Anne-Charlotte de Crussol de Florensac d'Aiguillon

Anne-Charlotte de Crussol de Florensac, duquesa de Aiguillon, (Francia, 1700-Rueil Malmaison, 1772) fue una dama francesa de la corte de Luis XV, reconocida por su ingenio como mujer de letras y traductora. Dirigió un salón literario y se relacionaba con Montesquieu, filósofos y enciclopedistas. Fue a quien Montesquieu le confió el manuscrito de las Cartas persas para juzgar su publicación.

Anne-Charlotte de Crussol de Florensac d'Aiguillon
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Anne-Charlotte de Florensac, duquesa de Aiguillon
Información personal
Nacimiento 1700
Fallecimiento 15 de junio de 1772 (72 años)
Causa de muerte Enfermedad cerebrovascular Ver y modificar los datos en Wikidata
Nacionalidad Francesa
Familia
Padres Louis de Crussol, marquis de Florensac Ver y modificar los datos en Wikidata
Marie Louise Thérèse de Senneterre Ver y modificar los datos en Wikidata
Cónyuge Armand Louis de Vignerot du Plessis d'Aiguillon
Hijos Emmanuel Armand de Vignerot du Plessis
Información profesional
Ocupación Traductora

Biografía editar

Familia editar

 
Escudo de armas de las Crussol.

Anne-Charlotte de Crussol de Florensac fue hija de Louis de Crussol (c. 1645-1716), marqués de Florensac, mariscal del campo, y María Teresa de Saboya-Carignano de Senneterre de Châteauneuf, vizcondesa de L'Estrange y Cheylane.[1]Saint-Simon dijo en sus memorias sobre su madre que era «la mujer más bella que quizás hubo en Francia».

La juventud de Anne-Charlotte se caracterizó por un marcado gusto por el estudio de la ciencia; hablaba varios idiomas con fluidez.[2]

 
Escudo de armas del Duque de Aiguillon .

A los 18 años se casó el 22 de agosto de 1718,[3]​ con Armand Louis de Vignerot du Plessis (1683-1750), duque de Aiguillon, par de Francia, hombre de letras, miembro de la Academia de Ciencias. Fue madre de Emmanuel Armand de Vignerot du Plessis (1720-1788), futuro general y secretario de Estado. En 1731, se convirtió en la tercera duquesa de Aiguillon.[4]

Salón literario en París editar

La duquesa de Aiguillon tradujo varias obras en inglés, en particular de Pope y Macpherson. Tuvo un salón literario en su hotel de la rue de l'Université, donde recibía filósofos, economistas y enciclopedistas. Reconocida como una mujer ingeniosa, cobró un rol esencial en el mundo literario parisino.[5][6]​ Fue amiga de Montesquieu, Voltaire, Elisabet Planström y otros filósofos.[2]

Fue una de las invitadas de los salones literarios y de las celebraciones Grandes Nuits de Sceaux de la duquesa de Maine en el círculo de los Caballeros de la Orden de la Abeja, en el Castillo de Sceaux.

Salón en Burdeos; Cartas persas editar

Preocupada por sus intereses, la duquesa de Aiguillon velaba por sus propiedades y, a menudo iba a Guyenne, a Aiguillon . Siguió muy de cerca, en lugar de su esposo, los numerosos juicios contra el Ducado de Aiguillon y estimuló a los fiscales y abogados. Aprovechó para hacer un salón de noche en Burdeos, o para ver a su amigo Montesquieu en La Brède.[7]​ Poco antes de morir, Montesquieu le confió el manuscrito corregido de las Cartas persas, diciéndole:[2]

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Jubilación editar

Tras la muerte de su marido en 1750, se convirtió en duquesa viuda, perdió el interés por el ducado, que pasó a manos de su hijo Emmanuel Armand. Pasó el final de su vida en su casa de Rueil.Malmaison y en su hotel en el Faubourg Saint-Germain.[8]

Murió de apoplejía en 1772 en un baño tomado después de una indigestión.[8][9]

Opinión de sus contemporáneos editar

Su agradable fisonomía había hecho que la apodaran "la buena duquesa de Aiguillon". Pero el mariscal de Mirepoix dijo de ella : «Una caricia de la duquesa de Aiguillon era tan peligrosa como un mordisco del duque de Ayen».[9]

El duque de Saint-Simon dijo que tenía:[4]

El arte de ganar los juicios, de hacer una casa rica y dominar con imperio a los eruditos e intelectuales, a los que ha acostumbrado a no poder prescindir de su apego, y a las compañías más solicitadas a admirarla, aunque a menudo sin entenderla.

Madame du Deffand se burlaba de su físico irregular y sus curvas, pero reconocía su belleza. La consideraba impetuosa, vivaz y desordenada.[10]Voltaire y Montesquieu la llamaban generalmente "la duquesa gorda", pero reconocían su ingenio, amabilidad y alegría.[11]

Obras editar

  • Trad. de la Épître d'Héloïse à Abélard (Epístola de Heloísa a Abelardo), por Alexander Pope, París, Tilliard, 1758.
  • Trad. de Carthon (Carthon), traducido del inglés de Macpherson por Madame de *** [François-Louis-Claude Marin y Anne-Charlotte de Crussol-Florensac, duquesa de Aiguillon], Londres [París], 1762.

Notas y referencias editar

  1. Moréri, Louis (1759). Le Grand Dictionnaire Historique (en francés). Libraires Associés. 
  2. a b c «Dictionnaire historique, biographique et littéraire des Françaises et étrangères naturalisées en France,». siefar.org. Consultado el 17 de marzo de 2021. 
  3. Lauzun, 1914, p. 298.
  4. a b Philippe Lauzun. «Revue de l'Agenais». p. 298. 
  5. Peeters, Kris (2004). Le comte de Caylus : les arts et les lettres (en francés). Rodopi. p. 234. ISBN 9042011394. 
  6. Philippe Lauzun. «Revue de l'Agenais». pp. 298-299. 
  7. Philippe Lauzun. «Revue de l'Agenais». pp. 298-301. 
  8. a b Philippe Lauzun. «Revue de l'Agenais». p. 303. 
  9. a b «Biographie universelle ancienne et moderne». p. 270. 
  10. Philippe Lauzun (1914). «Revue de l'Agenais». p. 299. 
  11. Philippe Lauzun (1914). «Revue de l'Agenais». p. 300. 

Bibliografía editar

  • « Aiguillon (Anne-Charlotte de Crussol-Florensac, duchesse d') » dans Dictionnaire de biographie française, (Diccionario de la biografía francesa) , vol. 1, Paris, 1932 [detalle de ediciones]
  • « Aiguillon, (Anne-Charlotte Crussol, duquesa de) », en Fortunée Briquet, Dictionnaire historique biographique et littéraire des Françaises et étrangères naturalisées en France (Diccionario histórico briográfico y literario de mujeres francesas y extranjeras en Francia) , París, Treuttel y Würtz, 1804 (leer en línea archivo)
  • Philippe Lauzun, « La vie au château d'Aiguillon, au couchant de la monarchie », Revue de l'Agenais (La vida en el castillo de Aiguillon, al final de la monarquía), vol. 41, 1914, p. 293 y siguientes (sobre todo p. 298-303), 374 y siguientes (leer en línea archivo)
  • F. Lamy, « Une personnalité hors du commun » (Una personalidad extraordinaria), Revue de l'Agenais, vol. 133, 2006, p. 131 y siguientes (ISSN 0035-1288).

Enlaces externos editar