Anteo

Gigante mitológico griego

El personaje de Anteo (Ἀνταῖος / Antaíos) es un gigante de la mitología griega.

Pintura, firmada por Eufronio, en la cara A de una crátera de cáliz de figuras rojas atribuida a Euxiteo: Heracles lucha con el gigante Anteo. 515 - 510 a. C. Museo del Louvre, G 103.
Hércules luchando con Anteo, por Francisco de Zurbarán (1634, Museo del Prado).

Anteo era hijo del dios Poseidón y la Tierra y habitaba en el territorio de Libia sobre el cual reinaba.

Anteo desafiaba y mataba a todo aquel que atravesaba sus dominios, pues había hecho voto de construir un templo a Poseidón con cráneos humanos. Siempre vencía en sus peleas, puesto que cada vez que caía en tierra o la tocaba, Gea le daba fuerzas de nuevo. No se sabe con exactitud si fue de este modo que el gigante retó también a Heracles (Hércules), o si fue este último el que desafió a Anteo para ponerle fin a su reinado de terror. El héroe griego pasó por Libia tras haber conseguido las manzanas de oro del Jardín de las Hespérides.

Durante su enfrentamiento con Anteo, ambos contendientes se quitaron sus respectivas pieles de leones con las que cubrían sus cuerpos, y mientras que al modo olímpico Hércules se frotó su cuerpo con aceite, Anteo lo hizo con arena caliente por si el contacto con la Tierra a través de sus pies no era suficiente para recuperar sus fuerzas.

Hércules fue quien lo derribó tres veces, pero en vano, pues la Tierra, su madre, reanimaba sus fuerzas. Fue luego de asirse ambos luchadores y que Anteo se dejase caer por propia voluntad sobre la tierra, que Hércules se dio cuenta de ello y lo levantó en vilo para impedirle recibir el aliento de su madre, logrando asfixiarlo.[1][2]

Según cuenta Plutarco, Hércules se juntó con Tingis, la viuda de Anteo, después de la muerte del gigante . El mito indica que Anteo habría sido sepultado en Tánger en un túmulo de tierra con la forma de un hombre tumbado. Se decía que si se retiraba tierra de esa tumba comenzaría a llover y no pararía hasta que el agujero fuese tapado. La leyenda dice también que Sertorio hizo abrir el sarcófago en el que se suponía que estaban los huesos de Anteo y, al encontrar huesos de un tamaño descomunal, ordenó horrorizado que volviesen a cubrirlo con tierra.

El nombre de la hija de Anteo era Alceide, según dice Pisandro de Camiro; otros la llaman Barca.[3]​ Y aún otros más la refieren como Ifínoe y la hacen madre de un tal Palemón con Heracles.[4]

Referencias posteriores editar

Referencias editar

  1. Odas Ítsmicas. pp. inv. 52-5. 
  2. Graves, Robert (1993). «133. El undécimo trabajo: Las manzanas de las Hespérides». Los mitos griegos II. España: Alianza Editorial. 
  3. Escolio a Píndaro, Píticas IX 183
  4. Tzetzes "sobre Licifrón", 662

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