Aceite de mandarina

El aceite de mandarina es un aceite de color amarillo dorado o verde oliva, de tacto oleoso, aromático, volátil y ligeramente picante, obtenido de la corteza de las mandarinas (Citrus reticulata); inmiscible en agua, miscible en alcohol absoluto n-hexano, éter etílico y cloroformo.

Aceite de mandarina

Componentes editar

Los componentes químicos del aceite son: isopreno, uno-pineno, mirceno, limoneno, y-terpineno, citronelal, linalol, neral, acetato de nerilo, acetato de geranul, geraniol, citral, citronelal, timol y carvona, entre otros..

Propiedades físico-químicas
Mínimo Máximo
Densidad a 15º 0,846 0,87
Índice refracción a 20º 1,46 1,485
Aldehído como C-10(%) 0,4 1,2
Alfa pineno (%) 1,5 3
Beta pineno (%) 1,2 2
D-limoneno (%) 65 75
Gamma-terpineno (%) 16 22
Metil antralinato metilo (%) 0,3 0,6

Propiedades medicinales editar

Antiséptico, antiespasmódico, carminativo, digestivo, diurético (suave), laxante (suave), sedante, estimulante (digestivo y linfático) y tónico.[1]

Farmacología editar

Estudios antibacterianos demuestran que el aceite esencial de mandarina es activo contra Staphylococcus aureus, Escherichia coli, Bacillus subtilis, Pseudomonas aeruginosa, Helicobacter pylori y Salmonella. El aceite esencial de hojas tiene actividad fungicida contra Colletotrichum acutatum causante de la caída prematura del fruto.

Obtención editar

Los procesos de extracción más simples empleados se pueden dividir de acuerdo al disolvente utilizado:

Referencias editar

Véase también editar