Dragon Runner es un robot militar creado para la guerra urbana. Con un peso de 20 libras, es lo suficientemente ligero para ser llevado y lanzado.[1]​ El proyecto original fue fundado por el Marine Corps Warfighting Lab en conjunto con la Universidad Carnegie Mellon. Fue diseñado en esta mientras los electrónicos y el revestimiento termoplástico estaban siendo desarrollados y fabricados por Automatika, Inc. El desarrollo inicial fue conducido por el Laboratorio de Investigación Naval de los Estados Unidos, incluyendo el diseño inicial, producción y test de campo.

Versión sometida a seguimiento en Jordania con el ejército británico en 2012

El robot tiene cuatro ruedas, mide 38 cm de largo, menos que la anchura de un pie, y 13 cm de alto. El robot es muy áspero, y se puede lanzar sobre vallas, huecos de escaleras, desde un vehículo en movimiento a 70km/h o incluso desde un tercer piso. No importa como caiga porque ningún lado es el correcto. Sin embargo, no fue diseñado para subir o bajar escaleras por sí solo, sino que fue diseñado para que se pudiese llevar.

Uso editar

Dragon Runner está diseñado para áreas que son muy peligrosas o inaccesibles para soldados humanos, particularmente ambientes humanos. La inclinación de la cámara colocada en el frente proporciona un vídeo que es retransmitido a su controlador por un módem inalámbrico. Aporta a los soldados una vista a través de esquinas y otras obstrucciones que le previenen de ser visto por enemigos escondidos. También puede ver usando los sistemas ópticos de los VANTs.

Dragon Runner puede operar en tres modos distintos:

  • Modo Conducción: El robot conduce, transmitiendo imágenes al operador.
  • Modo Centinela: Dragon Runner se queda quieto, usando un micrófono y sensores que pueden detectar movimiento a 9,1 metros. Si detecta algo, alertará al operador.
  • Modo Ver: El robot no se mueve y proporciona imágenes al operador.

Las modificaciones incluyen permitirle trepar escaleras y peldaños que pueden encenderse rápida y fácilmente en el campo por un soldado sin herramientas.

En junio de 2010, bajo un contrato de £12 millones con QinetiQ UK, alrededor de 100 Dragon Runners fueron ordenados por el ejército británico para mejorar la habilidad de expertos en desactivar bombas para encontrar y desactivar explosivos improvisados en la primera línea de Afganistán. El primer uso fue entonces ya demostrando su utilidad en contra de amenaza de bombas en las carreteras.[2][3][4]

Referencias editar

Enlaces externos editar