Pecado mortal

falta grave para la Iglesia católica

De acuerdo al catolicismo, un pecado serio, grave o mortal es la violación con pleno conocimiento y deliberado consentimiento de los mandamientos de Dios en una materia grave.[1]

Un pecado mortal puede conducir a la condenación eterna si una persona no se arrepiente del pecado antes de la muerte. Se considera que un pecado es "mortal" cuando su calidad es tal que conduce a una separación de esa persona de la gracia salvadora de Dios. Tres condiciones deben cumplirse juntas para que un pecado sea mortal: "El pecado mortal es el pecado cuyo objeto es una materia grave y que también se comete con pleno conocimiento y consentimiento deliberado". Se podrían considerar como tales (si se cumplen las condiciones señaladas): el secuestro, el asesinato, el incesto, el robo, el adulterio, la violación, el aborto, el suicidio, entre otros.

Concepto editar

Se piensa que el término "pecado mortal" se deriva del Nuevo Testamento de la Biblia. Específicamente, se ha sugerido que el término proviene de 1 Juan 5: 16–17. En este verso en particular, el autor de la Epístola escribe que hay pecado de muerte como pecado de no muerte.

En la teología moral católica, un pecado mortal requiere que se cumplan todas las condiciones siguientes:

Para que un pecado sea mortal se requieren tres condiciones:[2]

  1. Sea materia grave.
  2. Debe ser cometido con plena conciencia.
  3. Un consentimiento suficientemente deliberado para ser una elección personal.

El Catecismo de la Iglesia Católica define la materia grave:

1858. La materia grave es precisada por los Diez mandamientos según la respuesta de Jesús al joven rico: “No mates, no cometas adulterio, no robes, no levantes testimonio falso, no seas injusto, honra a tu padre y a tu madre” (Mc 10, 19). La gravedad de los pecados es mayor o menor: un asesinato es más grave que un robo. La cualidad de las personas lesionadas cuenta también: la violencia ejercida contra los padres es más grave que la ejercida contra un extraño.[3]

De acuerdo con la Iglesia Católica ninguna persona puede comulgar o recibir la Eucaristía si se encuentra en pecado mortal:

1457 "Quien tenga conciencia de hallarse en pecado grave (pecado mortal) que no comulgue el Cuerpo del Señor sin acudir antes a la confesión sacramental a no ser que concurra un motivo grave y no haya posibilidad de confesarse; y, en este caso, tenga presente que está obligado a hacer un acto de contrición perfecta, que incluye el propósito de confesarse cuanto antes"[4]

Además agrega que:

1033 Morir en pecado mortal sin estar arrepentido ni acoger el amor misericordioso de Dios, significa permanecer separados de Él para siempre por nuestra propia y libre elección. Este estado de autoexclusión definitiva de la comunión con Dios y con los bienaventurados es lo que se designa con la palabra "infierno".[5]

Algunos pecados mortales causan la excomunión automática por la misma acción, por ejemplo la apostasía, herejía o cisma, la profanación de las especies eucarísticas[6]​ y el aborto.[7]​ Estos pecados mortales son tan graves que la Iglesia, por norma interna, los ha convertido en delitos (lógicamente, sin efectos judiciales). La Iglesia prohíbe que los excomulgados reciban cualquier sacramento (no solo la Eucaristía) y también restringe severamente la participación de la persona en otros actos y cargos litúrgicos de la Iglesia. Una persona excomulgada arrepentida puede hablar con un sacerdote, generalmente en un confesionario, sobre su excomunión para arreglar la remisión. La remisión no se puede negar a alguien que verdaderamente se haya arrepentido de sus acciones y que también haya hecho una reparación adecuada por los daños y escándalos o que, al menos, haya prometido seriamente hacerlo.[8]

Los pecados mortales no deben confundirse con los siete pecados capitales. Los últimos no son necesariamente pecados mortales; son pecados que conducen a otros pecados.

Tradicionalmente se ha identificado al pecado mortal con aquel pecado cuya comisión conlleva, por sí sola y dada su gravedad, la condena del alma, de modo que si pusiéramos al otro lado de la balanza todas las obras buenas que el sujeto haya podido realizar a lo largo de toda su vida no serían suficientes para obtener su salvación, salvo que logre el perdón por los medios que la Iglesia establece. No es que no se valoren las obras de toda una vida en su conjunto sino que éstas no suponen contrapeso suficiente para desvirtuar el desprecio grave a la voluntad de Dios y la intrínseca maldad que ello supone.

Es por ello que la interpretación que se dé a los preceptos canónicos requiere especial relevancia. Y, como en toda norma, caben distintos criterios interpretativos.[9]​ La interpretación puede ser estricta, restrictiva o extensiva. La primera es la que se detiene en la literalidad de la norma (sin excluir ningún supuesto ni admitir supuestos análogos). La interpretación extensiva es la que tácitamente incluye supuestos análogos, con igual razón de ser, no contemplados por la norma en su literalidad. Y la restrictiva es aquella que entiende que deben excluirse algunos supuestos de hecho. Así, aunque la norma dice no matarás, puede ser lícito en caso de estado de guerra en ciertos casos (que la norma en su literalidad no prevé) o en defensa propia.

La materia grave editar

El Catecismo de la Iglesia Católica, el documento oficial y autorizada de la Iglesia Católica donde se consignan las enseñanzas de la fe, define estos pecados tan grave asunto. El número que está escrito el asunto grave preocupación en El Catecismo de la Iglesia Católica está a la derecha de la palabra.
(Esto no es necesariamente todos los asuntos graves posibles.)

  • Aborto (2272)
  • La adulación es una falta grave, si se hace cómplice de vicios o pecados graves de los otros.(2480)
  • El adulterio (Cuando dos personas, de las cuales al menos una de ellas está casada con otra persona, y estas tienen relaciones sexuales entre sí, cometen ambos adulterio. También mirar una mujer con deseo sexual es adulterio, en especial si quien incurre en ello está casado o ya tiene pareja.(2380)
  • La blasfemia (puesta en circulación de odio, reproche, desafío o hablar mal de Dios, la Iglesia, los santos o las cosas sagradas. El asesinato en nombre de Dios es blasfemia) (2148)
  • Estafar a un trabajador de su salario (retiene e impide su habilidad para sostener las necesidades básicas para él y su familia) "El salario justo es el fruto legítimo del trabajo. Negarlo o retenerlo puede constituir una grave injusticia". (2434)
  • Omisión deliberada de la obligación del domingo (no ir a misa el domingo y días de Precepto) (2181)
  • La adivinación, la magia, la brujería, etc. (2117)
  • El divorcio (a excepción de un cónyuge que es la víctima inocente de un divorcio que no se trate de obtener el divorcio a sí mismo) (2384-2386)
  • El consumo de drogas (estupefacientes) y su distribución(2290 y 2291)
  • Poner en peligro su propia seguridad y de otros por la embriaguez o el amor por la velocidad en el mar, en la carretera, o en el aire (2290)
  • La envidia ("Se refiere a la tristeza a la vista del prójimo y el deseo desordenado de poseerlo, aunque injustamente cuando se desea un grave daño al prójimo es un pecado mortal:".) (2539)
  • El egoísmo Ya que priva al prójimo de un bien material y/o espiritual. Provocando daño a su bienestar, restringiendo su libertad e impidiendo o dificultando su desarrollo personal y espiritual. Dañando en consecuencia a la sociedad en su conjunto.([1]) ([2]) ( [3] 1939 )
  • La eutanasia (2277)
  • La ira extrema ("El deseo de venganza.", Como la Enciclopedia Católica define. "Cuando se trata de conformidad con las prescripciones de la razón equilibrada, la ira no es un pecado. Es más bien una cosa loable y justificada con un celo adecuado. Se convierte en pecaminosa cuando se trató de vengarse de alguien que no ha merecido, o en un grado mayor de lo que se ha merecido, o en conflicto con las disposiciones de la ley, o por un motivo impropio. El pecado es la continuación, en un sentido general mortal como se opone a la justicia y la caridad. Puede, sin embargo, ser venial, porque la sanción que conlleve no es más que un insignificante uno o por falta de deliberación. Del mismo modo, la ira es pecado cuando hay una excesiva vehemencia en la pasión misma, ya sea interna o externamente. Por lo general es entonces considerado un pecado venial a menos que el exceso sea tan grande como para ir en contra en serio al amor de Dios o del prójimo ".) (2302)
  • El falso testimonio y perjurio [El falso testimonio es una declaración pública en contra de la corte a la verdad. El perjurio es un falso testimonio bajo juramento. Condenar a los inocentes, exonerar a los culpables o aumentar la pena del acusado, están en contradicción con la justicia.] (2152 y 2476)
  • Gula (una pasión desordenada de los apetitos mundanos (amor, excesiva de alimentos, cuando se pone seriamente en peligro su seguridad y la de los demás.) (2291)
  • El odio a cualquier persona o desear deliberadamente a él o ella un gran daño (2303)
  • El incesto (2388)
  • Mentir ("La gravedad de la mentira se mide según la naturaleza de la verdad que deforma, según las circunstancias, las intenciones del que la comete, y el daño sufrido por sus víctimas. Si la mentira en sí sólo constituye un pecado venial, que llega a ser mortal cuando lesiona gravemente las virtudes de la justicia y la caridad ". Ergo, la calumnia sí puede ser considerada pecado mortal) (2482)
  • El asesinato (homicidio doloso) (2268)
  • La fornicación (unión carnal entre un hombre y una mujer fuera del matrimonio, en especial hacerlo de manera irresponsable) (2353)
  • La prostitución (en especial si se trata de una persona que induzca a otra a hacerlo a la fuerza, en contra de su voluntad o a un menor de edad) (2355)
  • La violación (2356)
  • La negativa de las naciones ricas para ayudar a aquellos que son incapaces de garantizar los medios de su desarrollo por sí mismos (2439)
  • El sacrilegio (profanar o tratar indignamente los sacramentos y acciones litúrgicas de la Iglesia, así como las cosas consagradas a Dios) (2120)
  • El escándalo (una actitud o comportamiento que induce a otro a hacer pecados graves) (2284)
  • El suicidio (2281)
  • El terrorismo que amenaza, hiere y mata sin discriminación (2297)
  • Apuestas desleales y tramposos en los juegos (el robo) (Estos no son mortales si el daño causado es tan pequeño que quien la padece no pueda razonablemente considerarlo significativo) (2413 y 2434)

Pecado Mortal y Dogmas de Fe editar

La infalibilidad (certeza o inexorabilidad) del Papa tiene una serie de requisitos en cuestiones de fe y moral. Es necesario que sus pronunciamientos sean ex cathedra. Es decir que expresamente proclame una doctrina como definitiva (que no va a cambiar).

El problema surge cuando nos referimos a actos concretos, a una casuística indefinida, que no puede ser definitiva por su misma naturaleza. Puede que sea dogma de fe la prohibición de matar, pero la decisión de si una guerra concreta es legítima (aunque conlleve muertes), es algo casuístico, que depende de las circunstancias concretas. Los supuestos de hechos concretos sólo encajan en la norma mediante una labor interpretativa concreta.

Véase también editar

Referencias editar

  1. O'Neil, Arthur (abril de 1912). «El pecado mortal». The Catholic Encyclopedia. Nuevo York: Robert Appleton Company. 
  2. Catecismo de la Iglesia Católica #1857-1859. Consultado el 28 de diciembre de 2018. 
  3. Catecismo de la Iglesia Católica #1858. Consultado el 28 de diciembre de 2018. 
  4. Catecismo de la Iglesia Católica #1457. Consultado el 28 de diciembre de 2018. 
  5. Catecismo de la Iglesia Católica #1033. Consultado el 28 de diciembre de 2018. 
  6. Código de Derecho Canónico #1364, 1367. Consultado el 28 de diciembre de 2018. 
  7. Código de Derecho Canónico #1398. Consultado el 28 de diciembre de 2018. 
  8. Código de Derecho Canónico #1347, 1358. Consultado el 28 de diciembre de 2018. 
  9. Por ejemplo si en el tren pone que no se pueden llevar perros, cabe preguntarse si es posible llevar gatos (o tortugas). Probablemente sí podrá acceder un perro lazarillo.