Oro (heráldica)

metal heráldico que se representa mediante amarillo o dorado

En heráldica, oro es la denominación de uno de los dos metales que se emplean en la representación de las armerías;[1][2]​ el otro es la plata o argén. Representa al metal homónimo.

Armas mayores de la ciudad de Núremberg, con el metal oro figurado mediante mosaico dorado

Representación

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Oro heráldico convencional y manera de representarlo mediante puntillado cuando no se dispone de colores

Convencionalmente se representa mediante los colores oro, dorado y amarillo.[2]​ A veces se recomienda, para este fin, utilizar un amarillo mezclado algo de color ocre[3]​ para que tenga un tinte cálido, pero siempre teniendo en cuenta que el color final no debe ser tan rojizo que se pueda confundir con el esmalte anaranjado.

En ocasiones el artista puede emplear pintura dorada o un metal dorado para representar al oro heráldico; estas prácticas por lo general se ven en blasones que se han trabajado con una intención ornamental o especialmente artística.

Cuando no se dispone de colores se representa al oro mediante un patrón de puntos equidistantes alternados respecto de la línea siguiente, según el método atribuido al jesuita Silvestre Pietra Santa.[4]​ Este es el método de representación que se ve comúnmente en grabados a una tinta.

Ejemplos de uso

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Siguen tres ejemplos antiguos y notables del uso del oro en heráldica.

De las armas de Federico I Barbarroja derivaría el Escudo del Sacro Imperio Romano Germánico y, a través de este, el actual escudo de Alemania.

Nombres, atribuciones y significados en desuso

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Hacia el inicio del Renacimiento[5]​ se desarrolló un sistema de correspondencias simbólicas para los colores heráldicos que hoy se encuentra en desuso. Es de notar que hacia 1828 este sistema era considerado absurdo por el heraldista inglés William Berry,[6][Nota 1]​ aunque el español Francisco Piferrer, en 1858, lo comenta como si todavía fuese válido.[4]

Si bien Jean Courtois, Heraldo Sicilia del Reino de Aragón, menciona en su tratado Le blason des couleurs (1414) que cualquiera de estas asociaciones del oro heráldico puede usarse para blasonar,[7]​ en la práctica es posible que solamente se hayan usado el sistema planetario y el sistema de piedras preciosas. Para Alberto y Arturo García Caraffa (1919), el blasonado con gemas correspondía a los títulos y el de planetas a los soberanos.[8]Arthur Fox-Davies cita un ejemplo de blasonado con piedras preciosas que data de 1458.[9][Nota 2]

Debajo se dan algunas de las antiguas correspondencias simbólicas del oro heráldico, así como algunos de los nombres «griegos»[Nota 3]​ que se le atribuyeron.

Nombres «griegos» citrine, cricasy, emryagi[7]
Metal el oro[6][7][10][11]
Planeta el Sol[6][7][10][11]
Piedra preciosa el topacio,[6][7][10][11]​ el carbunclo[4]
Signo del Zodíaco Leo[6][10][11]
Elemento el aire,[6]​ el fuego[11]
Estación del año la primavera[6]
Mes julio[6][10][11]
Día de la semana el domingo[6][7][10][11]
Números 1, 3,[6][10]​ 2,[6]​ 7[10]
Árbol el ciprés[11]
Flor la caléndula,[6][10]​ el girasol,[4]​ el clavel de Indias,[10]​ la madreselva[11]
Ave el gallo,[4]​ la oropéndola[11]
Cuadrúpedo el león[4]
«Pez» el delfín[4]
Edad del hombre la adolescencia,[7][10][11]​ la juventud[6]
Complexión humana sanguínea[6][11]
Virtudes teologales y cardinales la fe,[6][7][10]​ la justicia,[7]​ la caridad[11]
Virtudes y cualidades mundanas la constancia,[6][7][10]​ la nobleza, la riqueza, la solidez, la pureza,[7][10]​ la gravedad, el amor, el poder, la alegría, la larga vida y la eternidad, la santidad, la paciencia, la sabiduría, la gloria divina,[7]​ el esplendor, la benignidad, la fuerza, la perfección, la fidelidad,[10]​ la caballería, la generosidad, la soberanía, la salud, la prosperidad, la clemencia[4]
Obligaciones del portador hacer bien a los pobres y defender a su patria[11]

Además, el oro sería «el más noble» de los colores heráldicos.[7][10][11]

Véase también

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El otro metal heráldico:


Los principales esmaltes heráldicos:

Y además:

  1. «Algunos heraldos imaginativos de tiempos pasados, para mayor distinción y honor del portador de las armas, han llamado en su ayuda no solo a los cuerpos celestes, sino a las más preciosas piedras del orbe para describir los colores de las armas de los príncipes soberanos y nobles de la tierra; y han llevado su imaginación aún más lejos, atribuyendo a cada planeta, signo celestial [zodiacal], piedra preciosa, metal y color las virtudes que representan, así como a los meses, días, flores, elementos, estaciones del año, complexiones y números que por estos se entendían. Sin suscribir a estos caprichos y fantasías, ni con el deseo de perpetuar estas locuras, sino simplemente con el objeto de mostrar el entusiasmo extravagante con que la heráldica ha sido practicada algunas veces, el autor ha anexado un paradigma de estos absurdos...»
  2. Blasonado de las armas otorgadas a Mödling bei Wien en 1458: Mit namen ain Schilt gleich getailt in fasse, des ober und maister tail von Rubin auch mit ainer fasse von Berlein, der under thail von grunt des Schilts von Schmaragaden, darinneain Pantel von Silber en Rampannt. «A saber, un escudo cortado en partes iguales: la parte superior y mayor de rubí, también con una faja de perla; la parte inferior del campo del escudo de esmeralda, y en él una pantera de plata, rampante.»
  3. Los tratadistas heráldicos de siglos pasados sostenían que los blasones se habían originado en el antiguo Egipto, en la antigüedad clásica o incluso en sucesos relatados en el Antiguo Testamento (ver García Caraffa, op. cit., p. 6). Para Piferrer, los nombres citados corresponderían a las épocas anterior y posterior a la destrucción de Troya.

Referencias

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  1. Real Academia Española. «oro». Diccionario de la lengua española (23.ª edición). 
  2. a b Gallego, Rosa; Sanz, Juan Carlos (2001). Diccionario Akal del color. Akal. p. 450. ISBN 978-84-460-1083-8. 
  3. Von Volborth, Carl A. (1991). The Art of Heraldry (en inglés). Londres: Tiger Books International. p. 21. ISBN 1-85501-154-9. Consultado el 31 de diciembre de 2012. 
  4. a b c d e f g h Piferrer, Francisco (1858). Tratado de heráldica y blasón. Madrid: Imprenta de Ramón Campuzano. 
  5. Levin, Craig. «Precious Peers and Planetary Princes» (en inglés). Archivado desde el original el 14 de marzo de 2012. Consultado el 31 de diciembre de 2012. 
  6. a b c d e f g h i j k l m n ñ o Berry, William (c. 1828). Encyclopædia Heraldica, Vol. 1 (en inglés). Londres: Sherwood, Gilbert and Piper. 
  7. a b c d e f g h i j k l m Jean Courtois (Sicille), Heraldo de Alfonso V, Rey de Aragón (1809 [reedición anotada de un tratado de 1414]). Hippolyte Cocheris, ed. Le blason des couleurs en armes, livrées et devises (en francés). París: Auguste Aubry. 
  8. García Caraffa, Alberto y Arturo (1919). Enciclopedia heráldica y genealógica hispano–americana, Tomo Primero. Madrid: Imprenta de Antonio Marzo. p. 32. 
  9. Fox–Davies, Arthur C. (1909). A Complete Guide to Heraldry (en inglés). Londres, Edimburgo: T.C. & E.C. Jack. p. 77. Consultado el 31 de diciembre de 2012. 
  10. a b c d e f g h i j k l m n ñ o De Bara, Jérôme (1579). Le blason des armoiries (en francés). Lyon: Imprenta de Claude Rauot. 
  11. a b c d e f g h i j k l m n ñ López de Haro, Alonso (1622). Nobiliario genealógico de los reyes y títulos de España. Libro I. Madrid: Imprenta de Luis Sánchez. p. 4.