Prurito

Sensación de hormigueo o irritación incómoda de la piel
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El prurito es un hormigueo peculiar o irritación incómoda de la piel que conlleva un deseo de rascar la parte en cuestión. Comúnmente se llama picor, picazón, escozor o comezón (en algunos países se llama rasquiña o piquiña, si bien estos términos suelen ser peyorativos).

Prurito
(nombre de síntoma)
Especialidad dermatología
Sinónimos

Expresiones coloquiales:

  • Picor
  • Picazón
  • Comezón

Clasificación editar

El picor puede presentarse bien diseminado en diversas áreas del cuerpo (prurito generalizado) o en una zona específica (prurito localizado).

Etiología editar

Aunque antiguamente se pensaba que el picor era un tipo de dolor de baja intensidad, actualmente se sabe que es una sensación distinta al dolor; que tiene su propia línea de conexión con el cerebro.[1]

El picor, ya sea el localizado o el generalizado, puede deberse a una irritación química (por tocar una determinada planta), causas ambientales (insolación de cierta zona cutánea), urticaria, caspa, infecciones fungosas como la tiña o el pie de atleta y a mordiscos o picaduras de parásitos en la piel, en el cabello o en el pubis (mosquitos, arañas, pulgas, piojos, chinches, etc.).

El picor generalizado puede deberse a enfermedades infecciosas, reacciones alérgicas, sarna, enfermedades renales o hepáticas con ictericia así como por reacciones a medicamentos.

Respecto al mecanismo fisiológico por el cual se produce el picor, se ha descubierto que una molécula denominada BNP (péptido natriurético B) y que se libera en la médula espinal transmite la sensación de picor al cerebro. En experimentos con ratones, se ha observado que eliminando la molécula BNP o la célula nerviosa receptora de esta, los ratones dejaban de rascarse.[1]

Tratamiento editar

Para controlar el picor (si este es constante y molesto), debe consultarse al médico de cabecera. Ciertas medidas que ayudan a su combate son:

  • vestir ropa fresca, limpia, y cómoda, con especial atención en que la ropa para dormir sea fresca y limpia
  • usar poco jabón, retirándolo completamente del cuerpo en el baño (un baño de avena suaviza la piel)
  • rascarse libera lidocaína, sustancia anestésica que alivia el picor, si bien los especialistas desaconsejan esta práctica ya que alegan que puede empeorar la situación o provocar infecciones
  • utilizar cremas hidratantes
  • usar compresas frías en la parte afectada
  • aplicar lociones a base de calamina
  • evitar calor excesivo, mucha humedad o un ambiente seco
  • aplicar preparados antifúngicos (cremas, lociones, polvos) en caso de que se trate de algún tipo de infección por hongos
  • procurar actividades que ayuden a la distracción, al relajamiento y, sobre todo, descansar.

En veterinaria editar

La comezón es una sensación incómoda en la piel de los animales, que los obliga a rascarse o restregarse contra cualquier cuerpo.

Los caballos, bueyes y perros son más propensos a las comezones que los demás animales. Las piernas, los muslos, la cabeza, el cuello, la cola y muchas veces todo el cuerpo, se ve acometido de ellas. Estos animales se rascan continuamente y el paraje en que lo hacen pierde el pelo y sale en su lugar una especie de harina blanca que cubre aquella parte. Cuanto más viva es la picazón, tanto más se atormenta y enciende el animal, hasta morderse, si puede alcanzar con la boca.

La cola de los caballos se halla muchas veces acometida de estas picazones, por los chupones o falsas crines que crecen en la punta del maslo de la cola, las cuales, enroscándose y doblándose, causan un prurito tanto mayor cuanto el animal se frota o rasca continuamente contra la pared o el pesebre.[2]

Véase también editar

Referencias editar

  1. a b S. K. Mishra, M. A. Hoon. The Cells and Circuitry for Itch Responses in Mice. Science (2013). DOI: 10.1126/science.1233765.
  2. Diccionario universal de agricultura teórica, Juan Álvarez Guerra, 1799

Enlaces externos editar