Frustración

reacción emocional a las circunstancias que impiden el llegar a una meta

La frustración es una respuesta emocional común a la oposición, relacionada con la ira y la decepción, que surge de la percepción de resistencia al cumplimiento de la voluntad individual. Cuanto mayor sea la obstrucción y la voluntad, y cuanto más sensible sea el individuo a los conflictos, habrá mayor probabilidad de frustración. La causa de la frustración puede ser interna o externa.[1]

Un hombre frustrado sentado en un escritorio.

Una fuente interna de frustración es tener objetivos contrapuestos que interfieran unos con otros, puede crear una disonancia cognitiva. Las causas externas de la frustración implican condiciones fuera de un individuo, como un camino bloqueado o una tarea difícil. Mientras que para hacer frente a la frustración algunas personas participan en el comportamiento pasivo-agresivo, lo que hace difícil identificar las causas originales de su frustración, ya que las respuestas son indirectas, una respuesta más común[cita requerida] es la propensión a la agresión directa.

Frustración y reforzamiento editar

La teoría de la frustración predice que cuando comienza la fase de extinción y, por tanto, no se refuerza la conducta, se producirá una sensación de frustración que vigorizará la conducta. Este efecto paradójico está ampliamente documentado.[cita requerida]

También la frustración es ese sentimiento de impotencia de no poder realizar los propios deseos, sino los deseos de otros. Y la frustración cotidianamente se manifiesta con un dolor en la sien y en la garganta. Se siente como un adormecimiento aturdidor. Estos casos pueden variar de persona a persona.[cita requerida]

Referencias editar

  1. Jeronimus et al. (2017). «Frustration». Encyclopedia of Personality and Individual Differences, Edition: 1, Publisher: Springer, New York, Editors: Virgil Zeigler-Hill and Todd K. Shackelford, páginas = 1–8. 

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