Diferencia entre revisiones de «Óscar Raimundo Benavides»

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→‎Descendencia: casada con Francisco Mendoza y Canaval, marqués de Casa Boza y Caballero de la Orden de Malta, condecorado con la Orden de San Silvestre Papa
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El gobierno mantuvo la proscripción del APRA, aduciendo que era un partido internacional, lo que estaba prohibido de actuar, según la Constitución de 1933. Por esa misma causa se reprimió al Partido Comunista. Las cárceles se llenaron de presos políticos, apristas y comunistas. Una novela del escritor indigenista [[José María Arguedas]], ''[[El Sexto]]'', está ambientada en dicha época.
 
En [[19361939]], año en que finalizaba el periodo del presidente [[Sánchez Cerro]], Benavides convocó a elecciones generales, en las que postularon para la presidencia [[Jorge Prado Ugarteche]] (apoyado inicialmente por el gobierno), [[Luis A. Flores]] (fascista), [[Manuel Vicente Villarán]] y [[Luis Antonio Eguiguren]]; este último resultó ser el candidato favorito de la población. Pero estas elecciones fueron anuladas por el Jurado Nacional de Elecciones, no bien iniciado el escrutinio, con el pretexto de que los apristas (cuyo partido estaba proscrito por la ley) habían beneficiado con sus votos a Eguiguren, el virtual ganador. Tal argumento resultaba un despropósito total, máxime si ya para entonces el voto era secreto. La intención clara del gobierno era anular los resultados pues sus candidatos favoritos (Prado y Villarán) habían perdido. Consultado el Congreso, éste decidió que Benavides extendiera su mandato por tres años más, hasta [[1939]], y por añadidura le otorgó la facultad de legislar (pues el Congreso, instalado en 1931, culminaba su periodo en 1936).<ref>Chirinos 1985, tomo II, pp. 124-125.</ref>
 
Benavides gobernó bajo el lema de «orden, paz y trabajo», contando con el respaldo del ejército y de la oligarquía. Sin embargo, en el último tramo de su mandato se hizo notorio el hastío de la población. El [[19 de febrero]] de 1939, mientras Benavides se hallaba de excursión en [[ciudad de Pisco|Pisco]], se rebeló su ministro de Gobierno y segundo vicepresidente, general [[Antonio Rodríguez Ramírez]], quien ocupó el Palacio de Gobierno. La rebelión, que contaba al parecer con gran apoyo de diversos sectores, se frustró cuando el jefe de la Guardia de Asalto, mayor Luis Rizo Patrón, irrumpió en el patio de Palacio, exigiendo por tres veces la rendición a Rodríguez. Éste se abalanzó sobre Rizo Patrón, quien lo ametralló en el acto, matándolo. Fracasó así la intentona golpista. Benavides se salvó, pero comprendió entonces que era contraproducente mantenerse en el poder.<ref>Chirinos 1985, tomo II, pp. 126.</ref>