Diferencia entre revisiones de «Elementos de Euclides»

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==Transmisión y traducciones al español==
El texto de Euclides se transmitió por dos vías. En los países cristianos se hicieron copias sobre todo durante el [[Imperio Bizantino]], donde estaba más difundido el conocimiento del griego, pero no estaba muy divulgado en ese ámbito el estudio de la geometría. Por otra parte, en el mundo árabe se tradujeron y se comentaron los ''Elementos'' y se mantuvo una tradición más viva, aunque menos fiel a Euclides. Los principales traductores al árabe fueron [[Al-Hajjàj]] (''[[floruit|fl.]]'' 786-833) e [[Ishàq-ben-Hunayn]] (siglo IX). El musulmán hispano [[Avicena]] escribió un comentario a los ''Elementos''. La mejor traducción al latín de la Edad Media fue la de [[Gerardo de Cremona]] (1114-1187), italiano de origen pero afincado en [[Toledo]], de cuya Catedral llegó a ser canónigo, desde la versión árabe de [[Thàbit-ibn-Qurra]]. Pero la versión latina más divulgada durante la Baja Edad Media fue la de [[Campano de Novara]] (s. XIII); de hecho, fue esta versión la que se imprimió por primera vez (Venecia, [[1482]]).
 
La primera versión en castellano fue la traducida por [[Rodrigo Zamorano]] (Sevilla, 1576). Siguieron la de [[Luis Carduchi]] (1637), la de [[Andrés Puig]] (1672), la de [[José Zaragoza]] (1678), la de [[Sebastián Fernández de Medrano]] (1688), la comentada del matemático jesuita checo [[Jacobo Kresa]] (''Elementos geométricos de Euclides, los seis primeros libros de los planos, los onzeno y dozeno de los solidos: con algunos selectos Theoremas de Archimedes'', Bruselas, 1689), la de [[Francisco Larrando de Mauleón]] (1698), la de [[Pedro de Ulloa]] (1706), la del ''novator'' [[Tomás Vicente Tosca]] (1707), la de [[Antonio José Deu y Abella]] (1723), las de [[Gaspar Álvarez]] (1739) y [[Blas Martínez de Velasco]] (1747), la traducción de Simson (1774), la de [[Juan Justo García]] (1782), la de [[Pedro Giannini]] (1788) y las ya muy numerosas de los siglos XIX y XX. De las antiguas, solo la primera edición, preparada por Zamorano, y una de las últimas, la traducción española de la versión de Simson, tratan de ser una trascripción fiel del texto griego. La mayoría son adaptaciones pedagógicas, más o menos libres, de la obra de Euclides. Según afirma Juan Navarro Loidi,