«Corre el anillo» es un juego sencillo para el que sólo se requiere un anillo o una moneda. Su historia se remonta a Francia, país donde se lo conoce como le furet (en francés, «el hurón»). El juego se difundió por Europa hasta llegar a España, y desde ahí fue exportado a América.

Para jugar, los jugadores deben sentarse en línea o semicírculo, con las manos juntas y semiabiertas. El que ha sido seleccionado debe llevar en sus manos un anillo o una moneda. Luego va pasando sus manos, con el objeto dentro, por entre las manos de los jugadores, que esperan a que el objeto les sea depositado. Mientras simula echar el objeto (moneda o anillo) en las manos de cada uno de los jugadores, va recitando:

Corre el anillo por un portillo,
Pasó un chiquillo comiendo huesillos,
A todos les dio menos a mí.
Corre el anillo por un portillo.
Cayó una teja mató a una vieja,
Cayó un martillo, mató a un chiquillo,
Cayó un ratón
Mató a un guatón,
Cayó una horquilla
Pinchó a una chiquilla,
Cayó una tagua, aplastó a una guagua
Cayó una rama de matico,
Aplastó a un milico.

Luego de terminada esta parte, viene aquel a quien se le pregunta “¿Quién tiene la prenda?”, y debe adivinar el nombre del que la recibió. Si adivina el que pregunta debe entregar una prenda, pero si no él debe entregar la prenda.

Después que haya transcurrido un tiempo, se deben recuperar las prendas y ahí viene la segunda parte, donde se vuelve a cantar, y se aplica una penitencia pactada por el grupo para recuperar su prenda.

¿De quién es esta prenda?
Mía, responde el dueño.
¿En qué juego la perdió?
En el corre el anillo, dice el penitente.
¿La quiere recuperar?
Sí, responde el dueño.
Entonces debe cumplir penitencia.

Las penitencias consisten en pruebas o desafíos que sentencian al afectado y que éste deberá cumplir para poder recuperar su bien retenido en prenda.

Este juego entra en la modalidad de ser un juego criollo chileno y podemos encontrar variaciones en la letra cantada durante el juego.