Castrum doloris (del Latín castillo del dolor) es el nombre que se da a una estructura y decoración que protege o acompaña el catafalco o féretro para resaltar el prestigio o la importancia del difunto. Un castrum doloris puede tener un baldaquino complicado y puede incluir candelabros, posiblemente flores y, en la mayoría de los casos, escudos de armas, epitafios y a veces, estatuas alegóricas. En las tumbas de los siglos XVII y XVIII y antes se hicieron muchos castra doloris de gran tamaño, desde las pompas fúnebres de Segismundo II Augusto que incluían un castrum doloris en 1570.

Castrum doloris de la reina Catalina Opalinska

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