Batalla de Montgisard

La batalla de Montgisard fue un combate que tuvo lugar el 25 de noviembre de 1177 entre musulmanes al mando de Saladino y cristianos bajo las órdenes del rey Balduino IV de Jerusalén, más conocido como el «rey leproso». El choque se produjo durante los últimos años del Reino Cristiano de Jerusalén, cuando Saladino amenazaba con invadir los estados francos en Siria.

Batalla de Montgisard
Cruzadas
Parte de batallas de los cruzados entre 1140 y 1189

Representación de la batalla
Fecha 25 de noviembre de 1177
Lugar Tel Guézer, cerca del Kibutz Gezer
Coordenadas 31°52′N 34°55′E / 31.86, 34.92
Resultado Victoria cristiana
Beligerantes
Reino de Jerusalén Ayubíes
Comandantes
Balduino IV de Jerusalén
Eudes de Saint-Amand
Reinaldo de Châtillon
Joscelino III de Edesa
Reinaldo de Sidón
Aubert, obispo de Belén
Saladino
Fuerzas en combate
350 caballeros
(80 templarios)
Menos de 4000 infantes
20 000-27 000 hombres
Bajas
1100 muertos
750 heridos[nota 1]
Más de 15 000, sin contar la retirada, en la que murieron muchos musulmanes de sed, perdiendo caballos, etc.

Historia de la batalla editar

El Reino de Jerusalén se encontraba al borde de la invasión de los mamelucos y soldados musulmanes del sultán Saladino, que mandaba un ejército de veintisiete mil hombres según Guillermo de Tiro. El sultán emprendió la invasión de los campos creyendo atacar a un país sin defensores. Pero el joven rey Balduino IV reunió a todos los caballeros que le quedaban y se llevó la Vera Cruz. Primero fue a refugiarse a Ascalón.

El rey de Jerusalén llevaba consigo trescientos setenta y cinco caballeros, de los cuales ochenta eran templarios a las órdenes del maestre Eudes de Saint Amand, Reinaldo de Châtillon y Joscelino III de Courtenay, tío del rey; los hermanos Íbelin, Reinaldo de Sidón y Aubert, obispo de Belén, que llevaba la Vera Cruz. La infantería fue reclutada a toda prisa, incluidos los burgueses, y era más numerosa que la caballería, pero no superaba los cuatro mil hombres.

El ejército cristiano acometió por sorpresa la retaguardia del musulmán, lo que produjo una gran confusión en las filas del ejército de Saladino, quien se salvó de milagro gracias a la abnegación de los mamelucos de su guardia personal, que murieron casi todos protegiéndolo. Dicen las crónicas: «El joven rey, atacado por la lepra, superó todos los obstáculos y luchó con un gran valor, lo que dio también valor a sus hombres».

El ejército de Saladino huyó en desbandada hacia Egipto, con enormes pérdidas, mientras que las tropas cristianas eran recibidas triunfalmente en Jerusalén. La victoria de Montgisard significó la supervivencia del Reino de Jerusalén hasta la muerte del rey Balduino IV.

Notas editar

  1. Según se atribuye a la cifra dada por Roger de Moulins, maestre de los hospitalarios y citado en Stevenson, W. B. (1907). The Crusaders in the East: a brief history of the wars of Islam with the Latins in Syria during the twelfth and thirteenth centuries; Richard, Jean (1979): The Latin kingdom of Jerusalem. Vol. 1, North-Holland Pub. Co. Ámsterdam, ISBN 0444850929, p.149; y el Cartulaire général de l'Ordre des Hospitaliers de Saint-Jean de Jérusalem (1100-1310).

Referencias editar