El efecto Flynn es la subida continua, año por año, de las puntuaciones de cociente intelectual, un efecto visto en la mayor parte del mundo. Una serie de investigaciones del Reino Unido desde 1938 hasta 2008 estimó la tasa de crecimiento en torno a 2 o 3 puntos de CI por década.[1][2]​ Fue llamado así por Richard Herrnstein y Charles Murray en su libro The Bell Curve para hacer referencia al investigador político neozelandés James Flynn, que fue quien dedicó el mayor interés al fenómeno y lo documentó para todas las culturas.

El efecto Flynn es el aumento sustancial y sostenido de las puntuaciones de los tests de inteligencia, tanto fluidos como cristalizados, que se midieron en muchas partes del mundo a lo largo del siglo XX. Cuando los tests de cociente intelectual (CI) se estandarizan inicialmente utilizando una muestra de examinados, por convención la media de los resultados del test se fija en 100 y su desviación estándar en 15 o 16 puntos de CI. Cuando se revisan los tests de CI, se vuelven a estandarizar utilizando una nueva muestra de participantes, normalmente nacidos más recientemente que la primera. De nuevo, el resultado medio se fija en 100. Sin embargo, cuando los nuevos sujetos realizan los tests más antiguos, en casi todos los casos sus puntuaciones medias son significativamente superiores a 100.[3]

El aumento de las puntuaciones de los tests ha sido continuo y aproximadamente lineal desde los primeros años de los tests hasta la actualidad. Por ejemplo, un estudio publicado en el año 2009 descubrió que las puntuaciones medias de los niños británicos en el test de Matrices Progresivas de Raven aumentaron en 14 puntos de CI desde 1942 hasta 2008.[2]​ Se han observado ganancias similares en muchos otros países en los que las pruebas de CI se han utilizado ampliamente durante mucho tiempo, incluidos otros países de Europa Occidental, Japón y Corea del Sur.[3]

Se han propuesto numerosas explicaciones del efecto Flynn, así como cierto escepticismo sobre sus implicaciones. Se han registrado mejoras similares en la memoria semántica y episódica.[4]​ Las investigaciones sugieren que se está produciendo un efecto Flynn inverso, es decir, un descenso de las puntuaciones de CI, en Noruega, Dinamarca, Australia, Gran Bretaña, Países Bajos, Suecia, Finlandia, Francia y los países de habla alemana, una evolución que parece haber comenzado en la década de 1990.[5][6][7][8]

Referencias editar

  1. Flynn J.R. (7 de marzo de 2009). «Requiem for nutrition as the cause of IQ gains: Raven's gains in Britain 1938-2008.». Economics and Human Biology (Medical Journal) 7 (1): 18-27. PMID 19251490. 
  2. a b Kristof, Nicholas (diciembre de 2012). «It’s a Smart, Smart, Smart World. Artículo de Nicholas Kristof en New York Times». Consultado el 18 de diciembre de 2012. 
  3. a b Baker, David P.; Eslinger, Paul J.; Benavides, Martin; Peters, Ellen; Dieckmann, Nathan F.; Leon, Juan (March 2015). «The cognitive impact of the education revolution: A possible cause of the Flynn Effect on population IQ». Intelligence 49: 144-58. ISSN 0160-2896. doi:10.1016/j.intell.2015.01.003. 
  4. «Flynn effects on sub-factors of episodic and semantic memory: Parallel gains over time and the same set of determining factors». Neuropsychologia (en inglés) 47 (11): 2174-2180. 1 de septiembre de 2009. ISSN 0028-3932. doi:10.1016/j.neuropsychologia.2008.11.007. Consultado el 13 de abril de 2021. 
  5. Teasdale, Thomas W; Owen, David R (2005). «A long-term rise and recent decline in intelligence test performance: The Flynn Effect in reverse». Personality and Individual Differences 39 (4): 837-43. doi:10.1016/j.paid.2005.01.029. 
  6. Dutton, Edward; Lynn, Richard (2013). «A negative Flynn effect in Finland, 1997–2009». Intelligence 41 (6): 817-20. doi:10.1016/j.intell.2013.05.008. 
  7. Pietschnig, Jakob; Gittler, Georg (2015). «A reversal of the Flynn effect for spatial perception in German-speaking countries: Evidence from a cross-temporal IRT-based meta-analysis (1977–2014)». Intelligence 53: 145-53. doi:10.1016/j.intell.2015.10.004. 
  8. Bratsberg, Bernt; Rogeberg, Ole (6 de junio de 2018). «Flynn effect and its reversal are both environmentally caused». Proceedings of the National Academy of Sciences (en inglés) 115 (26): 6674-78. ISSN 0027-8424. PMC 6042097. PMID 29891660. doi:10.1073/pnas.1718793115. 

Véase también editar

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