En términos epidemiológicos, el principal condicionante de la resistencia a la Insulina es la occidentalización del estilo de vida, definida por el incremento de la ingestión de carbohidratos refinados y de grasas insaturadas de origen vegetal como aceites de canola, soya, girasol y otros, la reducción de la actividad física y el [[estrés]] crónico. Estos hábitos menos saludables conducen a sujetos metabólicamente obesos pese a tener un [[IMC]] (Índice de Masa Corporal) tan sólo catalogable de sobrepeso.<ref>{{Cita noticia|título=The 'X' Factor - T2D 21 - Intensive Dietary Management|url=https://intensivedietarymanagement.com/the-x-factor-t2d-21/|fecha=1 de diciembre de 2016|fechaacceso=6 de diciembre de 2016|periódico=Intensive Dietary Management|idioma=en-US}}</ref>