Diferencia entre revisiones de «Blanco (persona)»

Contenido eliminado Contenido añadido
m Revertidos los cambios de 181.49.80.68 (disc.) a la última edición de Expósito
Etiqueta: Reversión
Línea 46:
Ya desde el [[Descubrimiento de América]] y la conquista y colonización de la mayor parte de los territorios americanos por parte de los imperios [[Imperio español|español]] y [[Imperio portugués|portugués]], los españoles ya se habían establecido en muchos de los actuales territorios estadounidenses, principalmente en el sur y el oeste como [[California]], [[Nuevo México]] y [[Florida]], demostrado en el hecho de que muchos lugares en estas zonas llevan nombres españoles ([[Los Ángeles]], [[Las Vegas]]) y que dichos territorios (a excepción de Florida) pasarían a formar parte de [[México]] tras la independencia de este país de [[España]]. Sin embargo, varios navegantes ya habían realizado varias expediciones a la costa este norteamericana bajo las coronas británica y francesa, las cuales habían intentado establecer algunas colonias que habían acabado en fracaso. No sería hasta mediados del siglo XVII cuando lograría sobrevivir la primera colonia británica de [[Jamestown (Virginia)|Jamestown]], que vendría seguida por una oleada de colonizadores ingleses que se establecieron en toda la costa este norteamericana y posteriormente de escoceses tras la unión de [[Inglaterra]] y [[Escocia]] en [[Gran Bretaña]], aunque también se establecerían neerlandeses y franceses más tarde, estos últimos principalmente en el norte. A diferencia de lo que ocurrió en [[América Latina|Latinoamérica]], estos grupos colonizadores no se mezclaron con los nativos de la zona, con lo cual, la población blanca de las colonias británicas, neerlandesas y francesas fue siempre mayoritaria.
 
Tras la independencia de Estados Unidos (conocido hoy día) del ´´[[Imperio británico´´]] hasta finales del siglo XVIII, millones de europeos, procedentes principalmente de los países de la Europa Septentrional (Inglaterra, Escocia, Irlanda, Alemania y Francia) se establecieron en el país. Durante el siglo XIX, el país inició su expansión hacia el oeste y el sur del continente, llegando cientos de miles de colonizadores estadounidenses promovidos por el gobierno para establecerse en el centro del continente y las zonas desérticas del oeste y el sur.
Mientras que la inmigración europea a Canadá fue mayoritariamente británica y francesa, personas de casi todas las nacionalidades europeas entraron en Estados Unidos durante dos siglos, mientras que actualmente cabe destacar el continuo flujo de blancos procedentes de países latinoamericanos.