Comunicación, Intercambio y Desarrollo Humano en América Latina

Comunicación, Intercambio y Desarrollo Humano en América Latina, conocida por sus siglas (CIDHAL), es una asociación civil con sede en Cuernavaca (Estado de Morelos, México) que ha destacado por su contribución al movimiento feminista en los campos de la documentación y difusión, la organización popular, la educación en temas de salud y sexualidad y, en los últimos años, en la promoción de participación ciudadana y los derechos políticos de las mujeres. En la actualidad, su misión es “contribuir como institución sólida a la equidad de género como eje del mejoramiento de la calidad de vida, a través de servicios de salud, educación, comunicación e información, estimulando la participación ciudadana y el respeto a los derechos humanos”.[1]

Historia editar

Fue fundada a finales de los sesenta bajo el nombre de Coordinación de Iniciativas para el Desarrollo de América Latina (CIDAL, nombre que conservó hasta 1974), por Elisabeth M. Hollants, una periodista y activista católica de origen belga que llegó a la Ciudad de Cuernavaca como parte del equipo del Centro Intercultural de Documentación (CIDOC) de Iván Illich.[2]​ En sus primeras décadas, el CIDHAL estuvo vinculado estrechamente al catolicismo popular y crítico de la teología de la liberación y las Comunidades Eclesiales de Base. [3]​ Sus principales ejes de actividad en la época constaban en la inclusión plena de las mujeres en el liderazgo de las iglesias, la documentación de la situación socioeconómica de las mujeres latinoamericanas, la educación popular en temas de salud y la conformación de un feminismo popular enraizado en las circunstancias regionales.[4]

El CIDHAL fue uno de los primeros foros en América Latina en los que se abogó por el acceso de las mujeres al ministerio ordenado (i. e. la ordenación de mujeres en la Iglesia católica). En temas de reproducción, las colaboradoras y los colaboradores del CIDHAL criticaron el enfoque desarrollista que buscaba eliminar la pobreza sólo con la ralentización del crecimiento demográfico, pero se pronunciaron por el acceso a los anticonceptivos e incluso por la despenalización del aborto.[5]

Además de Hollants, en la historia del CIDHAL destaca el papel de Itziar Lozano, psicóloga de origen español que robusteció las actividades de la asociación en materia de derechos sexuales y reproductivos durante la década de los ochenta.[6]

Referencias editar

  1. CIDHAL. «Misión». CIDHAL. Consultado el 25 de febrero de 2017. 
  2. Suárez, Rocío; Van Remmen, Ludia (1996). Hacia una nueva cultura feminista: una semblanza histórica del CIDHAL. México: Academia de Derechos Humanos. p. 10. 
  3. Jaiven, Ana Lau (2011). «Emergencia y trascendencia del neofeminismo». En Gisela Espinosa Damián y Ana Lau Jaiven, ed. Un fantasma recorre el siglo. Luchas feministas en México, 1910-2010. México: UAM-X. p. 169. 
  4. Espinosa Damián, Gisela (2009). Universidad Autónoma Metropolitana-Unidad Xochimilco, ed. Cuatro vertientes del feminismo en México. Diversidad de rutas y cruce de caminos. México. p. 95. 
  5. Espino Armendáriz, Saúl (2016). «“Tensiones y convergencias entre la teología de la liberación y el feminismo: la historia del CIDHAL durante los setenta”». El Colegio de México. III Congreso de Historia Intelectual de América Latina. México. 
  6. Vázquez, Norma (28 de septiembre). «Itziar Lozano, pionera del feminismo mexicano». El País. Consultado el 25 de febrero de 2017. 

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