En la mitología griega, Caribdis (en griego antiguo Χάρυβδις Chárybdis, ‘succionador’) es un horrible monstruo marino femenino, que tragaba enormes cantidades de agua tres veces al día y las devolvía otras tantas veces, adoptando así la forma de un remolino que devoraba todo lo que se ponía a su alcance.[1][2]​ Este monstruo aparece prominentemente en la Odisea. Caribdis nació de la unión entre Poseidón y la Tierra, según una fuente tardía.[3]

Odiseo luchando contra Escila y Caribdis, por Heinrich Füssli (1794-1796).

Habitaba junto a Escila, otro monstruo marino femenino, en un estrecho paso marítimo. Los dos lados del estrecho estaban al alcance de una flecha, tan cercanos que los marineros que intentaban evitar a Caribdis pasaban demasiado cerca de Escila y viceversa.[4]​ La expresión «entre Escila y Caribdis» ha llegado a significar estar entre dos peligros de forma que alejarse de uno hace que se caiga en el otro.

Los argonautas fueron capaces de evitar ambos peligros gracias a que los guio la nereida Tetis, que seguía las órdenes de Hera, protectora de la empresa de los héroes.[5][6]Odiseo no fue tan afortunado, pero siguió los prudentes consejos de Circe: «es mejor que te pegues al pie de la roca de Escila y aceleres la nave al pasar. Más te vale como mucho perder solo seis hombres que hundirte tú mismo con todos».[7]

Tradicionalmente, la situación de Caribdis en el estrecho de Mesina hace que se la asocie con el remolino que forman las corrientes que se encuentran en la zona, pero rara vez es peligroso.[8][9]​ Investigaciones recientes han reexaminado el lugar y sugieren que esta asociación es errónea, y que un origen más probable de la historia podría hallarse cerca del cabo Skilla, al noroeste de Grecia. Otros investigadores, sin embargo, sostienen que se trata de un lugar puramente fabuloso que no es posible identificar con ningún escenario real.

Autores tardíos imaginaron un origen no monstruoso para Caribdis. Se dice que antaño fue una mujer mortal cuya gula era notoria, y que se atrevió a robar parte del ganado de bueyes de Heracles. Zeus, irritado, le arrojó un rayo y la sumió bajo el mar, y desde entonces sigue reteniendo su voracidad característica.[10]​ Otros dicen que fue originalmente una ninfa marina que inundó la tierra para ampliar el reino submarino de su padre Poseidón, hasta que su tío paterno Zeus la transformó en un monstruo.

Véase también editar

Referencias editar

  1. Homero: Odisea XII 104-106
  2. Virgilio: Eneida III 418 ss.
  3. Servio, comentario sobre la Eneida de Virgilio 3.420
  4. Homero: Odisea XII, 102
  5. Apolonio de Rodas: Argonáuticas IV 786 y 825
  6. Apolodoro: Biblioteca I 9, 25
  7. Homero: Odisea XII 108-110
  8. Estrabón: Geografía VI 2, 3
  9. Enciclopedia Suda, voz «Caribdis».
  10. Servio: sobre la Eneida III 420

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