Se trata de la posición teológica de aquellos católicos que no reconocen a la actualIglesia jerarquíadel deVaticano II como la [[Iglesia católica]]. Los sedevacantistasrechazanrechazando la legitimidad y validez de los Papas posteriores a [[Pío XII]] ypor considerar que han incurrido en algunosherejía casospública ay [[Juanpor XXIII]]consiguiente están privados de autoridad. Para los sedevacantistas, tras la muerte de [[Pío XII]] no han existido [[papasPapas]] verdaderos en la [[Iglesia católica]], por lo que la [[Santa Sede|Sede Romana]] se encuentra vacante o usurpada por [[modernistas]].
PorEn ellolíneas generales, no reconocen el papado dea [[Juan XXIII]], (queresponsable convocó eldel Concilio Vaticano II),quien,y aunque no conocía las decisiones del Concilio sobre los cambios que deberían hacerse a la Iglesia, es responsable por haberlo convocado yde establecer una política de "[[aggiornamiento]]" que generaríahabría creado una Iglesia paralela (Iglesia conciliar). Tampoco reconocen a Pablo VI, Juan Pablo I, Juan Pablo II, Benedicto XVI ni al actual Papaa Francisco I, porporque considerarlosserían artífices y arquitectos de una nueva iglesia.
Los sedevacantistas surgieron durante el Concilio Vaticano II y en un principio apoyaron la obra de Monseñor Marcel Lefebvre. Actualmente, algunoslos sedevacantistas se organizan en congregaciones, uniones pías o ministerios independientes. Entre los sacerdotes más conocidos se encuentra el padre [[Anthony Cekada]], quien ha realizado una importante labor teológica dogmática y sacramental.
Vale diferenciar al catolicismo tradicionalista del sedevacantismo. Si bien comparten con los sedevacantistas, un rechazo a la doctrina modernista instalada en la Iglesia y que se explicitó durante el Concilio Vaticano II y los años siguientes; el Catolicismo tradicionalista sigue unida a la Iglesia de Roma y no pone en duda la autoridad del Sumo Pontífice. Los sedevacantistas son tradicionalistas pero al no reconocer la autoridad papal entonces no estarían adhiriendo al catolicismo y perderían así la unidad con la Iglesia.
