Hipótesis del deslizamiento polar

hipótesis geológica

La hipótesis del deslizamiento polar sugiere que han ocurrido cambios geológicos muy rápidos en lo que refiere a las ubicaciones geográficas de los polos y eje de rotación de la Tierra, provocando calamidades como inundaciones y eventos tectónicos.[1]

La hipótesis no ha sido aceptada entre la comunidad científica. Hay evidencias de precesión y cambios en la inclinación axial, pero estos cambios han ocurrido dentro de escalas de tiempo muy largas, y no implican movimiento relativo del eje de giro con respecto al planeta. Sin embargo, en lo que es conocido como deriva o desplazamiento polar real, la Tierra puede girar con respecto a un eje fijo de rotación. Las investigaciones revelan que durante los últimos 200 millones de años ha ocurrido un desplazamiento polar de casi 30°, pero no han ocurrido eventos superrápidos de cambio de posición al menos dentro de este período de tiempo. La relación de cambio típica de deriva polar o desplazamiento implica solo 1° dentro de un lapso de 790 a 810 millones de años.

Cuando el supercontinente Rodinia existió es probable que se hayan verificado dos eventos geológicos rápidos; en cada uno de ellos los polos magnéticos cambiaron ~55° con respecto a los polos geográficos.[2]

Definición y clarificación editar

Los polos geográficos de la Tierra son puntos sobre la superficie que son intersecados por el eje de rotación. La hipótesis del deslizamiento polar describe un cambio de localización de estos polos respecto a la superficie fundamental, un fenómeno distinto del cambio de orientación axial respecto del plano de la eclíptica que son causadas por la precesión y nutacion, y de la verdadera deriva polar.

La hipótesis del deslizamiento polar no está conectada con la teoría geológica de la tectónica de placas, la cual es una teoría bien aceptada y que concibe la idea de una superficie terrestre formada por placas sólidas que cambian de posición y se ubican sobre una astenósfera líquida; ni con la deriva continental. El corolario de las placas tectónicas que sustenta que las ubicaciones de los continentes se han movido lentamente sobre la cara de la Tierra, tiene como resultado el surgir y la ruptura gradual de continentes y océanos en periodos de cientos de millones de años.

La hipótesis del deslizamiento polar no es lo mismo que la reversión geomagnética del campo de la Tierra (cambio real de los polos magnéticos norte y sur).

Historia especulativa editar

En la literatura popular se han sugerido muchas conjeturas que involucran deslizamientos polares rápidos. Un cambio lento de los polos desplegaría cambios con alteraciones menores sin destrucción. Una visión dramática asume que cambios rápidos implicarían alteraciones dramáticas de la geografía y áreas localizadas de destrucción debidas a terremotos y tsunamis.

Primeros proponentes editar

Una temprana mención del deslizamiento del eje terrestre se encuentra en un artículo que data de 1872 y se titula Chronologie historique des Mexicains, escrito por Charles Étienne Brasseur de Bourbourg, quien interpretó los antiguos mitos mexicanos como evidencia de cuatro períodos de cataclismos globales que comenzaron aproximadamente hacia el 10 500 a. C.

En 1948, Hugh Auchincloss Brown, un ingeniero electricista, lanzó una hipótesis del deslizamiento polar. Brown argüía que la acumulación de hielo en los casquetes polares causaban una desviación del eje de rotación terrestre, identificando ciclos de aproximadamente siete milenios.

En su controversial trabajo de 1950 Mundos en colisión, Immanuel Velikovsky postuló que Venus emergió de Júpiter como un cometa. Durante dos aproximaciones propuestas para el año 1450 a. C. sugirió que la dirección de la rotación de la Tierra cambió radicalmente y que se revirtió en el siguiente paso. Esta disrupción supuestamente ocasionó tsunamis y terremotos y la desaparición del mar Rojo. Pero aún más, afirmó que aproximaciones de Marte ocurridas entre el 776 y el 687 a. C. también hicieron que el eje de la Tierra cambiara entre 4 y 10 grados. Velikovsky respaldó su trabajo con registros históricos, aunque sus estudios fueron ridiculizados por la comunidad científica.

Charles Hapgood es hoy quizás el más recordado de los proponentes; en sus libros La deslizante corteza terrestre (de 1958) el cual incluye un prefacio de Albert Einstein y fueron escritos antes de que la tectónica de placas fuese aceptada por la gran mayoría de los expertos, y Path of the pole (‘la ruta del polo’, de 1970). Hapgood reconstruyó el temprano modelo de Joseph Adhemar, especulando que la masa de hielo acumulada en cada uno de los polos desestabiliza el balance rotacional de la Tierra, causando deslizamientos de una buena parte de la corteza alrededor del núcleo terrestre, el cual retiene su orientación axial.

Basado en investigaciones propias, Hapgood arguye que cada deslizamiento toma aproximadaente 5000 años, seguido por períodos de 20 000 a 30 000 años sin ningún movimiento polar. Asimismo, en sus cálculos, el área de movimiento nunca cubrió más de 40°. Los ejemplos de Hapgood para las ubicaciones recientes del polo incluyen la bahía de Hudson (60° N, 73° O), el océano Atlántico entre Islandia y Noruega (72° N, 10° E) y Yukón (63° N, 135° O). Sin embargo, en su subsecuente trabajo, La ruta del polo, Hapgood concedió a la observación de Einstein en el sentido de que el peso del hielo en los polos sería insuficiente para provocar un deslizamiento polar. En vez de ello, Hapgood argumentó que las fuerzas que causaban los deslizamientos en la corteza se encontraban debajo de la superficie, sin ninguna explicación satisfactoria de cómo pudiera ocurrir esto.

Hapgood escribió al librero canadiense, Rand Flem-Ath, animándolo a apoyarlo en sus investigaciones a fin de respaldar las afirmaciones de Hapgood y la expansión de la Hipótesis. Flem-Ath publicó los resultados en 1995 dentro de When the sky fell (‘cuando el cielo cae’), coescrito con su esposa.

Conjeturas recientes editar

El campo ha atraído a autores pseudocientíficos que ofrecen una gran variedad de evidencias, incluyendo lecturas de física. En los años 1970 y 1980 salieron una serie de libros no considerados dentro del género ficción, formulados por la reportera establecida en Washington, Ruth Shick Montgomery, basados en lecturas de Edgar Cayce.[3]

En 1997, Richard W. Noone publicó 5/5/2000. Ice: The Ultimate Disaster (Hielo: el desastre final). Este libro argumenta sobre un cataclísmico deslizamiento de la capa de hielo que cubre la Antártida causada por un alineamiento planetario y tormentas solares, y que propician un deslizamiento de la corteza terrestre el 5 de mayo del año 2000.[4]

En 1998 el ingeniero civil retirado James G. Bowles propuso en la revista Atlantis Rising (‘el surgimiento de la Atlántida’), un mecanismo por el cual el deslizamiento polar pudiese ocurrir. Lo llamó inclinación giratoria ―o efecto RB por sus siglas en inglés―. Propuso una hipótesis que combinan los efectos gravitacionales del Sol y la Luna que atraen la corteza terrestre en un ángulo oblicuo. Esta fuerza nulifica el apuntalamiento de la corteza para con el manto interior, generándose una zona plástica, que permite a la corteza girar con respecto a las placas subyacentes o más bajas. Las fuerzas centrífugas actuarían sobre la masas de hielo polar, ocasionando el movimiento del ecuador.

Libros sobre esta temática han sido publicados por William Hutton, incluyendo el libro Coming Earth changes: causes and consequences of the approaching pole shift (ISBN 0876043619), en donde se comparan registros geológicos con lecturas físicas de Edgar Cayce y donde predijo cambios climáticos catastróficos hacia finales del año 2001. En el 2004, William Hutton y el coautor Jonathan Eagle publicaron Earth's catastrophic past and future: a scientific analysis of information channeled by Edgar Cayce (ISBN 1-58112-517-8), el cual resume sobre posibles mecanismos y datación de un futuro deslizamiento polar.

Investigación científica editar

Hoy está establecido que la deriva polar o desplazamiento polar ha ocurrido varias veces en el pasado, pero en relaciones de 1° por millones de años. Los análisis de las evidencias no conducen a la creencia de la hipótesis de Hapgood que habla de deslizamientos rápidos de las capas de la tierra. Aunque Hapgood sobreestimó drásticamente los cambios en la distribución de masa a través de la tierra, cálculos muestran que cambios en la distribución de masa en la corteza o manto pueden conducir a verdaderas derivas polares.

Desplazamiento polar real editar

El desplazamiento polar real o el movimiento de la tierra sólida respecto a un eje de giro fijo.

Cultura popular editar

  • En El secreto de Maston, una novela de Julio Verne de 1889, empresarios oportunistas intentan cambiar el eje de la Tierra para aumentar el valor de la tierra del Ártico.
  • En la película 2012 (2009), la corteza terrestre se mueve causando catastrofes, moviendo a Wisconsin al Polo Norte, el cual por la inverción del campo magnético se combierte en el Polo Sur.
  • Cold War (2018), una novela de Derek Selby. El libro es inusual porque los cambios climáticos son artificiales e inducen el cambio polar.

Véase también editar

Referencias editar

  1. Kiger, Patrick J.: «Ends of the Earth: Shifting of the Poles», artículo en inglés en el sitio web National Geographic.
  2. Maloof, Adam C.: «Combined paleomagnetic, isotopic, and stratigraphic evidence for true polar wander from the Neoproterozoic», artículo en inglés del Akademikerbreen Group, en Svalbard (Noruega). En la revista Geological Society of America Bulletin.
  3. Threshold to tomorrow (1984), ISBN 9780449201824 ISBN 0449201821; Strangers among us (1979); Aliens among us (1985) y The world to come: the guides' long-awaited predictions for the dawning age (1999).
  4. Noone, Richard W.: 5/5/2000, Ice: the ultimate disaster. Three Rivers Press. ISBN 0-60980-067-1.

Enlaces externos editar