La cultura de Wessex fue una cultura prehistórica localizada geográficamente en el sur de la isla de Gran Bretaña y que se desarrolló cronológicamente entre el 1800 y el 1300 a. C., durante el Bronce antiguo. Se denomina así porque su ámbito coincide en general con el antiguo reino de Wessex,[1]​ los actuales condados de Wiltshire, Dorset, Hampshire y Berkshire.[2]

Capa de oro de Mold, Edad del Bronce, pieza expuesta en el Museo Británico de Londres.

Antecedentes y cronología editar

Los orígenes de este grupo cultural hay que buscarlos en el Neolítico, cuando en esta misma región se construyeron grandes monumentos funerarios diferenciados en dos fases:

  • Inicial, entre el 4000 y el 3000 a. C. con túmulos sepulcrales alargados de hasta 70 m de longitud, asociados por grupos a una serie de zanjas concéntricas de gran tamaño denominadas enclosures.
  • Final, entre el 3000 y el 2000 a. C. aproximadamente, cuando fueron sustituidos estos últimos por los henges, círculos de piedras delimitados por un terraplén y una zanja exteriores, cuyos exponentes más famosos son Stonehenge y Avebury.[2]

Durante el Bronce antiguo se han señalado dos periodos:

  • Wessex antiguo, desde el 1800 al 1600 a. C.
  • Wessex reciente, hasta el 1300 a. C.[1]

Características editar

Su seña de identidad más clara son las necrópolis formadas por grandes túmulos donde enterraban a las élites guerreras acompañadas de importantes ajuares formados por puñales y hachas de bronce, mazas de piedra pulimentada y adornos de ámbar y oro, como las lúnulas irlandesas. Hasta 1550 a. C. las tumbas son de inhumación y a partir de entonces aparecen también las de incineración. Los asentamientos son poco conocidos: debían consistir en granjas dispersas dedicadas al cultivo de cereales y a la ganadería mayor. Existían minas de estaño en Cornualles, metal que formaba parte de una floreciente red comercial que incluía Europa central, Irlanda y otras regiones atlánticas. Los posibles contactos con el Mediterráneo debieron ser indirectos, a través de los grupos centroeuropeos. Stonehenge adquirió durante esta fase buena parte de las principales características que han llegado hasta nosotros: una avenida de acceso y el doble círculo pétreo.[1]

Véase también editar

Notas editar

  1. a b c Eiroa García, Jorge Juan (2010). «Prehistoria del mundo». Barcelona (primera edición) (Sello Editorial SL). pp. 744-746. ISBN 978-84-937381-5-0. 
  2. a b Renfrew, Colin; Bahn, Paul (1998). Arqueología. Teorías, métodos y práctica (segunda edición). Madrid, España: Ediciones Akal. pp. 186-187. ISBN 84-460-0234-5.