Una vez que desapareció la Casa de Árpad en el Siglo XIV, los miembros de la Casa de Anjou Nápoles se consideraron a sisí mismos descendientes directos de la familia de los reyes Santos húngaros. El rey [[Carlos II de Nápoles y Sicilia]] había tomado como esposa a la princesa [[María de Hungría, reina de Nápoles|María de Hungría]], hija del rey [[Esteban V de Hungría]] y así a través de ella los Anjou reclamaron sus derechos sobre el trono húngaro, primero [[Carlos Martel de Anjou-Sicilia]], luego [[Carlos I Roberto de Hungría]] y sus descendientes continuaron gobernando hasta 1395. El escudo de campo azul con lirios dorados de los Anjou fue partido por la mitad, siendo completado por las franjas blancas y rojas horizontales de la Casa de Árpad, denotando así que en ellos vivía aún la sangre de los reyes santos.