Alejandro de Jerusalén

trigésimo cuarto obispo de Jerusalén; Ocupó el cargo en los años 213-251, víctima de la persecución de los cristianos durante el reinado del emperador Decio

San Alejandro de Jerusalén (m. 250 o 251) es un mártir y santo cristiano venerado en la Iglesia ortodoxa y católica y ejecutado durante las persecuciones del emperador Decio.[1]

San Alejandro de Jerusalén
Información personal
Nacimiento Siglo II
Capadocia (Turquía) Ver y modificar los datos en Wikidata
Fallecimiento 250 o 251
Caesarea Maritima, Siria Palestina
Causa de muerte Decapitación Ver y modificar los datos en Wikidata
Religión Cristianismo Ver y modificar los datos en Wikidata
Información profesional
Ocupación Sacerdote Ver y modificar los datos en Wikidata
Cargos ocupados Obispo de Aelia Capitolina (231-249) Ver y modificar los datos en Wikidata
Información religiosa
Canonización Precongregación
Festividad 18 de marzo (Iglesia católica), 16 de mayo, 12 de diciembre (Iglesia ortodoxa).
Venerado en Iglesia católica, Iglesia ortodoxa

Vida editar

Es considerado el primer obispo de Capadocia. Alejandro fue hecho prisionero por su fe en el tiempo de Alejandro Severo y cuando fue liberado fue a Jerusalén, donde se le nombró coadjutor del obispo de Jerusalén, San Narciso, del que se dice que contaba con 116 años. El anciano santo le instó a asistirlo en el gobierno de aquella sede. Este nombramiento contó con el consentimiento de los obispos de Palestina (Siria Palestina). Fue Alejandro quien permitió que Orígenes, entonces un laico, pudiera hablar en las iglesias. Fue una decisión polémica pero consiguió defenderse extendiendo otros permisos de la misma naturaleza dados incluso al mismo Orígenes en otros lugares, incluso a pesar de su juventud.

Alejandro fue especialmente reconocido por la biblioteca que construyó en Jerusalén. Finalmente, y con una avanzada edad, él, con otros obispos, fue llevado prisionero a Cesarea, y los historiadores dicen que "la gloria de sus blancos cabellos y su gran santidad formaban una doble corona para él en su cautividad". Sufrió numerosas torturas, pero sobrevivió a todas. Cuando las bestias salvajes fueron soltadas para que lo devoraran, algunas lamieron sus pies, y otras se recostaron la arena del coliseo. Desgastado por los sufrimientos, murió en prisión. Era el año 251.

Eusebio conservó fragmentos de una carta escrita por Alejandro a Antinoïtes; y otra a Antiochenes;[2]​ de la tercer a Orígenes;[3]​ y otra, escrita en conjunto con Theoctisto de Cesarea, a Demetrio de Alejandría.[4]

Referencias editar

  1. Christie, Albany James (1867). «Alexander». En William Smith, ed. Dictionary of Greek and Roman Biography and Mythology 1. Boston. p. 115. Archivado desde el original el 18 de mayo de 2007. Consultado el 10 de mayo de 2011. 
  2. Eusebio, Historia eclesiástica, vi. 11.
  3. Eusebio, "Historia eclesática, vi. 14"
  4. Eusebio, "Historia eclesática, vi. 19"

Enlaces externos editar

  El contenido de este artículo incorpora texto de la Enciclopedia Católica (1913), que se encuentra en el dominio público.