Diferencia entre revisiones de «Madame du Barry»

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Bajo la identidad de Mademoiselle Lange, Jeanne se convirtió de inmediato en toda una sensación en París, contando con una larga lista de clientes aristocráticos, entre ellos ministros y cortesanos de Luis XV.<ref>Herman. ''An Indecent Pitch of Luxury as to Insult the Poverty of the People''. p.175.</ref> [[Louis François Armand de Vignerot du Plessis]], duque de Richelieu, se convirtió en uno de sus amantes, lo que hizo que du Barry empezase a ver a Jeanne como un elemento influenciable sobre Luis XV, quien la conoció en 1768 durante una breve misión en el [[Palacio de Versalles]]. Dicha misión involucraba a [[Étienne François de Choiseul|Étienne François]], duque de Choiseul, quien en contraste con lo que la mayoría de hombres pensaban de ella, encontró a Jeanne ordinaria y vulgar. De todos modos, Jeanne no podía obtar al puesto de ''maîtresse-en-titre'' (amante oficial) mientras no tuviese un título nobiliario, lo cual se solventó con su matrimonio el 1 de septiembre de 1768 con el hermano de du Barry, el conde Guillaume du Barry. La ceremonia incluyó un falso certificado de nacimiento elaborado por el propio Jean du Barry con el fin de hacer a Jeanne tres años más joven además de otorgarle un falso linaje perteneciente a la nobleza.<ref>Haslip, p. 27</ref> Jeanne fue instalada de inmediato encima de los apartamentos de Luis XV, en las habitaciones de Dominique Guillaume Lebel, sirviente del rey fallecido aquel año. Jeanne llevó una vida solitaria, incapaz de poder ser vista con el rey debido a que todavía no se había producido una presentación formal. Muy pocos o ningún miembro de la nobleza quería acercarse a ella puesto que resultaba inaceptable que una mujer de la calle tuviese la astucia de mezclarse entre personas con poder y prosperar para llegar a ser como ellas. El conde du Barry, molesto con esta situación, pedía constantemente a Jeanne que hablase con el rey para que éste la presentase en sociedad. Luis XV, por su parte, pidió a Jeanne encontrar una mujer dispuesta a amadrinarla, encargándose Richelieu del cometido. Después de que muchas mujeres interesadas demandasen un precio demasiado alto, su madrina oficial, Madame de Béarn, aceptó el encargo después de que sus deudas de juego fuesen pagadas. En el momento en que la presentación iba a tener lugar, de Béarn entró en pánico y fingió sufrir un esguince en el tobillo. En una segunda ocasión, la presentación debió suspenderse después de que el rey se rompiese el brazo al caer de su caballo durante una partida de caza. Finalmente, Jeanne fue presentada ante la corte de Versalles el 22 de abril de 1769, ocasión largamente esperada por la multitud agolpada a las puertas del palacio y por los cortesanos reunidos en la [[Galería de los Espejos]]. Jeanne fue descrita llevando un vestido blanco plateado brocado con oro, encargado por Richelieu específicamente para ella. Del mismo modo, apareció ante la corte engalanada con joyas enviadas por el rey la noche anterior, portando además un gran miriñaque a ambos lados. Así mismo, Jeanne lució un elaborado peinado, siendo ésta la causa de su llegada tardía a la ceremonia de presentación.
[[Archivo:Madame du Barry and the Page Zamore by Gauthier-Dagoty.jpg|miniaturadeimagen|Retrato de Madame du Barry y su esclavo Zamor, por Auguste de Creuse (copia de 1838)]]
Jeanne entabló amistad en primer lugar con Claire Françoise, más conocida como «Chon», traída desde Languedoc por su hermano Jean du Barry para que acompañase a su cuñada, fungiendo además como compañera y tutora de Jeanne con el fin de ayudarla a dejar atrás su pasado como campesina y comportarse como una dama de la corte. Posteriormente, Jeanne se hizo amiga de Anne Marguerite Gabrielle de Beauveau-Craon. Con el tiempo, varias mujeres de la nobleza fueron sobornadas para entrar a formar parte de su corte. Jeanne se acostumbró rápidamente a vivir rodeada de lujos (de los cuales no había vuelto a disfrutar desde quesu vivióetapa conen la casa de la amante de Dumonceaux). Luis XV incluso le regaló un esclavo bantú, Zamor, a quien Jeanne solía vestir con elegantes prendas de ropa para presumir de él. De acuerdo con Stanley Loomis, la rutina diaria de Jeanne empezaba a las 9:00 horas, cuando Zamor le llevaba una taza de chocolate. Posteriormente, Jeanne era vestida con un traje de su elección y le eran colocadas sus joyas. Después, Nokelle, su peluquero para eventos especiales, o Berline para el resto de ocasiones, empolvaban y rizaban su cabello. Acto seguido, Jeanne recibía a amigos, modistos, joyeros y artistas los cuales le mostraban sus nuevos productos con la esperanza de que estuviese interesada en adquirir algunos de ellos. Pese a ser extravagante, Jeanne era una mujer de buenos sentimientos. Cuando el conde y la condesa de Lousene fueron desahuciados de su castillo debido a sus deudas, fueron condenados a morir decapitados después de que la condesa disparase mortalmente a un alguacil y a un oficial de policía durante el desalojo.<ref>de Stoeckl, p. 43</ref> Ambos eran amigos de Madame de Béarn, quien informó a Jeanne de su situación. Pese a ser advertida por Richelieu de que su maniobra podía suponer un paso en falso, Jeanne solicitó al rey que les otorgase su perdón, negándose a levantarse tras haberse puesto de rodillas si el monarca no aceptaba su petición. Luis XV se sintió conmovido por este gesto, declarando lo siguiente: «¡Madame, estoy encantado de que el primer favor que me pidáis sea un acto de misericordia!».<ref>Loomis, Stanley (1965). ''Du Barry: A Biography'' (1959). Lippincott, Philadelphia. pp. 55-56.</ref> Un segundo acto similar a éste ocurrió cuando Jeanne recibió la visita de Monsieur Mandeville, quien le pidió clemencia en nombre de una joven condenada a la horca por cometer infanticidio al haber dado a luz a un niño muerto sin haber informado a las autoridades de ello. Jeanne escribió una carta al canciller de Francia, quien le otorgó el perdón.
 
Jeanne solía lucir extravagantes joyas y costosos trajes los cuales eran sufragados por el tesoro real, siéndole otorgadas, además, dos propiedades ubicadas en [[Louveciennes]] y [[Saint-Vrain]] respectivamente. Gracias a su nueva posición, Jeanne se ganó la amistad de muchos miembros de la corte así como el beneplácito de importantes personalidades, como [[Voltaire]], quien en respuesta a los dos besos que Jeanne le envió en una carta, le escribió un cuarteto: