Contrato psicológico

Contrato psicológico es el nombre que la psicología da a la parte implícita de una relación laboral. El contrato psicológico está constituido por el conjunto de compromisos que el trabajador espera de la empresa u organización para la que trabaja, además de las explícitas, y viceversa.

Elementos habituales editar

Es habitual que el trabajador espere encontrar en su trabajo unos incentivos extras, como son el reconocimiento por su trabajo y un trato amable y digno. A la larga el trabajador también puede esperar otros reconocimientos como ascensos o aumentos salariales que hagan explícito ese reconocimiento implícito.

Por otro lado, el empleador puede esperar lógicamente una implicación en el funcionamiento de la empresa y el deseo por parte del trabajador de unos buenos resultados, así como que establezca un buen clima con sus compañeros y en la empresa.

Desde un punto de vista organizativo, se puede considerar que el contrato psicológico lo forman elementos transaccionales (como por ejemplo los incentivos o las horas de trabajo), mensurables más objetivamente, y elementos relacionales (como por ejemplo la dignidad en el trato).

Cláusulas abusivas editar

El contrato psicológico también puede incluir cláusulas abusivas, como lo puede ser que el empresario espere del trabajador horas extras o trabajo en casa.

Violación del contrato psicológico editar

La violación del contrato psicológico se produce cuando una de las dos partes percibe que la otra ha faltado a sus obligaciones.

Véase también editar

Bibliografía editar

  • del Barrio Gándara, Victoria (coord.) (2003). Evaluación psicológica aplicada a diferentes contextos. Madrid: UNED. ISBN 84-362-4935-6. 
  • Rousseau, D.M. y Parks, J. M. (1993). The contracts of individuals and organizations. Research in Organizational Behaviour. 

Enlaces externos editar