Reportero

periodista encargado de presentar información

Un reportero es un periodista cuya principal actividad consiste en recolectar y presentar informaciones sobre un determinado evento o acontecimiento de cierta actualidad, lo que frecuentemente debe hacer desde el lugar mismo donde se producen o se produjeron los hechos significantes.[1]

Una reportera filmada por un camarógrafo durante un reportaje.

Entre los que se dedican a esta actividad, es posible distinguir los siguientes casos :

  • El reportero de base, periodista que está sobre el terreno para desarrollar una investigación, generando una información de resumen, o haciendo un reportaje. En la prensa escrita, eventualmente varios reporteros pueden colaborar en una misma investigación, y el artículo ser finalmente escrito por otro periodista.
  • El gran reportero o reportero-estrella, título honorífico y estatus administrativo utilizado en algunos medios de comunicación, para señalar a un reportero con experiencia y cierta notoriedad bien ganada. Con frecuencia, este periodista produce investigaciones o reportajes con una impronta personal, sobre eventos o temáticas que generalmente sobrepasan el interés de la actualidad inmediata.[2]​ Muchas veces, esta designación no implica necesariamente trabajo sobre el terreno en todos los casos, ni implica el desarrollo de tareas especializadas.

Misión editar

 
Un reportero-camarógrafo en una misión de la MINUSTAH en el año 2006.

El reportero es un periodista de campo, que recoge y verifica informaciones sobre el terreno mismo de los acontecimientos, y según los casos, o bien él mismo trabaja el material obtenido para darle formato de difusión, o bien transmite ese material a sus compañeros, a veces llamados 'periodistas de escritorio',[4]​ que serán quienes se encarguen de los detalles finales, generando reportaje cinematográfico, vídeo, artículo escrito, registro de audio, y/u otro tipo de formato.

Un reportaje es, en origen, un documento o esbozo sobre un determinado tópico, generalmente, con fotografías o tomas de vídeo obtenidas sobre el terreno. Según sea el medio de comunicación que se utilice; también se usan las entrevistas radiofónicas o televisivas.

El reportaje no siempre tiene por objetivo plantear una situación global, pues en muchos casos se limita a ilustrar un evento o aspecto puntual, respetando la unidad de tiempo, espacio y problemática.

Durante un reportaje, el reportero describe los hechos, inserta las observaciones y comentarios de los testigos, informa de las fuentes, y plantea la problemática o asunto. Unas de las cosas más importantes en un reportaje es: la claridad, la agilidad, la impronta transmitida por el periodista, y el ambiente y entusiasmo que logra recrear. Las descripciones y las sensaciones subjetivas del reportero o de sus entrevistados no pueden llegar a complementar bien el análisis crudo de los hechos.

Trabajo del reportero editar

  • El reportero escribirá para las imágenes, elegirá la mejores y después elaborará el texto. El off se adaptará a esas imágenes. El texto para televisión se realiza de forma contundente para captar la atención del telespectador.
  • La estructura del programa se basa en el ruido de la comunicación mediante la reiteración de los mensajes que se pretenden transmitir al telespectador. La estructura ha de ser circular, recordando el titular del reportaje constantemente con otras palabras.
  • El telespectador, en muchas ocasiones, es captado a través del efecto arrastre del programa anterior y aquello que ofrece el programa de reporterismo es lo que hace que se alcance su atención mediante los cebos de un potente total o de una imagen impactante.
  • El reportaje consta de partes o secuencias como si fueran pequeños reportajes dentro de uno mayor. Este también debe disponer de momentos de distensión en las secuencias. Para conseguir un buen trabajo, hay que tener en cuenta que en televisión es tan importante la imagen como el sonido y, por esta razón, hay que dejar espacios de tiempo para que el telespectador asimile lo que acaba de ver.
  • La emoción debe estar presente en el reportaje y debe implicar al telespectador mediante la elección de los testimonios y después, los totales deben tener contenido emocionante. Estos totales se convertirán en un refuerzo de lo que el reportero ha explicado en off o con su presencia en el vídeo.
  • Cuando se sale a grabar, el reportero tiene un plan establecido, un pre-guion, un objetivo o varios. El plan de rodaje es imprescindible y necesario. Después, a lo largo de la grabación surgirán nuevos escenarios, testimonios e incluso, cambios en el planteamiento del reportaje. Sin embargo, la improvisación vendrá precedida de un trabajo exhaustivo de fuentes, localizaciones, testimonios y varios planes o virajes. Siempre que el profesional vea que el material grabado no da más de sí, el resultado no es como lo había imaginado o hay algo mejor que surge en el devenir del plan de rodaje.
  • Hay que escribir con la cámara y hacer que los personajes se muevan en el plano. Hay que buscar con la imagen y encuadrar con los totales.
  • Si algo no se puede explicar con imágenes, ni con el off; el grafismo se hace fundamental para explicar conceptos difíciles e incluso abstractos.
  • Ser original para pillar desprevenido a la competencia, sobre todo, en temas de actualidad o que tienen una repercusión en el tiempo por el interés que generan. La originalidad va ligada a la capacidad creativa del profesional.
  • Al final, lo importante es que el reportero comunique bien y que entre la historia correctamente. Des esta forma, su trabajo llegará al telespectador, sea cual sea su condición social y su nivel intelectual. Comunicar bien significa llegar emocionalmente al telespectador.[5]

Curiosidad editar

Desde 1923, el reportero tiene un patrono: San Francisco de Sales, que se celebra el 24 de enero.[6]

Notas y referencias editar

Artículos conexos editar

Véase también editar

Referencias externas editar