Luciano de Beauvais

Luciano de Beauvais (Roma, s. III - Montmille, ca. 290) es un santo venerado por la Iglesia católica, que vivió en el siglo III. Fue el primer obispo de la diócesis de Beauvais.[1]

Luciano de Beauvais
Información personal
Nacimiento S. III
Roma
Fallecimiento c. 290
Montmille, aldea de Fouquenies, Francia
Causa de muerte Decapitación Ver y modificar los datos en Wikidata
Información profesional
Ocupación Sacerdote Ver y modificar los datos en Wikidata
Cargos ocupados Obispo Ver y modificar los datos en Wikidata
Información religiosa
Festividad 8 de enero
Venerado en Iglesia católica
Miembro de Luciano, Maximiano y Juliano Ver y modificar los datos en Wikidata

Su onomástica se celebra el 8 de enero.

Ruinas de la Abadía de San Luciano de Beauvais. Isidore Laurent Deroy, 1864, según un dibujo de finales del XVIII o principios del XIX.

Hagiografía

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Nacido en el seno de una familia romana, se llamaba Lucius, como su padre, nombre que cambió por el de Lucien (Luciano) tras una prédica en San Pedro. A continuación recorrió Italia predicando. Durante su estancia en Parma, en el curso de una persecución contra los cristianos, es detenido y metido en prisión. La misma noche de su encarcelamieto se escapa. Hacia 250 el Papa le nombra obispo y le envía a la Galia junto con San Dionisio de París y San Régulo de Senlis (Rieul de Senlis en francés). Recorre Francia y se instala en Caesaromagus, la actual Beauvais. Sus virtudes, actos de caridad y milagros habrían contribuido a la conversión de unas 30 000 personas. Hacia 290 el emperador Diocleciano, opuesto al cristianismo, envía a Latinus, Jarius y Antor para que maten a Luciano, quien, avisado del peligro, se refugia, junto con sus dos compañeros Maximiano y Juliano, en Montmille. Son encontrados por los romanos que decapitan a sus dos compañeros. Luciano es azotado y decapitado. El probable lugar de su martirio se llama La Rosière.

Milagro en su muerte

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Tras morir, el cuerpo de Luciano habría estado “envuelto en luz” y los presente habrían oído decir Ánimo, buen y fiel servidor, que no has dudado en derramar tu sangre por mi, ven y toma la corona que se te prometió. Entonces Luciano se levantó, tomó su cabeza y fue hacia Beauvais. Se paró cerca de la ciudad y allí enterraron su cuerpo. En ese lugar se construirá la abadía de San Luciano.

Está entre los santos cefalóforos.[2]

Una leyenda local dice que la sangre del santo dio lugar al nacimiento de rosas de color bermellón en el camino que tomó de Montmille a Beauvais.[cita requerida]

Reliquias

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La existencia de sus reliquias es incierta. Parte fue destruida por un incendio en 1793, mientras que el resto podría encontrarse en Notre-Dame du Thil en Beauvais, al haber sido trasladadas antes del incendio provocado por los revolucionarios.

Divisa

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Creo de corazón y confieso de palabra que Jesucristo es el hijo de Dios.[3]

Véase también

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Enlaces externos

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Referencias

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  1. Nominis : Saint Lucien de Beauvais
  2. Fromage, Henri (1989). «Légende et paysage.». La leyenda, antropología, historia, literatura. Madrid, 1986 (en francés). Madrid: Universidad Complutense y Casa Velazquez de Madrid. p. 135. ISBN 84-86839-12-2. Consultado el 21 de noviembre de 2015. 
  3. Portal de nominis.cef.fr. Saint Lucien de Beauvais Martyr en Beauvais (✝ 290). En francés. Consultado el 21 de noviembre de 2015.