Diferencia entre revisiones de «Batalla de Adrianópolis»

Contenido eliminado Contenido añadido
MomijiRoBot (discusión · contribs.)
m Bot: <ref> → <ref name="aa36dc7d">, <ref>Frassetto, 2003: 170</ref> → <ref name="aa36dc7d" /> ∵Corregir: duplicación de referencia PR:CW#81
m Con tilde
Línea 9:
|combatientes1 = [[Godos]]<br />· [[Tervingios]]<br />· [[Greutungos]]<br />[[Alanos]]<br />[[Hunos]]
|combatientes2 = [[Imperio romano de Oriente]]<br />[[Mercenario]]s [[Pueblo franco|francos]]
|comandante1 = [[Caudillo]] '''[[Fritigerno]]'''<br />''[[Duce]]'' [[Alateo]]<br />''Duce'' [[SafraxSáfrax]]
|comandante2 = '''[[Emperadores romanos|Emperador]] [[Valente]]''' {{MEC}}<br />General [[Sebastián (magister peditum)|Sebastián]] {{MEC}}<br />General [[Trajano (magister peditum)|Trajano]] {{MEC}}<br />General [[Flavio Ricomero]]<br />General [[Víctor (magister equitum)|Víctor]]
|soldados1 = '''Cifras de Lago''':<ref name= "Lago" >Lago, José I. [http://www.historialago.com/leg_visig_0900_adrianopolis_01.htm "La batalla de Adrianópolis".] En ''Los visigodos''. ''Historialago.com''. Publicado el 30 de abril de 2003. Consultado el 15 de junio de 2014.</ref><br /> 11&nbsp;500 jinetes, 122&nbsp;500 infantes pesados y 21&nbsp;000 ligeros<br /> '''Cifras de Jorgensen''':<ref name="Jorgensen_1">Jorgensen, 2009: 53</ref><br /> 15&nbsp;000<br /> '''Cifras de MacDowall''':<ref name= "MacDowall69" >MacDowall, 2011: 69</ref><br /> >10&nbsp;000<br /> '''Cifras de Frassetto''':<ref name="aa36dc7d">Frassetto, 2003: 170</ref><br /> ~30&nbsp;000<br /> '''Cifras de Burns''':<ref>Burns, 1973</ref><br /> 50&nbsp;000 infantes y 50&nbsp;000 jinetes<br /> '''Cifras de Friell''':<ref>Friell, 1994: 179</ref><br /> 80&nbsp;000-100&nbsp;000<br /> '''Cifras de [[Hans Delbrück|Delbrück]]''':<ref name= "Van224" >Van Nort, 2007: 224</ref><br /> 12&nbsp;000-15&nbsp;000<br /> '''Cifras de Heather''':<ref name= "Heather510" >Heather, 2005: 510</ref><br /> 20&nbsp;000<br /> '''Cifras de Gabriel''':<ref name= "Gabriel27" >Gabriel, 2007: 27</ref><br /> 50&nbsp;000-60&nbsp;000<br /> '''Cifras de Van Nort''':<ref>Van Nort, 2007: 231</ref><br /> 28&nbsp;000<br /> '''Cifras de Lanning''':<ref name= Lanning126 >Lanning, 2005: 126</ref><br /> 50&nbsp;000 infantes y 20&nbsp;000 jinetes<br /> '''Cifras de Goldsworthy''':<br /> 15&nbsp;000<ref name= Goldsworthty329 >Goldsworthy, 2009: 329</ref>
Línea 44:
El problema empezó porque los Balcanes, región relativamente pobre, sufría de una corrupción endémica entre los funcionarios imperiales deseosos de hacer prosperar sus fortunas personales. Además, estaban las heridas aun abiertas por el reciente conflicto, así no fue sorprendente el abuso que ejercieron el ''dux'' [[Máximo (dux)|Máximo]] (comandante de las tropas fronterizas) y el ''comes'' [[Lupicino]] (gobernador y recaudador de impuestos de ''Moesia'') sobre los necesitados refugiados, tanto así que se relata, eran capaces de obligarlos a vender a sus niños como esclavos por perros para comer.<ref>MacDowall, 2011: 13-14</ref> Las autoridades estaban superadas, los asentamientos de pueblos bárbaros rara vez superaban y por poco los diez mil individuos. En esta ocasión eran muchos más de los que podían lidiar.<ref>Lenski, 2002: 354</ref> Había otra diferencia fundamental, los godos no habían sido militarmente vencidos por los romanos, a diferencia de otros pueblos que conseguían similar permiso.<ref>Goldsworthy, 2009: 320</ref>
 
Esto empezó a causar molestias entre los líderes germánicos. Mientras Fritigerno (del gótico ''Frithugarnis'') empezaba a desplazar del liderazgo a [[Alavivo]] (del gótico ''Alavivus''), el jefe que había llevado a los godos al sur del Danubio.<ref>MacDowall, 2011: 35</ref> [[Atanarico]], anterior líder de los tervingios, abandonado por la mayoría de su gente tras sus derrotas ante los hunos para huir con Alavivo,<ref>MacDowall, 2011: 34</ref> llegó a la frontera romana con sus últimos seguidores y no era el único, pues los greutungos habían llegado capitaneados por [[Alateo]] y [[SafraxSáfrax]] y los [[taifalos]] hicieron lo mismo encabezados por el «Optimatus»<ref>Van Nort, 2007: 197</ref> [[Farnobio]].<ref>MacDowall, 2011: 14</ref> Todos pidieron asilo y fueron rechazados por los funcionarios imperiales, cuya capacidad militar estaba excedida ya por los tervingios y sin duda estaban aterrados por estos nuevos contingentes.
 
Los temores se probaron ciertos cuando los greutungos empezaron a traspasar sin permiso la frontera con el serio peligro que se unieran a los tervingios. Mientras Atanarico volvió a refugiarse a los [[Cárpatos]] (del gótico ''Caucaland''), montes que habían servido de refugio a los godos tras su derrota frente a los hunos, hasta que en 381 fue depuesto por una conspiración auspiciada por Fritigerno para que sus seguidores se le unieran, moriría un año después.<ref>MacDowall, 2011: 14, 34</ref> Además, hartos del hambre, los tervingios abandonaron la zona donde estaban acampados a orillas del Danubio y se desplazaron a Marcianópolis (actual [[Devnja]], Bulgaria).<ref>MacDowall, 2011: 14, 40</ref> Los godos estaban a punto de rebelarse pero los romanos no tenían fuerzas en la región para detenerlos. Ese miedo llevó a Lupicino a planificar el asesinato o secuestro de los líderes godos Alavivo y Fritigerno. Los invitó a cenar a la ciudad para, supuestamente, halagarlos y negociar con ellos, pero debían dejar a sus guardaespaldas afuera del cuartel donde se llevaría a cabo el evento. El plan era matar a los guerreros godos en el exterior y ocuparse de sus cabecillas en el interior, sin embargo, no todo salió según los planes. Los tervingios asesinaron a numerosos romanos y, como sucedería muchas veces durante esa guerra, robaron sus armas y armaduras; por otra parte, aunque Alavivo murió Fritigerno sobrevivió, aunque se desconoce si escapó o negoció con Lupicino.<ref>MacDowall, 2011: 40-41</ref>
Línea 53:
 
=== La revuelta goda ===
Poco después de su inesperada victoria, a Fritigerno se le sumaron contingentes de greutungos liderados por Aleteo y SafraxSáfrax que habían cruzado furtivamente poco tiempo atrás.<ref name="Jorgensen_2">Jorgensen, 2009: 52</ref> Más encima se le sumaron los godos que servían en el ejército romano en Adrianópolis, expulsados de la ciudad por sus comandantes romanos, no sin antes robar gran cantidad de armamento por orden de sus caudillos Sueridas y Colias. También contaba con gran número de esclavos de origen godo que se fugaron para unírsele, buscadores de oro que vivían en las montañas y prisioneros romanos que desertaron.<ref>MacDowall, 2011: 30, 32, 36-37, 42, 44-45, 52</ref> Así el caudillo tervingio podía contar con alrededor de 10&nbsp;000 a 12&nbsp;000 combatientes con los que decidió tomar Adrianópolis tras fracasar unas nuevas negociaciones, pero sus fuerzas se mostraron incapaces de traspasar las sólidas defensas. Prudentemente abandonó el asedio en cuanto empezaron a aparecer los primeros signos del invierno y dejó a sus guerreros dedicarse a saquear las zonas rurales cercanas en busca de provisiones.
 
A pesar de todo, los godos aun sufrían serios problemas de avituallamiento, por lo que seguían abiertos a lograr un nuevo tratado, donde consiguieran nuevas tierras para cultivar.<ref>MacDowall, 2011: 35-36, 48</ref> Forzados a dividirse en pequeñas partidas de saqueadores eran vulnerables a que una por una éstas fueran derrotadas por los romanos, sin embargo, a lo largo de la guerra Fritigerno demostrara su habilidad para coordinarlas y mantener su dominio personal, acertando siempre en cuando dispersarse y cuando reagruparse.
 
Consciente de que debía hacer algo, Valente opto por hacer la paz con los sasánidas pero demoraría su tiempo, aparte de tener que dejar un fuerte contingente en Armenia que garantizara el respeto de cualquier tratado.<ref>MacDowall, 2011: 49</ref> Esto no impidió el envío de refuerzos a cargo de [[Profuturo]] y [[Trajano (magister peditum)|Trajano]]. El sobrino del Emperador, su colega occidental, [[Graciano el Joven]] (359-383), envió a tropas auxiliares [[Pueblo franco|francas]] lideradas por [[Flavio Ricomero]] desde la [[Galia]], pero es probable que la mitad de sus soldados desertaran antes de llegar a Tracia.<ref>MacDowall, 2011: 50-51</ref>
Fue entonces que los tervingios y sus aliados quedaron atrapados en las montañas de los Balcanes, dispersos y hambrientos en los refugios que habían escogido, los pasos montañosos de salida fueron bloqueados por los romanos esperando así matarlos de hambre, pero una enorme banda de greutungos cruzó la frontera por la desembocadura del Danubio.<ref>MacDowall, 2011: 51</ref> Era ya el año 377, y poco después enfrentaban en la [[batalla de Ad Salices]] (en latín «en los Sauces») al ejército reunido por Ricomero, Trajano y Profuturo. El combate terminó indeciso y con gran número de bajas para ambos bandos.<ref>MacDowall, 2011: 52-54</ref> Después los romanos se refugiaron en Marcianópolis y los germanos lentamente avanzaron hacia el sur en su persecución, una vez llegados a esa ciudad se sumaron a su hueste un importante grupo de jinetes alanos y hunos.<ref>MacDowall, 2011: 55-56</ref> Ricomero volvió a la Galia por refuerzos y Valente ordeno a [[Saturnino (magister equitum)|Saturnino]] aislar a los tervingios en las montañas, esto hubiera sido posible de no ser por la llegada de los greutungos, alanos y hunos, los bárbaros volvían a saquear a placer la región. Entre tanto [[Frigérido]], gobernador de [[Panonia]] leal a Graciano, quedó a cargo de proteger [[Beoria]] después de haber traído refuerzos tiempo atrás junto a Ricomero.<ref>MacDowall, 2011: 49, 56</ref> Finalmente, decidió volver a Panonia, durante el viaje de regreso se encontró una poderosa banda de taifalos y greutungos encabezada por Farnobio, quien había cruzado el Danubio con Aleteo y SafraxSáfrax pero se había separado para atacar la desprotegida [[Iliria]]. La mayoría de los invasores murieron, incluido su comandante, los sobrevivientes se rindieron y fueron enviados a ser peones en el norte italiano.<ref>MacDowall, 2011: 32, 37, 56-57</ref>
 
Para ese entonces era obvio para todo mundo que sólo una campaña militar de grandes proporciones podría expulsar a los godos de Tracia, pero era obvio que Fritigerno no se quedaría sin hacer nada mientras los emperadores romanos se coordinaban.<ref>MacDowall, 2011: 57-58</ref> El jefe godo sabía que tenía que actuar o sería aniquilado en un movimiento de tenazas.<ref>MacDowall, 2011: 63</ref>
Línea 96:
El 9 de agosto de 378 Valente inicio su marcha hacia el campamento de los godos, llegando cerca de las 14:00 horas, con sus tropas agotadas por recorrer unos 13 km bajo su ardiente sol veraniego y mediterráneo.<ref>MacDowall, 2011: 71</ref> A pesar de dicho factor ordeno a su ejército tomar posiciones para el combate, mientras la vanguardia (parte de la caballería) formaban una pantalla.<ref>MacDowall, 2011: 72</ref>
 
Los jinetes romanos se ubicaron en los flancos, mientras la infantería pesada y los auxiliares se desplegaron en el centro de la línea. Al contemplar esto Fritigerno opto por intentar ganar tiempo parlamentando mientras enviaba mensajeros a su caballería, que en ese entonces estaba lejos pastando; un sacerdote fue enviado ante el Emperador pero fue devuelto a los germanos.<ref>MacDowall, 2011: 70-71</ref> Los bárbaros, ya conscientes que tendrían que luchar, dejaron a sus familias tras las líneas defensivas de carromatos y salieron al campo abierto para luchar. Entre tanto, Fritigerno intentó nuevamente dialogar con el Emperador, mientras que unidades de escaramuzadores romanos tanteaban las posiciones godas para impedir ataques sorpresivos o descubrir posibles emboscadas y sus puntos débiles. Una de estas unidades, al mando de Casio y Bacurio empezó el combate con el enemigo en el ala derecha de la línea romana, pronto toda la caballería romana de dicho flanco se vio involucrada y acabó rechazada.<ref>MacDowall, 2011: 76-77</ref> Para empeorar las cosas para el César, la caballería bárbara a cargo de Aleteo y SafraxSáfrax llegó en esos momentos poniendo en fuga a sus contrincantes.
 
En esos precisos momentos los tervingios se decidieron por atacar a la infantería romana en el centro, aprovechando que ésta todavía no había terminado de desplegarse.<ref>MacDowall, 2011: 77</ref> Tras una lluvia de flechas y jabalinas, la moral de los romanos se derrumbó y aunque los legionarios del ala izquierda consiguieron abrir una brecha entre sus enemigos en su línea, pero, como la caballería no había logrado desplegarse, no pudieron aprovechar ese éxito. Cuando la caballería goda atacó ese sector del ejército enemigo los jinetes romanos lograron hacerlos retroceder hasta la barricada de carromatos, pero al no contar con el apoyo de la caballería que había quedado de reserva producto del caos tuvieron que terminar huyendo.<ref>MacDowall, 2011: 80</ref> Fue entonces que vino el desastre, la caballería bárbara aprovecho para flanquear el centro de la línea romana y los legionarios y auxiliares que combatían a pie se vieron rodeados. Algunas unidades rompieron filas y huyeron, siendo cazados por los jinetes enemigos; otras, como los veteranos ''lanciarii'' y ''matiarii'', permanecieron firmes alrededor del César hasta que una flecha acabó con su vida, otra versión del fin de Valente dice que sucedió en una pequeña granja cercana donde se refugió hasta que los godos le prendieron fuego con todos adentro. El cuerpo del Emperador jamás fue encontrado.