El licor adulterado, licor de garrafa, licor de garrafón o simplemente garrafón[1]​ es un licor o una bebida alcohólica adulterados de manera intencionada o natural, convirtiéndolos generalmente en nocivos para el consumo.

Adulteración artificial editar

La adulteración artificial se consigue con la adición de ciertos compuestos químicos, perjudiciales para el ser humano, pero de bajo coste como el alcohol metílico o 2-propanol, que son vendidos sin ningún tipo de control en determinados establecimientos para obtener más beneficio.

Una práctica frecuente, no perjudicial para la salud pero sí fraudulenta, es añadir agua a la botella de la bebida. Con ello se difumina y aclara el color de la bebida. Un ron oscuro (de color natural marrón) podrá tornarse amarillo, disminuyendo también su graduación alcohólica.

Las administraciones públicas y organismos sanitarios aconsejan, para evitar la adulteración artificial, la compra en establecimientos autorizados, sin partículas flotando y con timbre bien adherido a la botella y sin rasgaduras.

Un famoso caso de adulteración (intencional y dolosa) con metanol de alcoholes destinados al consumo humano es el acaecido en España en 1963 y conocido popularmente como «caso metílico».

Percepción editar

Se puede percibir si una bebida alcohólica está adulterada cuando produce una sensación anormal de quemadura en la garganta, dolor de cabeza, o conduce demasiado rápido al estado de embriaguez, además puede producir náuseas, vómito, irritación gástrica y malestar general en los días posteriores a la ingesta. En los casos más extremos puede causar ceguera irreversible, e incluso la muerte.

Cómo evitar consumir licor adulterado editar

  • Es más seguro comprar el licor en lugares de confianza, no en puestos callejeros, parques, casetas[cita requerida] y establecimientos no autorizados.
  • En sitios públicos, se debe exigir que el licor se destape en presencia del consumidor.
  • Una vez desocupada la botella, se debe destruir el frasco, la tapa y la etiqueta, para evitar que sean reutilizados.
  • El licor debe tener marca original, banda de seguridad, sistema de cierre intacto.
  • Se deben revisar muy bien las botellas antes de consumir, su aspecto y dude de cualquier deterioro en su presentación.
  • Se deben revisar las tapas; no deben tener ningún tipo de fuga, ni presentar deterioro.
  • Las bandas de seguridad no deben estar completas: al abrirse deben dividirse en dos partes iguales. En los whiskys, las bandas de seguridad se dividen en cuatro.
  • Las bebidas alcohólicas de precio demasiado bajo pueden ser falsificadas o adulteradas.
  • El empaque tetra pack es la presentación que se adultera con mayor frecuencia. Siempre revise que el empaque tenga cubierta interior en aluminio, si es en cartón blanco y lo nota muy maleable o débil, muy posiblemente se trata de licor adulterado.
  • Se deben revisar que las pestañas de los empaques tetra pack no tengan residuos de pegamento
  • Las etiquetas deben estar en buen estado, al frotarse no deben soltar tinta.
  • La estampilla de la tapa, debe tener el mismo nombre del licor de la etiqueta.
  • Se debe revisar el contenido a contraluz: no debe tener objetos extraños, ni partículas en suspensión.


Consecuencias de consumirlo editar

El consumo de este puede ocasionar síntomas como: dolor de cabeza, mareo, náuseas, vómitos, daño grave en nervio óptico (ceguera o pérdida de la visión), daños al hígado, cirrosis e incluso puede llevar a la muerte prematura. El doctor Elías Tejada, coordinador del Clúster del Alcohol del Ministerio de Sa­lud Pública [¿cuál?], dijo que ese alco­hol adulterado es 90% letal ya que no tiene ningún con­trol de calidad y que en mu­chos casos provoca la muerte en apenas 24 horas después de consumirlo y en algunos casos antes de ese tiempo.

Explicó que el metanol, sustancia altamente tóxi­ca detectada en el alcohol adulterado afecta el sistema nervioso central y provoca fallos en todos los órganos, por lo que la persona que lo consume presenta tem­blores o movimientos invo­luntarios en todo su cuerpo y pérdida de la vista, sínto­mas que van complicándo­se con el paso de las horas.

Véase también editar

Referencias editar

  1. Desde el punto de vista etimológico, «garrafón» es un aumentativo coloquial de «garrafa».

Enlaces externos editar