Elevación del punto de ebullición

El punto de ebullición es la temperatura a la cual la presión de vapor de un líquido es igual a la presión atmosférica. Como el punto de ebullición, depende de la presión atmosférica, este variará al modificarse la presión atmosférica.[1]​ Es de conocimiento el punto de ebullición normal (cuando la presión atmosférica es 760 mm Hg) de ciertos líquidos, pero a veces es necesario saber el punto de ebullición de un líquido a una presión atmosférica distinta a 760 mm Hg, por ejemplo para hacer una separación de una mezcla por destilación. Para calcular la variación que hay entre el punto de ebullición normal y el punto de ebullición a una presión atmosférica se puede aplicar la siguiente fórmula:

Que es conocida como la ecuación de Sidney-Young, donde:

= Cambio en el punto de ebullición ()

= Constante de Sidney-Young. Si las presiones se indican en milímetros de mercurio (mm Hg) y las temperaturas en grados Celsius (°C), los valores de esta constante son, dependiendo de la polaridad del líquido:

     Polaridad         
     Polar           0,00012
     No Polar        0,00010

= Presión dada a la cual se quiere medir el punto de ebullición (comúnmente la presión atmosférica).

= Punto de ebullición del líquido a la presión dada .

Con un correcto manejo algebraico se puede determinar el punto de ebullición normal de un líquido al medir el punto de ebullición a una presión dada, conociendo la presión atmosférica durante el experimento.

Por ejemplo, si se está en Bogotá ( = 560 mm Hg) y se desea saber el punto de ebullición del agua y del cloroformo en dicha ciudad, éstos se pueden calcular:

Agua (Líquido polar , =100 °C): =91,3 °C

Cloroformo (Líquido no polar , =62 °C): =55,4 °C

Referencias editar

  1. «Elevación del Punto de Ebullición en Soluciones». Consultado el 13 de enero de 2020.