Carta Mundial de la Naturaleza

Carta mundial de la naturaleza

Carta Mundial de la Naturaleza ( es la denominación de la resolución 37/7 de la Asamblea General de las Naciones Unidas, aprobada el 28 de octubre de 1982. Proclama cinco principios de conservación según los cuales debe guiarse, y ser juzgada, toda conducta humana que afecte a la naturaleza.[1]

  1. La naturaleza debe ser respetada y sus procesos esenciales no deben ser perturbados.
  2. La viabilidad genética de la Tierra no debe comprometerse; los niveles poblacionales de todas las formas de vida, salvajes y domesticadas, deben ser al menos suficientes para su supervivencia, y para tal fin los hábitats deben ser salvaguardados.
  3. Todas las zonas de la Tierra, tanto terrestres como marítimas, deben quedar sujetas a estos principios de conservación; debe darse especial protección a las áreas únicas, a los ejemplos representativos de todos los diferentes tipos de ecosistemas y a los hábitats de las especies en peligro.
  4. Los ecosistemas y organismos, así como la tierra, el mar y los recursos atmosféricos utilizados por el hombre, deben gestionarse para alcanzar y mantener una óptima productividad sostenible, pero no de tal manera que ponga en peligro la integridad de otras especies o ecosistemas con los que coexistan.
  5. La naturaleza debe ser protegida contra la degradación causada por la guerra u otras actividades hostiles.[2]

La votación fue aprobada por 111 a favor, uno en contra (el de los Estados Unidos de América) y 18 abstenciones.[3]

Véase también editar

Notas editar

  1. «Carta Mundial de la Naturaleza». 
  2. United Nations General Assembly (28 de octubre de 1982). «World Charter for Nature». United Nations. Consultado el 25 de agosto de 2013. 
  3. Scott S. Olson (1999). International Environmental Standards Handbook. p. 39. ISBN 1-56670-270-4. 

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