La historia térmica es un término utilizado en ingeniería de polímeros para designar cuantas veces o qué tanto se ha procesado un polímero.

Un polímero que es inyectado o extruido y no cumple con las características específicas del producto deseado, suele molerse y reprocesarse, sin embargo, esto aumenta la historia térmica, similarmente con el reciclado de plásticos cuya vida útil terminó, como empaques y botellas.

La historia térmica es muy importante, pues algunos polímeros al encontrarse en el estado fundido incrementan su energía interna lo suficiente y alcanzan una energía de activación, necesaria para iniciar reacciones indeseables, como despolimerización, formación de radicales libres y rompimiento de cadenas poliméricas, debido a que los enlaces de los diferentes grupos funcionales adquieren demasiada energía.

Con varias fusiones y esfuerzos de proceso, el polímero pierde sus características originales, y esto se refleja en sus propiedades mecánicas, físicas y químicas, que en general se ven disminuidas.

Debido a esto los polímeros no se pueden reciclar de manera indefinida (como el vidrio o el metal), sino que existe un límite de reciclaje.

Medidas contra la historia térmica editar

Para evitar los problemas derivados de la degradación por historia térmica, cuando se desea reciclar algunos polímeros como PP o PE es común utilizar material virgen del mismo tipo y con alguna propiedad mayor, como menor índice de fluidez, peso molecular o viscosidad intrínseca, de esta manera se logra un equilibrio y se puede trabajar con este material. No todos los casos son recomendables.