Diferencia entre revisiones de «Reinado de Isabel II de España»

Contenido eliminado Contenido añadido
mSin resumen de edición
mSin resumen de edición
Línea 123:
Durante este periodo de completo dominio moderado, estos tratan de dar un vuelco a los avances liberales de las etapas anteriores, imponiendo una nueva ley [[municipal]] (8 de enero de 1845) con [[Sufragio censitario|sufragio directo censitario]], reforzando el centralismo y aprobando una [[Constitución española de 1845|nueva constitución, la de 1845]] que regresó al modelo de ''soberanía compartida'' entre el Rey y las Cortes y reforzó los poderes de la Corona. En el plano legislativo, se aprobaron diversas [[ley orgánica|leyes orgánicas]] que acentuaron la centralización de la [[administración pública]] mediante el control del poder político de los [[ayuntamiento]]s y las [[universidad]]es, en un claro intento de limitar sus poderes ya que estaban muy influidas por los liberales.
 
Pronto surgió la división del Partido Moderado lo que coadyuvó a la inestabilidad política que se manifestó en los continuos cambios en la presidencia del gobierno, que comenzaron con el cese de Narváez el [[11 de febrero]] de [[1846]], asociado al conflictivo matrimonio que se pactó para la Reina. En efecto, ésta se casará en dicho año con [[Francisco de Asís de Borbón]], primo suyo, el [[10 de octubre]]. Antes, la madre de la Reina, la ex Regente [[María Cristina de Borbón|María Cristina]] había urdido un plan matrimonial para casar a su hija con el heredero de la Corona [[Francia|francesa]]. Tales propósitos levantaron las suspicacias de [[Inglaterra]] que a toda costa quería que se respetase el [[Tratado de Utrecht]] y evitar que las dos naciones estuvieran unidas bajo un solo rey. Tras los [[Acuerdos de Eu]]Europa se limitó el número de candidatos para Isabel a poco más de seis, entre lo que finalmente se eligió a Francisco de Asís.
 
El gobierno de [[Francisco Javier de Istúriz]] consiguió mantenerse hasta el [[28 de enero]] de [[1847]], cuando un pulso por el control de las Cortes con Mendizábal y Olózaga, de retorno ya del destierro tras la personal autorización de la Reina, le obligó a dimitir. De enero a octubre de ese año se sucedieron tres gobiernos sin rumbo mientras los carlistas seguían creando problemas, al tiempo que algunos emigrados liberales volvían del exilio.