El buitre (Kafka)

cuento de Franz Kafka

El buitre es un cuento con elementos de parábola que fue escrito por Franz Kafka en 1920. Fue publicado en 1936 por Max Brod en la colección Beschreibung eines Kampfes.[1]

El buitre
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Género Cuento Ver y modificar los datos en Wikidata
Edición original en alemán
Título original Der Geier
Fecha de publicación 1936
Edición traducida al español
Título El buitre

Antecedentes editar

En el otoño de 1920, Kafka rompió con su amante Milena Jesenská.[2]​ Una serie de breves piezas en prosa surgieron en una oleada productiva.[3]​ Cabe mencionar aquí El escudo de la ciudad, El timonel, De noche, La comunidad, Se encuentra nuestro pueblito... (también conocida como "El rechazo"), Sobre la cuestión de las leyes, El levantamiento de tropas, La prueba, El trompo, Pequeña fábula, Poseidón y también El buitre. Kafka no publicó estas obras con sus conexiones internas, los títulos provienen en gran parte de Max Brod.[4]

Trama editar

Un narrador en primera persona describe cómo un buitre, que ya le ha desgarrado las botas y las medias, le picotea los pies. Pasa un señor y le pregunta por qué tolera al buitre. El narrador se describe a sí mismo como indefenso. Sacrificó sus pies para evitar que el animal le saltara en la cara. El caballero se sorprende de esta tortura y dice que el buitre podría ser acabado de un tiro. El narrador le pide al señor que haga esto por él. Sin embargo, primero se debe buscar el rifle. El buitre escuchó la conversación y obviamente entendió. Con gran balanceo mete su pico en la boca del narrador. El buitre se ahoga “irrecuperablemente” en las masas de sangre resultantes, mientras que el narrador se siente liberado.[5]

Forma editar

Se puede apreciar una división a tres partes:

  • Descripción introductoria de la situación con el buitre.
  • Conversación con el señor como parte más larga de la pieza.
  • Reacción y muerte del buitre

La perspectiva narrativa tiene múltiples capas. Hay un narrador en primera persona que habla de la muerte del buitre al final. En vista de los chorros de sangre, parece obvio en un principio que él mismo también encuentra la muerte, pero eso no se dice explícitamente. Además, ¿cómo podría entonces presentarnos la historia? ¿Habla desde el reino de los muertos o ha vencido a la muerte en una especie de catarsis en el momento de mayor peligro?

Análisis de texto editar

El narrador es atacado por un gran carroñero. El narrador se refiere a ello como obra del buitre, por cierto, algo casi legitimado, inevitable. No se explica en detalle cómo se cambió la cara por los pies ofrecidos. Obviamente hubo un entendimiento entre la víctima y el buitre, al menos gestual. La conversación con el hombre es extraña. Dada la situación, la intervención inmediata o una solicitud de intervención inmediata hubiera sido apropiada y no esta conversación laboriosa, que es más una justificación de por qué el narrador no se defiende de forma más enérgica. El animal, por otro lado, es poderoso en su fuerza física tranquila y su naturaleza resuelta, en contraste con el vacilante narrador, que casi parece admirar al buitre. El buitre escucha en silencio la conversación entre los dos hombres, en realidad como un tercer participante, para luego llevar a cabo su obra de destrucción de manera furiosa.

La pequeña historia se desarrolla de manera casi incómoda al principio, principalmente debido a los discursos directos de la parte central. Las dos últimos oraciones, sin embargo, parecen una secuencia densamente empaquetada hasta el clímax, en el que todo se concentra:

  • la intención del buitre
  • el horrible picotazo
  • el sentido de liberación del narrador que cae
  • los chorros de sangre en que se ahoga el buitre

Referencias a otras obras de Kafka editar

Aparece aquí uno de los patrones básicos de Kafka, a saber, la descripción de una situación atormentadora que termina con la destrucción, el aniquilamiento y la muerte, en la que este final se percibe como liberación. "La muerte es el lugar del borrado liberador del último recuerdo", como dijo Peter-André Alt.[6]​ Este patrón también se puede ver en las pequeñas piezas en prosa El escudo de la ciudad o Poseidón. El puente es similar en el sentido de que al final también se describe un impacto físico de violencia y lesiones drásticamente conmovedor.

Una secuencia semejante aparece en el cuento La condena. Un joven es regañado y ridiculizado (es decir, atormentado) por su padre y condenado a morir ahogado. El hijo ejecuta la sentencia, pero la muerte no se muestra explícitamente. Finalmente, aparece la imagen de un tránsito vital. Momentos similares también están presentes en La metamorfosis. Especialmente estas dos últimas piezas se interpretan como la confrontación de Kafka con su padre jactancioso y carente de comprensión. Entonces, la conclusión es que El buitre también simboliza la constelación de un hijo vacilante y derrotado y un padre vigoroso y despiadado.

Stéphane Mosés, en su artículo “Franz Kafka: El silencio de las sirenas” sostiene que en relación con los textos con temáticas de mitologíaclásica se estaría frente a un “corpus claramente definido”.[5]​ El corpus lo conforman: El silencio de las sirenas, Prometeo, Poseidón, y El nuevo abogado.[7]​ Mosés sostiene que "el mito es capaz de hablarnos aún hoy en día, sólo y exclusivamente si se reviste de ironía o paradoja."

"Beda Allemann, en su artículo 'Kafka y la Mitología' menciona los siguientes tres textos en el ámbito de los relatos con base mitológica clásica: El silencio de las sirenas, Poseidón y Prometeo. Los denomina como 'versiones', 'transformaciones', “modernizaciones” y sobre todo mediante el término 'reinterpretación'. Esta 'reinterpretación' se manifiesta a su vez con los rasgos de: ironía, distancia, pantomima, reducción, paradoja y grotesco. Allemann sostiene también que Kafka se aproxima a la tradición como 'una inabarcable fuente de verdad' y que sus interpretaciones son un intento de adentrarse en las verdades escondidas."[7][8]

Otras interpretaciones editar

Galili Shahar ha argumentado en “Fragments and Wounded Bodies: Kafka after Kleist" (Fragmentos y cuerpos heridos: Kafka después de Kleist), que “la literatura alemana moderna puede leerse sugerentemente como un inventario de cuerpos heridos. La prosa de Goethe, los dramas de Georg Büchner, las obras de teatro y las novelas de Heinrich von Kleist, E.T.A. Las piezas nocturnas de Hoffmann, las óperas de Wagner, los cuentos de Franz Kafka, las primeras obras de Heinrich Böll y las novelas de Elfriede Jelinek son ejemplos de una literatura de heridas"[9]

La Franz Kafka Encyclopedia analiza el cuento considerando el estado de salud de Kafka en aquella época: "Generalmente esta parábola se ve en el contexto de la tuberculosis de Kafka, que había sido diagnosticada en septiembre de 1917. Kafka tendía a mitificar su enfermedad, interpretándola como una conspiración del cuerpo para encontrar una salida a su malestar espiritual y psicológico. Visto así, el buitre de este cuento se convierte en una metáfora de la propia enfermedad de Kafka, que -desde la perspectiva del observador externo- parece tener un remedio sencillo, pero que desde la perspectiva del propio narrador sufriente es irremediable e inevitable. ya que tiene sus raíces en su mismo ser. En este sentido, parece resuelta la paradoja de que el buitre ataca ostensiblemente a un ser vivo: el narrador es, en la medida en que su castigo es obstinado y, en esa medida, autoinfligido, ya carroña, el manjar moribundo de los carroñeros."[10]

"El buitre había escuchado tranquilamente nuestro diálogo y habíadejado vagar la mirada entre el señor y yo. Ahora vi que había comprendido todo: voló un poco más lejos, retrocedió para alcanzar el impulso óptimo, y,como un atleta que arroja la jabalina, encajó su pico en mi boca, profundamente. Al caer de espaldas sentí como una liberación; sentí que enmi sangre, que colmaba todas las profundidades y que inundaba todas lasriberas, el buitre, irremediablemente, se ahogaba."
Franz Kafka[11]

Referencias y alusiones en otros medios editar

  • El artista israelí Yosl Bergner creó una serie de grabados inspirados en la historia El buitre de Franz Kafka en 1990.[12]
  • Jorge Luis Borges seleccionó la historia para incluirla en La Biblioteca de Babel, una serie de volúmenes breves publicados por la editorial italiana Franco Maria Ricci a partir de 1975.[13]
  • Una adaptación de cómics de la historia, ilustrada por Peter Kuper, se incluye en Give It Up!.
  • Una parodia de la historia aparece como parte del cuento "Los cuadernos de Bob K". de Jonathan Lethem, que se recoge en Kafka Americana. En la historia, el buitre es reemplazado por el villano de Batman, El Pingüino.

Obras editar

  • Der Geier. Entstanden 1920. Erstveröffentlichung: Beschreibung eines Kampfes. Hrsg. von Max Brod. Prag 1936, S. 100 f. (Titel von Max Brod).
  • Der Geier. In: Franz Kafka: Sämtliche Erzählungen. Hrsg. von Paul Raabe. Frankfurt a. M. 1977. S. 405, ISBN 3-596-21078-X.
  • Franz Kafka: Die Erzählungen. Originalfassung. Hrsg. von Roger Hermes. Frankfurt a. M. 1997, ISBN 3-596-13270-3.
  • Franz Kafka: Nachgelassene Schriften und Fragmente II. Hrsg. von Jost Schillemeit, Fischer, Frankfurt a. M. 1992, S. 329–330.

Referencias editar

  1. Richard T. Gray, Ruth V. Gross, Clayton Koelb, Rolf J. Goebel. «A Franz Kafka Encyclopedia» (en inglés). p. 103.
  2. Peter-André Alt: Franz Kafka. Der ewige Sohn. Eine Biographie. Verlag C.H. Beck, München 2005, ISBN 3-406-53441-4, p. 548.
  3. Joachim Unseld: Franz Kafka. Ein Schriftstellerleben. Carl Hanser Verlag, 1982, ISBN 3-446-13568-5, p. 194.
  4. Alt, p. 569.
  5. a b Mosés, Stéphane. “Franz Kafka: Das Schweigen der Sirenen”.En : Spuren der Schrift. Von Goethe bis Celan. Frankfurt am Main: Jüdischer Verlag bei Athenäum 1987, 52-72
  6. Alt, p. 577
  7. a b Mary Mac-Millan (2008). «Franz Kafka: El buitre y la resonancia del mito de Prometeo». Cyber Humanitatis N°48. Consultado el 31 de agosto de 2022. 
  8. Allemann, Beda. “Kafka und die Mythologie”. En: Zeitschrift für Ästhetik und allgemeine Kunstwissenschaft. 20, 129-144 (1975).
  9. Shahar, Galili. “Fragments and Wounded Bodies: Kafka after Kleist.” The German Quarterly, vol. 80, no. 4, Fall 2007, pp. 449–67. citado por Britta Kallin, Journal of Austrian Studies, Volume 53, Number 4, Winter 2020, pp. 51-73 (Article) Publicado por University of Nebraska Press, DOI: https://doi.org/10.1353/oas.2020.0062
  10. Richard T. Gray, Ruth V. Gross, Clayton Koelb, Rolf J. Goebel. «A Franz Kafka Encyclopedia» (en inglés). pp. 103-104. Consultado el 31 de agosto de 2022. «Generally this parable is seen in the context of Kafka's tuberculosis, with which ha has been diagnosed in September 1917, Kafka tended to mythologize his ilness, interpretating it as a conspiracy of the body to find a way out of his spiritual and psychological malaise. Seen in this way, the vulture of this tale become a metaphor for Kafka's own ilness, which, from the perspective of the outsider observer -appears to have a simple remedy, but which from the perspective of the suffering narrator himself is irremediable and inevitable, since it has its roots in his very being. In this sense, the paradox that the vulture ostensibly attacks a living creature apperas to be resolved: the narrator is, insofar as his punishment is self-willed and, to that extent, self-inflicted, already carrion, the moribund delicacy of scavengers. (trad. Generalmente esta parábola se ve en el contexto de la tuberculosis de Kafka, que le fue diagnosticada en septiembre de 1917. Kafka tendía a mitificar su enfermedad, interpretándola como una conspiración del cuerpo para encontrar una salida a su malestar espiritual y psicológico. Visto así, el buitre de este cuento se convierte en metáfora de la propia enfermedad de Kafka, que -desde la perspectiva del observador externo- parece tener un remedio sencillo, pero que desde la perspectiva del propio narrador sufriente es irremediable e inevitable, ya que tiene sus raíces en su mismo ser. En este sentido, parece resuelta la paradoja de que el buitre ataca ostensiblemente a un ser vivo: el narrador es, en la medida en que su castigo es obstinado y, en esa medida, autoinfligido, ya carroña, el manjar moribundo de los carroñeros.) ». 
  11. Franz Kafka. Obras Completas. (tomo IV). Barcelona. Teorema: 1983. Pág 1315.
  12. Yosl Bergner. «The Vulture Painting to Franz Kafka, 1988». Consultado el 31 de agosto de 2022. 
  13. Page at www.fantascienza.com

Bibliografía editar

Enlaces externos editar