809): 239-47. PMID 11089981. 
  20. Krieger-Liszkay A (2005). «Singlet oxygen production in photosynthesis». J Exp Bot 56 (411): 337-46. PMID 15310815. 
  21. Szabó I, Bergantino E, Giacometti G (2005). «Light and oxygenic photosynthesis: energy dissipation as a protection mechanism against photo-oxidation». EMBO Rep 6 (7): 629-34. PMID 15995679. 
  22. Soberman, Roy J. and Christmas, Peter (2003). «The organization and consequences of eicosanoid signaling». J. Clin. Invest 111: 1107-1113. doi:10.1172/JCI200318338. Consultado el 7 de noviembre de 2007. 
  23. Chaudière J, Ferrari-Iliou R. «Intracellular antioxidants: from chemical to biochemical mechanisms». Food Chem Toxicol 37 (9–10): 949 - 62. PMID 10541450. 
  24. Sies H (1993). «Strategies of antioxidant defense». Eur J Biochem 215 (2): 213 - 9. PMID 7688300. 
  25. Imlay J. «Pathways of oxidative damage». Annu Rev Microbiol 57: 395-418. PMID 14527285. 
  26. Ames B, Cathcart R, Schwiers E, Hochstein P (1981). «Uric acid provides an antioxidant defense in humans against oxidant- and radical-caused aging and cancer: a hypothesis». Proc Natl Acad Sci U S A 78 (11): 6858 - 62. PMID 6947260. 
  27. Khaw K, Woodhouse P (1995). «Interrelation of vitamin C, infection, haemostatic factors, and cardiovascular disease». BMJ 310 (6994): 1559 - 63. PMID 7787643. 
  28. a b c d Evelson P, Travacio M, Repetto M, Escobar J, Llesuy S, Lissi E (2001). «Evaluation of total reactive antioxidant potential (TRAP) of tissue homogenates and their cytosols». Arch Biochem Biophys 388 (2): 261 - 6. PMID 11368163. 
  29. Chen C, Qu L, Li B, Xing L, Jia G, Wang T, Gao Y, Zhang P, Li M, Chen W, Chai Z (2005). «Increased oxidative DNA damage, as assessed by urinary 8-hydroxy-2'-deoxyguanosine concentrations, and serum redox status in persons exposed to mercury». Clin Chem 51 (4): 759 - 67. PMID 15695327. Archivado desde el original el 27 de septiembre de 2007. Consultado el 15 de octubre de 2007. 
  30. Teichert J, Preiss R (1992). «HPLC-methods for determination of lipoic acid and its reduced form in human plasma». Int J Clin Pharmacol Ther Toxicol 30 (11): 511 - 2. PMID 1490813. 
  31. Akiba S, Matsugo S, Packer L, Konishi T (1998). «Assay of protein-bound lipoic acid in tissues by a new enzymatic method». Anal Biochem 258 (2): 299 - 304. PMID 9570844. 
  32. Glantzounis G, Tsimoyiannis E, Kappas A, Galaris D (2005). «Uric acid and oxidative stress». Curr Pharm Des 11 (32): 4145 - 51. PMID 16375736. 
  33. El-Sohemy A, Baylin A, Kabagambe E, Ascherio A, Spiegelman D, Campos H (2002). «Individual carotenoid concentrations in adipose tissue and plasma as biomarkers of dietary intake». Am J Clin Nutr 76 (1): 172 - 9. PMID 12081831. 
  34. a b Sowell A, Huff D, Yeager P, Caudill S, Gunter E (1994). «Retinol, alpha-tocopherol, lutein/zeaxanthin, beta-cryptoxanthin, lycopene, alpha-carotene, trans-beta-carotene, and four retinyl esters in serum determined simultaneously by reversed-phase HPLC with multiwavelength detection». Clin Chem 40 (3): 411 - 6. PMID 8131277. Archivado desde el original el 27 de septiembre de 2007. Consultado el 15 de octubre de 2007. 
  35. Stahl W, Schwarz W, Sundquist A, Sies H (1992). «cis-trans isomers of lycopene and beta-carotene in human serum and tissues». Arch Biochem Biophys 294 (1): 173 - 7. PMID 1550343. 
  36. Zita C, Overvad K, Mortensen S, Sindberg C, Moesgaard S, Hunter D (2003). «Serum coenzyme Q10 concentrations in healthy men supplemented with 30 mg or 100 mg coenzyme Q10 for two months in a randomised controlled study». Biofactors 18 (1 – 4): 185 - 93. PMID 14695934. 
  37. a b Turunen M, Olsson J, Dallner G (2004). «Metabolism and function of coenzyme Q». Biochim Biophys Acta 1660 (1 – 2): 171 - 99. PMID 14757233. 
  38. Smirnoff N. «L-ascorbic acid biosynthesis». Vitam Horm 61: 241 - 66. PMID 11153268. 
  39. Linster CL, Van Schaftingen E (2007). «Vitamin C. Biosynthesis, recycling and degradation in mammals». FEBS J. 274 (1): 1-22. PMID 17222174. 
  40. a b Meister A (1994). «Glutathione-ascorbic acid antioxidant system in animals». J Biol Chem 269 (13): 9397 - 400. PMID 8144521. 
  41. Wells W, Xu D, Yang Y, Rocque P (1990). «Mammalian thioltransferase (glutaredoxin) and protein disulfide isomerase have dehydroascorbate reductase activity». J Biol Chem 265 (26): 15361 - 4. PMID 2394726. Archivado desde el original el 13 de febrero de 2009. Consultado el 15 de octubre de 2007. 
  42. Padayatty S, Katz A, Wang Y, Eck P, Kwon O, Lee J, Chen S, Corpe C, Dutta A, Dutta S, Levine M (2003). «Vitamin C as an antioxidant: evaluation of its role in disease prevention». J Am Coll Nutr 22 (1): 18 - 35. PMID 12569111. Archivado desde el original el 21 de julio de 2010. 
  43. Shigeoka S, Ishikawa T, Tamoi M, Miyagawa Y, Takeda T, Yabuta Y, Yoshimura K (2002). «Regulation and function of ascorbate peroxidase isoenzymes». J Exp Bot 53 (372): 1305 - 19. PMID 11997377. 
  44. a b c d Meister A, Anderson M. «Glutathione». Annu Rev Biochem 52: 711 - 60. PMID 6137189. 
  45. Meister A (1988). «Glutathione metabolism and its selective modification». J Biol Chem 263 (33): 17205 - 8. PMID 3053703. Archivado desde el original el 14 de abril de 2008. Consultado el 15 de octubre de 2007. 
  46. Reiter RJ, Carneiro RC, Oh CS (1997). «Melatonin in relation to cellular antioxidative defense mechanisms». Horm. Metab. Res. 29 (8): 363-72. PMID 9288572. 
  47. Tan DX, Manchester LC, Reiter RJ, Qi WB, Karbownik M, Calvo JR (2000). «Significance of melatonin in antioxidative defense system: reactions and products». Biological signals and receptors 9 (3–4): 137-59. PMID 10899700. 
  48. a b Herrera E, Barbas C (2001). «Vitamin E: action, metabolism and perspectives». J Physiol Biochem 57 (2): 43 - 56. PMID 11579997. 
  49. a b Brigelius-Flohé R, Traber M (1999). «Vitamin E: function and metabolism». FASEB J 13 (10): 1145 - 55. PMID 10385606. 
  50. Wang X, Quinn P (1999). «Vitamin E and its function in membranes». Prog Lipid Res 38 (4): 309 - 36. PMID 10793887. 
  51. Sen C, Khanna S, Roy S (2006). «Tocotrienols: Vitamin E beyond tocopherols». Life Sci 78 (18): 2088 - 98. PMID 16458936. 
  52. Cantrell, A., McGarvey, D.J., Truscott, T. G., Rancan, F. and B€ohmb, F. Singlet oxygen quenching by dietary carotenoids in a model membrane environment Archives of Biochemistry and Biophysics 412: 47–54, 2003.
  53. a b Stahl, W. And Sies, H. Antioxidant activity of carotenoids Molecular Aspects of Medicine 24: 345–351, 2003.
  54. van Haaften, R., Haenen, G. Evelo, C. and Bast, A. Effect of Vitamin E on Glutathione-Dependent Enzymes. Drug Metabolism reviews 35: 215–253, 2003.
  55. Stahl, W. And Sies, H. Bioactivity and protective effects of natural carotenoids Biochimica et Biophysica Acta 1740: 101– 107, 2005.
  56. Bando, B., Hayashi, H., Wakamatsu, S., Inakuma T. Miyoshi, M., Nagao, A., Yamauchi, R. and Terao, T. Participation of singlet oxygen in ultraviolet-A-induced lipid peroxidation in mouse skin and its inhibition by dietary β-carotene: an ex vivo study. Free Radical Biology & Medicine. 37: 1854–1863, 2004.
  57. Cheynier, V. Polyphenols in foods are more complex than often thought. Am J Clin Nutr. 81(suppl): 223S–9S, 2005.
  58. a b c Girgin, F. and Yildirim, E. Anti-inflammatory effects of dietary antioxidants. Curr. Med. Chem. 3:19-30, 2004.
  59. Soobrattee, M. A., Neergheen, V.S., Luximon-Ramma, A., Aruomab, O.I. and Bahorun, T. Phenolics as potential antioxidant therapeutic agents: Mechanism and actions. Mutation Research 579: 200–213, 2005.
  60. a b Halliwell, B., Rafter, J. and Jenner, A. Health promotion by flavonoids, tocopherols, tocotrienols, and other phenols: direct or indirect effects? Antioxidant or not?. Am J Clin Nutr. 81(suppl): 268S–76S, 2005.
  61. Vaya, J. and Aviram, M. Nutritional Antioxidants: Mechanisms of Action, Analyses of Activities and Medical Applications Curr. Med. Chem. 1: 99-117,2001.
  62. Roginsky, V. Chain-breaking antioxidant activity of natural polyphenols as determined during the chain oxidation of methyl linoleate in Triton X-100 micelles. Archives of Biochemistry and Biophysics 414: 261–270, 2003.
  63. Duarte TL, Lunec J (2005). «Review: When is an antioxidant not an antioxidant? A review of novel actions and reactions of vitamin C». Free Radic. Res. 39 (7): 671-86. PMID 16036346. 
  64. a b Carr A, Frei B (1999). «Does vitamin C act as a pro-oxidant under physiological conditions?». FASEB J. 13 (9): 1007-24. PMID 10336883. 
  65. Stohs SJ, Bagchi D (1995). «Oxidative mechanisms in the toxicity of metal ions». Free Radic. Biol. Med. 18 (2): 321-36. PMID 7744317. 
  66. Valko M, Morris H, Cronin MT (2005). «Metals, toxicity and oxidative stress». Curr. Med. Chem. 12 (10): 1161-208. PMID 15892631. 
  67. Halliwell B (2007). «Dietary polyphenols: good, bad, or indifferent for your health?». Cardiovasc. Res. 73 (2): 341-7. PMID 17141749. 
  68. Hao Q, Maret W (2005). «Imbalance between pro-oxidant and pro-antioxidant functions of zinc in disease». J. Alzheimers Dis. 8 (2): 161-70; discussion 209-15. PMID 16308485. 
  69. Schneider C (2005). «Chemistry and biology of vitamin E». Mol Nutr Food Res 49 (1): 7-30. PMID 15580660. 
  70. a b Ho Y, Magnenat J, Gargano M, Cao J. «The nature of antioxidant defense mechanisms: a lesson from transgenic studies». Environ Health Perspect. 106 Suppl 5: 1219-28. PMID 9788901. 
  71. Zelko I, Mariani T, Folz R (2002). «Superoxide dismutase multigene family: a comparison of the CuZn-SOD (SOD1), Mn-SOD (SOD2), and EC-SOD (SOD3) gene structures, evolution, and expression». Free Radic Biol Med 33 (3): 337-49. PMID 12126755. 
  72. a b Bannister J, Bannister W, Rotilio G (1987). «Aspects of the structure, function, and applications of superoxide dismutase». CRC Crit Rev Biochem 22 (2): 111-80. PMID 3315461. 
  73. Johnson F, Giulivi C. «Superoxide dismutases and their impact upon human health». Mol Aspects Med 26 (4–5): 340-52. PMID 16099495. 
  74. Nozik-Grayck E, Suliman H, Piantadosi C (2005). «Extracellular superoxide dismutase». Int J Biochem Cell Biol 37 (12): 2466-71. PMID 16087389. 
  75. Melov S, Schneider J, Day B, Hinerfeld D, Coskun P, Mirra S, Crapo J, Wallace D (1998). «A novel neurological phenotype in mice lacking mitochondrial manganese superoxide dismutase». Nat Genet 18 (2): 159-63. PMID 9462746. 
  76. Reaume A, Elliott J, Hoffman E, Kowall N, Ferrante R, Siwek D, Wilcox H, Flood D, Beal M, Brown R, Scott R, Snider W (1996). «Motor neurons in Cu/Zn superoxide dismutase-deficient mice develop normally but exhibit enhanced cell death after axonal injury». Nat Genet 13 (1): 43-7. PMID 8673102. 
  77. Van Camp W, Inzé D, Van Montagu M (1997). «The regulation and function of tobacco superoxide dismutases». Free Radic Biol Med 23 (3): 515-20. PMID 9214590. 
  78. Chelikani P, Fita I, Loewen P (2004). «Diversity of structures and properties among catalases». Cell Mol Life Sci 61 (2): 192-208. PMID 14745498. 
  79. Zámocký M, Koller F (1999). «Understanding the structure and function of catalases: clues from molecular evolution and in vitro mutagenesis». Prog Biophys Mol Biol 72 (1): 19-66. PMID 10446501. 
  80. del Río L, Sandalio L, Palma J, Bueno P, Corpas F (1992). «Metabolism of oxygen radicals in peroxisomes and cellular implications». Free Radic Biol Med 13 (5): 557-80. PMID 1334030. 
  81. Hiner A, Raven E, Thorneley R, García-Cánovas F, Rodríguez-López J (2002). «Mechanisms of compound I formation in heme peroxidases». J Inorg Biochem 91 (1): 27-34. PMID 12121759. 
  82. Mueller S, Riedel H, Stremmel W (1997). «Direct evidence for catalase as the predominant H2O2 -removing enzyme in human erythrocytes». Blood 90 (12): 4973-8. PMID 9389716. 
  83. Ogata M (1991). «Acatalasemia». Hum Genet 86 (4): 331-40. PMID 1999334. 
  84. Parsonage D, Youngblood D, Sarma G, Wood Z, Karplus P, Poole L (2005). «Analysis of the link between enzymatic activity and oligomeric state in AhpC, a bacterial peroxiredoxin». Biochemistry 44 (31): 10583-92. PMID 16060667.  PDB 1YEX
  85. Rhee S, Chae H, Kim K (2005). «Peroxiredoxins: a historical overview and speculative preview of novel mechanisms and emerging concepts in cell signaling». Free Radic Biol Med 38 (12): 1543-52. PMID 15917183. 
  86. Wood Z, Schröder E, Robin Harris J, Poole L (2003). «Structure, mechanism and regulation of peroxiredoxins». Trends Biochem Sci 28 (1): 32-40. PMID 12517450. 
  87. Claiborne A, Yeh J, Mallett T, Luba J, Crane E, Charrier V, Parsonage D (1999). «Protein-sulfenic acids: diverse roles for an unlikely player in enzyme catalysis and redox regulation». Biochemistry 38 (47): 15407-16. PMID 10569923. 
  88. Neumann C, Krause D, Carman C, Das S, Dubey D, Abraham J, Bronson R, Fujiwara Y, Orkin S, Van Etten R (2003). «Essential role for the peroxiredoxin Prdx1 in erythrocyte antioxidant defence and tumour suppression». Nature 424 (6948): 561-5. PMID 12891360. 
  89. Lee T, Kim S, Yu S, Kim S, Park D, Moon H, Dho S, Kwon K, Kwon H, Han Y, Jeong S, Kang S, Shin H, Lee K, Rhee S, Yu D (2003). «Peroxiredoxin II is essential for sustaining life span of erythrocytes in mice». Blood 101 (12): 5033-8. PMID 12586629. 
  90. Dietz K, Jacob S, Oelze M, Laxa M, Tognetti V, de Miranda S, Baier M, Finkemeier I (2006). «The function of peroxiredoxins in plant organelle redox metabolism». J Exp Bot 57 (8): 1697-709. PMID 16606633. 
  91. Nordberg J, Arner ES (2001). «Reactive oxygen species, antioxidants, and the mammalian thioredoxin system». Free Radic Biol Med 31 (11): 1287-312. PMID 11728801. 
  92. Vieira Dos Santos C, Rey P (2006). «Plant thioredoxins are key actors in the oxidative stress response». Trends Plant Sci 11 (7): 329-34. PMID 16782394. 
  93. Arnér E, Holmgren A (2000). «Physiological functions of thioredoxin and thioredoxin reductase». Eur J Biochem 267 (20): 6102-9. PMID 11012661. Archivado desde el original el 22 de diciembre de 2007. Consultado el 15 de octubre de 2007. 
  94. Mustacich D, Powis G. «Thioredoxin reductase». Biochem J. 346 Pt 1: 1-8. PMID 10657232. 
  95. Creissen G, Broadbent P, Stevens R, Wellburn A, Mullineaux P (1996). «Manipulation of glutathione metabolism in transgenic plants». Biochem Soc Trans 24 (2): 465-9. PMID 8736785. 
  96. Brigelius-Flohé R (1999). «Tissue-specific functions of individual glutathione peroxidases». Free Radic Biol Med 27 (9–10): 951-65. PMID 10569628. 
  97. Ho Y, Magnenat J, Bronson R, Cao J, Gargano M, Sugawara M, Funk C (1997). «Mice deficient in cellular glutathione peroxidase develop normally and show no increased sensitivity to hyperoxia». J Biol Chem 272 (26): 16644-51. PMID 9195979. Archivado desde el original el 8 de mayo de 2009. Consultado el 15 de octubre de 2007. 
  98. de Haan J, Bladier C, Griffiths P, Kelner M, O'Shea R, Cheung N, Bronson R, Silvestro M, Wild S, Zheng S, Beart P, Hertzog P, Kola I (1998). «Mice with a homozygous null mutation for the most abundant glutathione peroxidase, Gpx1, show increased susceptibility to the oxidative stress-inducing agents paraquat and hydrogen peroxide». J Biol Chem 273 (35): 22528-36. PMID 9712879. Archivado desde el original el 13 de febrero de 2009. Consultado el 15 de octubre de 2007. 
  99. Sharma R, Yang Y, Sharma A, Awasthi S, Awasthi Y (2004). «Antioxidant role of glutathione S-transferases: protection against oxidant toxicity and regulation of stress-mediated apoptosis». Antioxid Redox Signal 6 (2): 289-300. PMID 15025930. 
  100. Hayes J, Flanagan J, Jowsey I. «Glutathione transferases». Annu Rev Pharmacol Toxicol 45: 51-88. PMID 15822171. 
  101. Christen Y (2000). «Oxidative stress and Alzheimer disease». Am J Clin Nutr 71 (2): 621S-629S. PMID 10681270. 
  102. Nunomura A, Castellani R, Zhu X, Moreira P, Perry G, Smith M (2006). «Involvement of oxidative stress in Alzheimer disease». J Neuropathol Exp Neurol 65 (7): 631-41. PMID 16825950. 
  103. Wood-Kaczmar A, Gandhi S, Wood N (2006). «Understanding the molecular causes of Parkinson's disease». Trends Mol Med 12 (11): 521-8. PMID 17027339. 
  104. Davì G, Falco A, Patrono C. «Lipid peroxidation in diabetes mellitus». Antioxid Redox Signal 7 (1–2): 256-68. PMID 15650413. 
  105. Giugliano D, Ceriello A, Paolisso G (1996). «Oxidative stress and diabetic vascular complications». Diabetes Care 19 (3): 257-67. PMID 8742574. 
  106. Hitchon C, El-Gabalawy H (2004). «Oxidation in rheumatoid arthritis». Arthritis Res Ther 6 (6): 265-78. PMID 15535839. 
  107. Cookson M, Shaw P (1999). «Oxidative stress and motor neurone disease». Brain Pathol 9 (1): 165-86. PMID 9989458. 
  108. Van Gaal L, Mertens I, De Block C (2006). «Mechanisms linking obesity with cardiovascular disease». Nature 444 (7121): 875-80. PMID 17167476. 
  109. Aviram M (2000). «Review of human studies on oxidative damage and antioxidant protection related to cardiovascular diseases». Free Radic Res. 33 Suppl: S85-97. PMID 11191279. 
  110. González D., Rodríguez, A.B., Pariente, J.A. (2014). "TNFa-induced apoptosis in human myeloid cell lines HL-60 and K562 is dependent of intracellular ROS generation". Molecular and Cellular Biochemistry 390: 281-287.
  111. G. López-Lluch, N. Hunt, B. Jones, M. Zhu, H. Jamieson, S. Hilmer, M. V. Cascajo, J. Allard, D. K. Ingram, P. Navas, and R. de Cabo (2006). «Calorie restriction induces mitochondrial biogenesis and bioenergetic efficiency». Proc Natl Acad Sci U S A 103 (6): 1768 - 1773. PMID 16446459. doi:10.1073/pnas.0510452103. 
  112. Larsen, P. L. (1 de octubre de 1993). «Aging and resistance to oxidative damage in Caenorhabditis elegans». Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of America 90 (19): 8905-8909. ISSN 0027-8424. PMID 8415630. doi:10.1073/pnas.90.19.8905. Consultado el 8 de marzo de 2023. 
  113. Helfand S, Rogina B (2003). «Genetics of aging in the fruit fly, Drosophila melanogaster». Annu Rev Genet 37: 329-48. PMID 14616064. 
  114. Sohal R, Mockett R, Orr W (2002). «Mechanisms of aging: an appraisal of the oxidative stress hypothesis». Free Radic Biol Med 33 (5): 575-86. PMID 12208343. 
  115. Sohal R (2002). «Role of oxidative stress and protein oxidation in the aging process». Free Radic Biol Med 33 (1): 37-44. PMID 12086680. 
  116. Rattan S (2006). «Theories of biological aging: genes, proteins, and free radicals». Free Radic Res 40 (12): 1230-8. PMID 17090411. 
  117. Thomas D (2004). «Vitamins in health and aging». Clin Geriatr Med 20 (2): 259-74. PMID 15182881. 
  118. Ward J (1998). «Should antioxidant vitamins be routinely recommended for older people?». Drugs Aging 12 (3): 169-75. PMID 9534018. 
  119. Reiter R (1995). «Oxidative processes and antioxidative defense mechanisms in the aging brain». FASEB J 9 (7): 526-33. PMID 7737461. 
  120. Warner D, Sheng H, Batinić-Haberle I (2004). «Oxidants, antioxidants and the ischemic brain». J Exp Biol 207 (Pt 18): 3221-31. PMID 15299043. 
  121. Wilson J, Gelb A (2002). «Free radicals, antioxidants, and neurologic injury: possible relationship to cerebral protection by anesthetics». J Neurosurg Anesthesiol 14 (1): 66-79. PMID 11773828. 
  122. Lees K, Davalos A, Davis S, Diener H, Grotta J, Lyden P, Shuaib A, Ashwood T, Hardemark H, Wasiewski W, Emeribe U, Zivin J (2006). «Additional outcomes and subgroup analyses of NXY-059 for acute ischemic stroke in the SAINT I trial». Stroke 37 (12): 2970-8. PMID 17068304. 
  123. Lees K, Zivin J, Ashwood T, Davalos A, Davis S, Diener H, Grotta J, Lyden P, Shuaib A, Hårdemark H, Wasiewski W (2006). «NXY-059 for acute ischemic stroke». N Engl J Med 354 (6): 588-600. PMID 16467546. 
  124. Yamaguchi T, Sano K, Takakura K, Saito I, Shinohara Y, Asano T, Yasuhara H (1998). «Ebselen in acute ischemic stroke: a placebo-controlled, double-blind clinical trial. Ebselen Study Group». Stroke 29 (1): 12-7. PMID 9445321. 
  125. Di Matteo V, Esposito E (2003). «Biochemical and therapeutic effects of antioxidants in the treatment of Alzheimer's disease, Parkinson's disease, and amyotrophic lateral sclerosis». Curr Drug Targets CNS Neurol Disord 2 (2): 95-107. PMID 12769802. 
  126. Rao A, Balachandran B (2002). «Role of oxidative stress and antioxidants in neurodegenerative diseases». Nutr Neurosci 5 (5): 291-309. PMID 12385592. 
  127. a b c Stanner SA, Hughes J, Kelly CN, Buttriss J (2004). «A review of the epidemiological evidence for the 'antioxidant hypothesis'». Public Health Nutr 7 (3): 407-22. PMID 15153272. 
  128. Bartlett H, Eperjesi F (2003). «Age-related macular degeneration and nutritional supplementation: a review of randomised controlled trials». Ophthalmic Physiol Opt 23 (5): 383-99. PMID 12950886. 
  129. Wintergerst E, Maggini S, Hornig D (2006). «Immune-enhancing role of vitamin C and zinc and effect on clinical conditions». Ann Nutr Metab 50 (2): 85-94. PMID 16373990. 
  130. Wang J, Wen L, Huang Y, Chen Y, Ku M (2006). «Dual effects of antioxidants in neurodegeneration: direct neuroprotection against oxidative stress and indirect protection via suppression of glia-mediated inflammation». Curr Pharm Des 12 (27): 3521-33. PMID 17017945. 
  131. Bleys J, Miller E, Pastor-Barriuso R, Appel L, Guallar E (2006). «Vitamin-mineral supplementation and the progression of atherosclerosis: a meta-analysis of randomized controlled trials». Am. J. Clin. Nutr. 84 (4): 880-7; quiz 954-5. PMID 17023716. 
  132. Cherubini A, Vigna G, Zuliani G, Ruggiero C, Senin U, Fellin R (2005). «Role of antioxidants in atherosclerosis: epidemiological and clinical update». Curr Pharm Des 11 (16): 2017-32. PMID 15974956. 
  133. Rimm EB, Stampfer MJ, Ascherio A, Giovannucci E, Colditz GA, Willett WC (1993). «Vitamin E consumption and the risk of coronary heart disease in men». N Engl J Med 328 (20): 1450-6. PMID 8479464. 
  134. Vivekananthan DP, Penn MS, Sapp SK, Hsu A, Topol EJ (2003). «Use of antioxidant vitamins for the prevention of cardiovascular disease: meta-analysis of randomised trials». Lancet 361 (9374): 2017-23. PMID 12814711. 
  135. a b Hercberg S, Galan P, Preziosi P, Bertrais S, Mennen L, Malvy D, Roussel AM, Favier A, Briancon S (2004). «The SU.VI.MAX Study: a randomized, placebo-controlled trial of the health effects of antioxidant vitamins and minerals». Arch Intern Med 164 (21): 2335-42. PMID 15557412. 
  136. Radimer K, Bindewald B, Hughes J, Ervin B, Swanson C, Picciano M (2004). «Dietary supplement use by US adults: data from the National Health and Nutrition Examination Survey, 1999–2000». Am J Epidemiol 160 (4): 339-49. PMID 15286019. 
  137. a b Shenkin A (2006). «The key role of micronutrients». Clin Nutr 25 (1): 1-13. PMID 16376462. 
  138. Woodside J, McCall D, McGartland C, Young I (2005). «Micronutrients: dietary intake v. supplement use». Proc Nutr Soc 64 (4): 543-53. PMID 16313697. 
  139. González D., De Nicola, M., Bruni, E., Caputo, F., Rodríguez, A.B., Pariente, J.A., Ghibelli, L. (2014). "Nanoceria protects from alterations in oxidative metabolism and calcium overloads induced by TNFa and cycloheximide in U937 cells: pharmacological potential of nanoparticles". Molecular and Cellular Biochemistry 397: 245-253.
  140. Dekkers J, van Doornen L, Kemper H (1996). «The role of antioxidant vitamins and enzymes in the prevention of exercise-induced muscle damage». Sports Med 21 (3): 213-38. PMID 8776010. 
  141. Tiidus, P. M. (Mayo de 1998). «Radical species in inflammation and overtraining». Canadian Journal of Physiology and Pharmacology 76 (5): 533-538. ISSN 0008-4212. PMID 9839079. doi:10.1139/cjpp-76-5-533. Consultado el 8 de marzo de 2023. 
  142. Leeuwenburgh C, Fiebig R, Chandwaney R, Ji L (1994). «Aging and exercise training in skeletal muscle: responses of glutathione and antioxidant enzyme systems». Am J Physiol 267 (2 Pt 2): R439-45. PMID 8067452. Archivado desde el original el 19 de septiembre de 2007. Consultado el 15 de octubre de 2007. 
  143. Leeuwenburgh, C.; Heinecke, J. (2001). «Oxidative stress and antioxidants in exercise». Curr Med Chem 8 (7): 829-38. PMID 11375753. doi:10.2174/0929867013372896. 
  144. Takanami Y, Iwane H, Kawai Y, Shimomitsu T (2000). «Vitamin E supplementation and endurance exercise: are there benefits?». Sports Med 29 (2): 73-83. PMID 10701711. doi:10.2165/00007256-200029020-00001. 
  145. Mastaloudis A, Traber M, Carstensen K, Widrick J (2006). «Antioxidants did not prevent muscle damage in response to an ultramarathon run». Med Sci Sports Exerc 38 (1): 72-80. PMID 16394956. 
  146. Peake J (2003). «Vitamin C: effects of exercise and requirements with training». Int J Sport Nutr Exerc Metab 13 (2): 125-51. PMID 12945825. 
  147. Jakeman P, Maxwell S (1993). «Effect of antioxidant vitamin supplementation on muscle function after eccentric exercise». Eur J Appl Physiol Occup Physiol 67 (5): 426-30. PMID 8299614. 
  148. Close G, Ashton T, Cable T, Doran D, Holloway C, McArdle F, MacLaren D (2006). «Ascorbic acid supplementation does not attenuate post-exercise muscle soreness following muscle-damaging exercise but may delay the recovery process». Br J Nutr 95 (5): 976-81. PMID 16611389. 
  149. Hurrell R (2003). «Influence of vegetable protein sources on trace element and mineral bioavailability». J Nutr 133 (9): 2973S-7S. PMID 12949395. 
  150. Hunt J (2003). «Bioavailability of iron, zinc, and other trace minerals from vegetarian diets». Am J Clin Nutr 78 (3 Suppl): 633S-639S. PMID 12936958. 
  151. Gibson R, Perlas L, Hotz C (2006). «Improving the bioavailability of nutrients in plant foods at the household level». Proc Nutr Soc 65 (2): 160-8. PMID 16672077. 
  152. a b Mosha T, Gaga H, Pace R, Laswai H, Mtebe K (1995). «Effect of blanching on the content of antinutritional factors in selected vegetables». Plant Foods Hum Nutr 47 (4): 361-7. PMID 8577655. 
  153. Sandberg A (2002). «Bioavailability of minerals in legumes». Br J Nutr. 88 Suppl 3: S281-5. PMID 12498628. 
  154. a b Beecher G (2003). «Overview of dietary flavonoids: nomenclature, occurrence and intake». J Nutr 133 (10): 3248S-3254S. PMID 14519822. 
  155. Prashar A, Locke I, Evans C (2006). «Cytotoxicity of clove (Syzygium aromaticum) oil and its major components to human skin cells». Cell Prolif 39 (4): 241-8. PMID 16872360. 
  156. Hornig D, Vuilleumier J, Hartmann D (1980). «Absorption of large, single, oral intakes of ascorbic acid». Int J Vitam Nutr Res 50 (3): 309-14. PMID 7429760. 
  157. Omenn G, Goodman G, Thornquist M, Balmes J, Cullen M, Glass A, Keogh J, Meyskens F, Valanis B, Williams J, Barnhart S, Cherniack M, Brodkin C, Hammar S (1996). «Risk factors for lung cancer and for intervention effects in CARET, the Beta-Carotene and Retinol Efficacy Trial». J Natl Cancer Inst 88 (21): 1550-9. PMID 8901853. 
  158. Albanes D (1999). «Beta-carotene and lung cancer: a case study». Am J Clin Nutr 69 (6): 1345S-1350S. PMID 10359235. Archivado desde el original el 3 de marzo de 2007. 
  159. a b Bjelakovic G, Nikolova D, Gluud L, Simonetti R, Gluud C (2007). «Mortality in Randomized Trials of Antioxidant Supplements for Primary and Secondary Prevention: Systematic Review and Meta-analysis». JAMA 297 (8): 842-57. PMID 17327526. 
  160. Study Citing Antioxidant Vitamin Risks Based On Flawed Methodology, Experts Argue News release from Oregon State University published on ScienceDaily, Accessed 19 April 2007
  161. Miller E, Pastor-Barriuso R, Dalal D, Riemersma R, Appel L, Guallar E (2005). «Meta-analysis: high-dosage vitamin E supplementation may increase all-cause mortality». Ann Intern Med 142 (1): 37-46. PMID 15537682. 
  162. Bjelakovic G, Nagorni A, Nikolova D, Simonetti R, Bjelakovic M, Gluud C (2006). «Meta-analysis: antioxidant supplements for primary and secondary prevention of colorectal adenoma». Aliment Pharmacol Ther 24 (2): 281-91. PMID 16842454. 
  163. Caraballoso M, Sacristan M, Serra C, Bonfill X. «Drugs for preventing lung cancer in healthy people». Cochrane Database Syst Rev: CD002141. PMID 12804424. 
  164. Bjelakovic G, Nagorni A, Nikolova D, Simonetti R, Bjelakovic M, Gluud C (2006). «Meta-analysis: antioxidant supplements for primary and secondary prevention of colorectal adenoma». Aliment. Pharmacol. Ther. 24 (2): 281-91. PMID 16842454. 
  165. Coulter I, Hardy M, Morton S, Hilton L, Tu W, Valentine D, Shekelle P (2006). «Antioxidants vitamin C and vitamin e for the prevention and treatment of cancer». Journal of general internal medicine : official journal of the Society for Research and Education in Primary Care Internal Medicine 21 (7): 735-44. PMID 16808775. 
  166. Schumacker P (2006). «Reactive oxygen species in cancer cells: Live by the sword, die by the sword.». Cancer Cell 10 (3): 175-6. PMID 16959608. 
  167. Seifried H, McDonald S, Anderson D, Greenwald P, Milner J (2003). «The antioxidant conundrum in cancer». Cancer Res 63 (15): 4295-8. PMID 12907593. 
  168. Simone C, Simone N, Simone V, Simone C (2007). «Antioxidants and other nutrients do not interfere with chemotherapy or radiation therapy and can increase kill and increase survival, part 1». Alternative therapies in health and medicine 13 (1): 22-8. PMID 17283738. 
  169. Moss R (2006). «Should patients undergoing chemotherapy and radiotherapy be prescribed antioxidants?». Integrative cancer therapies 5 (1): 63-82. PMID 16484715. 
  170. J. Basulto, L. Coarsi. La falacia de los antioxidantes. Eroski Consumer, 5 de noviembre de 2013
  171. «American Heart Association. Can antioxidants in fruits and vegetables protect you and your heart? Actualizado el 20 de octubre de 2013. Consultado el 8 de noviembre de 2013». Archivado desde el original el 1 de octubre de 2015. Consultado el 8 de noviembre de 2013. 
  172. «Antioxidants and Cancer Prevention - NCI». www.cancer.gov (en inglés). 17 de enero de 2014. Consultado el 8 de marzo de 2023. 
  173. Cao G, Alessio H, Cutler R (1993). «Oxygen-radical absorbance capacity assay for antioxidants». Free Radic Biol Med 14 (3): 303-11. PMID 8458588. 
  174. Ou B, Hampsch-Woodill M, Prior R (2001). «Development and validation of an improved oxygen radical absorbance capacity assay using fluorescein as the fluorescent probe». J Agric Food Chem 49 (10): 4619-26. PMID 11599998. 
  175. Prior, R.; Wu, X.; Schaich, K. (2005). «Standardized methods for the determination of antioxidant capacity and phenolics in foods and dietary supplements». J Agric Food Chem 53 (10): 4290-302. PMID 15884874. doi:10.1021/jf0502698. 
  176. González-Flores, David; Gamero, Esther; Garrido, María; Ramírez, Rosario; Moreno, Daniel; Delgado, Jonathan; Valdés, Esperanza; Barriga, Carmen et al. (Enero de 2012). «Urinary 6-sulfatoxymelatonin and total antioxidant capacity increase after the intake of a grape juice cv. Tempranillo stabilized with HHP». Food & Function 3 (1): 34-39. ISSN 2042-650X. PMID 22033761. doi:10.1039/c1fo10146c. Consultado el 8 de marzo de 2023. 
  177. Cao G, Prior R (1998). «Comparison of different analytical methods for assessing total antioxidant capacity of human serum». Clin Chem 44 (6 Pt 1): 1309-15. PMID 9625058. Archivado desde el original el 29 de junio de 2007. Consultado el 15 de octubre de 2007. 
  178. González-Flores D, Velardo B, Garrido M, González-Gómez D, Lozano M, Ayuso M.C, Barriga C, Paredes S.D, Rodríguez A.B. (2011). "Ingestion of Japanese plums (Prunus salicina Lindl. cv. Crimson Globe) increases the urinary 6-sulfatoxymelatonin and total antioxidant capacity levels in young, middle-aged and elderly humans: Nutritional and functional characterization of their content". Journal of Food and Nutrition Research 50(4): 229-236.
  179. Xianquan S, Shi J, Kakuda Y, Yueming J (2005). «Stability of lycopene during food processing and storage». J Med Food 8 (4): 413-22. PMID 16379550. 
  180. Rodriguez-Amaya D. «Food carotenoids: analysis, composition and alterations during storage and processing of foods». Forum Nutr 56: 35-7. PMID 15806788. 
  181. Baublis A, Lu C, Clydesdale F, Decker E (2000). «Potential of wheat-based breakfast cereals as a source of dietary antioxidants». J Am Coll Nutr 19 (3 Suppl): 308S-311S. PMID 10875602. Archivado desde el original el 23 de diciembre de 2009. 
  182. Rietveld A, Wiseman S (2003). «Antioxidant effects of tea: evidence from human clinical trials». J Nutr 133 (10): 3285S-3292S. PMID 14519827. 
  183. Henry, C. J. K.; Heppell, N. (Febrero de 2002). «Nutritional losses and gains during processing: future problems and issues». The Proceedings of the Nutrition Society 61 (1): 145-148. ISSN 0029-6651. PMID 12002789. doi:10.1079/pns2001142. Consultado el 8 de marzo de 2023. 
  184. Garrido, María; González-Flores, David; Marchena, Ana M.; Prior, Estrella; García-Parra, Jesús; Barriga, Carmen; Rodríguez Moratinos, Ana B. (Junio de 2013). «A lycopene-enriched virgin olive oil enhances antioxidant status in humans». Journal of the Science of Food and Agriculture 93 (8): 1820-1826. ISSN 1097-0010. PMID 23225211. doi:10.1002/jsfa.5972. Consultado el 8 de marzo de 2023. 
  185. «Antioxidants and Cancer Prevention: Fact Sheet». National Cancer Institute. Consultado el 27 de febrero de 2007. 
  186. Witschi A, Reddy S, Stofer B, Lauterburg B (1992). «The systemic availability of oral glutathione». Eur J Clin Pharmacol 43 (6): 667-9. PMID 1362956. 
  187. Kader A, Zagory D, Kerbel E (1989). «Modified atmosphere packaging of fruits and vegetables». Crit Rev Food Sci Nutr 28 (1): 1-30. PMID 2647417. 
  188. «Bioquímica de los alimentos. Antioxidantes». 
  189. Iverson F (1995). «Phenolic antioxidants: Health Protection Branch studies on butylated hydroxyanisole». Cancer Lett 93 (1): 49-54. PMID 7600543. 
  190. «E number index». UK food guide. Archivado desde el original el 4 de marzo de 2007. Consultado el 5 de marzo de 2007. 
  191. CE Boozer, GS Hammond, CE Hamilton (1955) "Air Oxidation of Hydrocarbons. The Stoichiometry and Fate of Inhibitors in Benzene and Chlorobenzene". Journal of the American Chemical Society, 3233–3235
  192. «Why use Antioxidants?». SpecialChem Adhesives. Archivado desde el original el 11 de febrero de 2007. Consultado el 27 de febrero de 2007. 
  193. a b «Fuel antioxidants». Innospec Chemicals. Archivado desde el original el 15 de octubre de 2006. Consultado el 27 de febrero de 2007. 

Lecturas complementarias editar

Enlaces externos editar