España vaciada

regiones de España con alta pérdida de población debido al éxodo rural

El término España vaciada o a veces España vacía hace referencia a las zonas de España que sufrieron emigraciones masivas durante el denominado éxodo rural de los años 1950 y 1960, que a comienzos del siglo XXI abarcan el 90 % del territorio español. Por antonomasia, se entiende que, ya que cuando las provincias fueron formadas en 1833 eran territorios homólogos en cuanto a población, superficie y desarrollo, forman parte de la España vaciada todas aquellas provincias que eligen 5 o menos diputados en las elecciones al Congreso de los Diputados.

Mapa de la densidad de población en los municipios españoles según el censo de 2008.

El periodista Sergio del Molino publicó en 2016 un libro de título La España vacía en el que hacía un análisis de la situación de buena parte de la España interior. Partiendo de esa idea, posteriores análisis reivindicativos señalaron que esa parte de España no solo estaba vacía, sino que sucesivas políticas de todo signo la estaban vaciando, tanto de población como de acciones para revertir esa situación. El concepto nació de esta forma como un marco reivindicativo contra el abandono rural y su supeditación al desarrollo urbano, y fue utilizado como lema en las marchas que se llevaron a cabo en 2019 por la visibilización de estas áreas.[1]

Delimitación editar

Existen 6 grandes zonas del país donde la despoblación es un problema especialmente acentuada, aparte de otras zonas aisladas:[2][3][4]

No obstante, y dado que lo anterior no deja de ser un criterio subjetivo, se suele considerar, a efectos objetivos, como parte de la España vaciada aquellas provincias que en las elecciones al Congreso de los Diputados eligen a 5 o menos diputados,[cita requerida] que en la actualidad corresponde a aquellas provincias con una población inferior a 700.000 habitantes. Clasificadas por comunidades autónomas, son parte de la España vaciada:

Historia editar

 
Variación de la población española entre 1981 y 2005, donde se pueden apreciar las provincias que mayor porcentaje de población han perdido en este período.

Aunque en algunos de los territorios que han perdido población los procesos de decandencia económica y social tienen origen en épocas anteriores,[5]​ la historia de la "España vaciada" tiene su comienzo en los primeros años de la dictadura de Francisco Franco y se extiende hasta nuestros días pasando por diferentes etapas en las que van cambiando tanto la dinámica económica del país como la concepción social del mundo rural. No es posible entender este fenómeno sin contextualizarlo en la época y la situación social que le corresponden: la destrucción heredada de la guerra civil española, el aislamiento internacional, la importante tradición rural de la población (la gran mayoría estaba empleada en el sector primario) y la tendencia modernizadora de las grandes potencias mundiales.

Con este preludio nace la primera etapa de la "España vaciada" en los años cuarenta, el nuevo régimen manifiesta su índole conservadora con intención de preservar las formas de vida tradicionales reforzando la supremacía de las clases de terratenientes sobre el pequeño campesinado (un problema heredado del Antiguo Régimen y que necesitaba de una profunda reforma agraria), que será quien protagonice las primeras migraciones ante su imposibilidad de autoabastecerse cuando lleguen el hambre y las penurias de la temprana posguerra.[6]

Pero las aspiraciones de esta conservación de las formas de vida tradicionales tenían, por un lado, la intención de idealizar la agricultura y la vida rural en un marco armónico y pacífico al margen de los problemas que pudieran suceder en la sociedad; y por otro lado escondían el propósito mayor de supeditar el sector agrícola a la industrialización del país, un cambio que fue propiciado por el empoderamiento en los años sesenta y setenta de los llamados "tecnócratas", quienes lideraron la modernización del país en pro del desarrollismo y la productividad alimentando la superioridad moral y cultural de las nuevas sociedades urbanas en contraste con el supuesto atraso del mundo rural y su consecuente menosprecio y acomplejamiento. Con ello la migración del campo a las ciudades se masificó despoblando el mundo rural con la esperanza de encontrar formas de vida menos precarias en las oportunidades que ofrecían los núcleos urbanos.[6]

Poco después llegará la década de los ochenta con las ciudades saturadas y sobrepobladas, el fin del régimen franquista, la entrada del país en la Comunidad Económica Europea (1986) y nuevas tendencias sociales gestándose en el panorama mundial. Todo ello hace que la sociedad en su conjunto cambie su concepto de calidad de vida hacia la idea que conservamos hoy revalorizando las tradiciones y preocupándose por conservar el medio natural, un impulso que permite a los núcleos rurales resurgir de su aislamiento reinventándose y ofreciendo oportunidades novedosas para escapar de las ciudades a través del ocio, el turismo y el rescate de las tradiciones. Esta apreciación actual por las zonas rurales despobladas de nuestro país es lo que ha permitido a la "España Vaciada" ser el centro de numerosas manifestaciones, movimientos sociales e incluso debates parlamentarios y decisiones políticas desembocando en importantes proyectos neorruralistas que motivan a la reflexión sobre el pasado y el futuro de estas tierras que han sido despobladas.[6]

 
Manifestación de tractores promovida por el partido, en Segovia frente al IES Andrés Laguna.
 
Cartel de Plataforma Segovia Viva, incorporada en España Vaciada a la entrada a Caballar, provincia de Segovia, municipio histórico que ha perdido el 85% de sus habitantes en los últimos años.[7]

Las reivindicaciones de la "España Vaciada" pasan por todas las dificultades a las que se enfrenta el mundo rural en su brecha con las condiciones de vida urbanas: la degradación del medio natural (pérdida de ecosistema, descenso de la productividad, abandono de tierras), las condiciones de vida y de trabajo precarias, la falta de mano de obra, la deslocalización del modelo de producción y consumo, la alta presión fiscal, en comparación al mundo urbano y la imposición de una Política Agraria Común (PAC) europea obsoleta en muchos sentidos y centrada en la productividad y el rendimiento económico de la tierra.[8]

El abandono de los territorios hortícolas comenzó con las políticas desarrollistas de los años sesenta, estrategias de gran éxito económico a corto plazo que impusieron la mecanización del campo (con el consecuente excedente de mano de obra) e imposibilitaron la rentabilidad económica del pequeño campesinado.[9]​ La tendencia de abandono en la actualidad, aunque hereda los problemas del pasado, está muy ligada a la degradación de la calidad ambiental de la que depende el sector primario: la ganadería intensiva, la agricultura de monocultivo, el uso de fertilizantes, la deforestación, la minería, la industrialización, la urbanización y la contaminación del aire y del agua, entre otros, son los causantes de grandes problemas como la erosión de los suelos, la pérdida de fertilidad, el aumento de la acidez y la salinidad del sustrato, la desertificación, la inestabilidad del terreno, la merma de biodiversidad y el colapso de los ciclos naturales, etcétera, una situación que se descentra del autoabastecimiento e imposibilita la subsistencia de las poblaciones rurales dejando como única opción la migración a núcleos urbanos donde se asegure una mínima calidad de vida.[10][11]

A este problema de colapso ecológico se le suma el desarraigo de tradiciones rurales y el desinterés de la juventud por emplearse en el sector primario: la escasa mano de obra local no está dispuesta a aceptar las condiciones sociolaborales que se ofrecen de salarios mínimos y trabajo intensivo a la par que inestable, pues el éxito depende tanto de la prosperidad de las tierras como de la introducción de innovaciones tecnológicas y prácticas de gestión, que buscan incrementar la productividad de la agricultura al tiempo que reducen las posibilidades de empleo en la misma y la calidad del medio. La reticencia de la población local y su insuficiente mano de obra lleva a una dependencia de las empresas agrarias de mano de obra inmigrante.[12]

En 2020, durante la pandemia de COVID-19 y su confinamiento estricto con el cierre de fronteras, la "España Vaciada" ha sido— y es— un punto clave para el abastecimiento de alimentos a las urbes. La situación demostró la necesidad de una mayor mano de obra local tal y como denunciaron los jornaleros, muchos huertos quedaron abandonados y sus cosechas sin recoger provocando el aumento del precio de los productos al tiempo que se esperaba la llegada de mano de obra extranjera dispuesta a realizar dichas tareas.[13]​ Con ello se ha demostrado que el sector primario, un sector ‘abandonado’, es fundamental para el país.[14]

Para Jaime Armesto las políticas históricamente centralistas que favorecen a Madrid, entre otras las infraestructuras radiales -carreteras, ferrocarril, autovías, tren de alta velocidad-, son una de las causas fundamentales del vaciamiento poblacional de muchas de las provincias españolas y fundamentalmente de sus territorios rurales.[15]

Política editar

Animados por el éxito del paro convocado en veinte provincias españolas para protestar por el olvido que sufría la llamada España Vaciada,[16]​ la coordinadora ciudadana Teruel Existe decidió presentarse a las elecciones generales de noviembre de 2019 como una plataforma de electores ajena a los partidos tradicionales, con el fin de dar voz a reivindicaciones urgentes de la provincia.

Siguiendo los pasos de esta organización, España Vaciada se inscribe como partido político el 30 de septiembre de 2021.[17][18][19]​ En noviembre de 2021 se confirmó que más de 160 colectivos y asociaciones de unas 30 provincias españolas se comprometieron a finalizar la plataforma electoral antes de la primavera de 2022.[20][21]

En noviembre de 2021 los sondeos electorales le daban hasta 15 escaños en el Congreso de los Diputados si se hubieren celebrado elecciones generales en ese momento.[22]

Véase también editar

Referencias editar

  1. Belén Remacha; David Noriega; Ana Ordaz (29 de marzo de 2019). «La España vaciada, el medio país con escasez de población y servicios que sale a la calle convertido en el centro de la disputa electoral». Eldiario.es. Consultado el 9 de enero de 2021. 
  2. a b c d e f g «El mapa de la densidad de población en España». El Orden Mundial. 
  3. a b c d e f g «El mapa de las regiones productivas de España». El Orden Mundial. 
  4. a b c d e f g «ESPON GEOSPECS Sparsely populated areas (SPA)». European Grouping on Territorial Cooperation (en inglés). 
  5. Véase, por ejemplo, Ángel García Sanz, Francisco Comín (ed. lit.), Ricardo Hernández García (ed. lit.), Javier Moreno Lázaro (ed. lit.), Vicente Pérez Moreda (ed. lit.), Ricardo Robledo Hernández (ed. lit.) Auge y decadencia de Castilla: estudios de historia económica y social (siglos XVI-XX), Crítica, 2016. ISBN 978-84-16771-23-3
  6. a b c Entrena-Durán, Francisco (2012). «La ruralidad en España: de la mitificación conservadora al neorruralismo*». Cuadernos de Desarrollo Rural 9 (69). ISSN 2215-7727. doi:10.11144/Javeriana.cdr9-69.remc. Consultado el 9 de enero de 2021. 
  7. «INEbase. Alteraciones de los municipios». www.ine.es. Consultado el 14 de noviembre de 2021. 
  8. Pinilla, Fernando Collantes Vicente (2020). «La verdadera historia de la despoblación de la España rural y cómo puede ayudarnos a mejorar nuestras políticas». Documentos de trabajo de la Asociación Española de Historia Económica (20): 1. Consultado el 9 de enero de 2021. 
  9. Millán Pascual, R., Falquina Aparicio, A., & Compañy, G. (2019, marzo). «ARQUEOLOGÍAS DEL DESARRAIGO.UNA APROXIMACIÓN AL PROCESO DE ABANDONO Y DESTRUCCIÓN DEL RURAL: EL CASO HONTANILLAS (GUADALAJARA, ESPAÑA)». VESTIGIOS – Revista Latino-Americana de Arqueología Histórica 13 (2): 11. 
  10. Cerdà, Artemi (2001, diciembre). «La erosión del suelo y sus tasas en España». Ecosistemas: Revista de ecología y medio ambiente 10 (3): 2-6. 
  11. Mora Marín, M.A; Ríos Pescador, L. Ríos Ramos, L. Almario Charry, J.L. (2017, mayo). «Impacto de la actividad ganadera sobre el suelo en Colombia». Revista Ingeniería y Región (17): 2-7. 
  12. Izcara Palacios, S. (2005, diciembre). «Inmigrantes marroquíes en el sector agrario andaluz». Estudios Fronterizos 6 (12): 9-38. 
  13. Navarro, Juan (26 de mayo de 2020). «La odisea de esquilar ovejas a 10 000 kilómetros». EL PAÍS. Consultado el 9 de enero de 2021. 
  14. González-Cuevas, N. (2020, marzo). «La España Vaciada socorre a las metrópolis en la crisis sanitaria del COVID-19.». Revista ASAJA (409): 20-24. 
  15. Armesto, Jaime (21 de diciembre de 2021). «¿Quién vacía la España vaciada?». Medio rural - El Salto. El Salto. Consultado el 21 de diciembre de 2021. 
  16. Juan Carlos Espinosa; Juan Navarro; Marcos Lema (5 de octubre de 2019). «El grito mudo de la España vacía». El País. 
  17. Navarro, Juan (20 de septiembre de 2021). «La España Vacía concurrirá a las elecciones». El País. Consultado el 14 de noviembre de 2021. 
  18. Fernández, Juan (2 de octubre de 2021). «La 'España vaciada' se lanza a la arena política». elperiodico. Consultado el 14 de noviembre de 2021. 
  19. Ministerio del Interior (España). «Registro de Partidos Políticos». 
  20. «La 'España Vaciada' última su salto a la política nacional con la ilusión de convertirse en clave de la gobernabilidad». Nius Diario. 8 de noviembre de 2021. Consultado el 14 de noviembre de 2021. 
  21. «El mapa de una 'España Vaciada' cada vez más fuerte y activa: 140 plataformas se unen para entrar en el Congreso». www.lasexta.com. 11 de noviembre de 2021. Consultado el 14 de noviembre de 2021. 
  22. «El partido España Vaciada obtendría 15 escaños y sería clave para decantar el Gobierno, según una encuesta». www.antena3.com. 10 de noviembre de 2021. Consultado el 14 de noviembre de 2021. 

Bibliografía editar

  • Ángel García Sanz, Francisco Comín (ed. lit.), Ricardo Hernández García (ed. lit.), Javier Moreno Lázaro (ed. lit.), Vicente Pérez Moreda (ed. lit.), Ricardo Robledo Hernández (ed. lit.) Auge y decadencia de Castilla: estudios de historia económica y social (siglos XVI-XX), Crítica, 2016. ISBN 978-84-16771-23-3.
  • Carlos Taibo, Iberia vaciada. Despoblación, decrecimiento, colapso. Editorial La catarata, ISBN 9788413521275, 2020.
  • Diana Santiago Iglesias, Instrumentos jurídicos para la lucha contra la despoblación rural, Editorial Aranzadi, ISBN: 9788413902487, 2021. Pamplona.
  • Fernando Collantes y Vicente Pinilla, ¿Lugares que no importan? La despoblación de la España rural desde 1900 hasta el presente. Sociedad Española de Historia Agraria (SEHA), Monografías de Historia Rural 15. Prensas de la Universidad de Zaragoza, 2019, ISBN 978-84-17873-82-0.
  • Fernando García-Moreno Rodríguez, La despoblación del mundo rural, Aranzadi, ISBN 9788413095783, 2019.
  • Francisco Comín, Ricardo Hernández García, Javier Moreno Lázaro (coords.), Instituciones políticas, comportamientos sociales y atraso económico en España (1580-2000): homenaje a Ángel García Sanz, Universidad de Salamanca, Ediciones Universidad de Salamanca, 2017. ISBN 978-84-9012-781-0.
  • José Luis Domínguez Álvarez, Comunidades discriminadas y territorios rurales abandonados. Políticas públicas y derecho administrativo frente a la despoblación, ebook, Editorial Aranzadi/Civitas.
  • Luis del Romero Renau, Despoblación y abandono de la España rural. El imposible vencido, Editorial Tirant Humanidades, ISBN 9788417069896, 2018.
  • Pablo Martín Hernández, Elena Avellaned Bibian, Población y despoblación. Editorial Círculo rojo, ISBN 9788491605799, 2017.
  • Sergio del Molino, La España vacía. Viaje por un país que nunca fue. Editorial Turner Noema, 2016, ISBN: 978-84-16354-14-6
  • Sergio del Molino, Contra la España vaciada. Editorial Alfaguara, 2021.
  • Varios Autores, Los que dejaron su tierra: crónicas sobre despoblación en Aragón, Libros.com, ISBN 9788417236670, 2018.

Enlaces externos editar