Diferencia entre revisiones de «Onychophora»

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==== Aspecto general ====
El aspecto general de los onicóforos es el de '''gusanos''' o babosas '''con patas'''. De hecho, su descubridor Guilding los asignó en 1825 a los [[Mollusca|Moluscos]].
Los onicóforos miden entre 1,5 y 16 cm, aunque algunos llegan a los 25 cm. El cuerpo es alargado, vermiforme, cilíndrico y aparece dotado de entre 14 y 43 pares de apéndices locomotores llamados [[Lobópodo (anatomía)|lobópodos]]. Estos no pueden calificarse como patas, sino que son mamelones sin articulación alguna que se adelantan por turno, siguiendo ondas.<ref name=":0" /> Cada uno termina en dos pequeñas uñas, que es a lo que alude el nombre del grupo. La arquitectura corporal deriva de una forma segmentada, como los [[Arthropoda|artrópodos]], pero se ha perdido en el curso de la evolución. No existe una segmentación externa visible, pero sí pequeñas arrugas transversales<ref name=":3">Bouvier, E. L. (1905). «Monographie des Onychophores. I.». Annales des Sciences Naturelles, Zoologie. [9e Série] 2: 1-383.</ref>
 
Los onicóforos midenMiden entre 1,54 y 16 cm, aunque algunos llegan a los 25 cm. El cuerpo es alargado, vermiforme, cilíndrico y aparece dotado de entre 14 y 43 pares de apéndices locomotores llamados [[Lobópodo (anatomía)|lobópodos]]. Estos no pueden calificarse como patas, sino que son mamelones sin articulación alguna que se adelantan por turno, siguiendo ondas.<ref name=":0" /> Cada uno termina en dos pequeñas uñas, que es a lo que alude el nombre del grupo. La arquitectura corporal deriva de una forma segmentada, como los [[Arthropoda|artrópodos]], pero se ha perdido en el curso de la evolución. No existe una segmentación externa visible, pero sí pequeñas arrugas transversales<ref name=":3">Bouvier, E. L. (1905). «Monographie des Onychophores. I.». Annales des Sciences Naturelles, Zoologie. [9e Série] 2: 1-383.</ref>
 
Los onicóforos están cubiertos en todas su superficie de pequeños apéndices y setas (pelos) sensibles, así como de finas estrías transversales, lo que contribuye a darles un aspecto de terciopelo que justifica el nombre con que se les cita en los textos en inglés, ''velvet worms'', es decir, gusanos aterciopelados. Son muy variados en cuanto a color; siendo lo más común un gris o pardo muy oscuros, pero también los hay de colores vivos, amarillos, más o menos anaranjados, rojos o incluso azules. Se conoce al menos una especie blanca, habitante de cuevas, y los individuos recién nacidos pueden ser blanquecinos antes de adquirir los colores adultos.<ref name=":4" />