Diferencia entre revisiones de «Gumersindo Laverde»

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'''Gumersindo Laverde Ruiz''' ([[Estrada (Cantabria)|Estrada]], [[Cantabria]], [[5 de abril]] de [[1835]] - [[Santiago de Compostela]], [[Galicia]], [[12 de octubre]] de [[1890]]) fue un [[escritor]], [[periodista]] y [[Filosofía|filósofo]] [[España|español]].
 
== Biografía ==
Hijo de Toribio Laverde González y Asunción Ruiz Puertas, a los cuatro años sus padres se trasladaron al pueblo de [[Nueva]], [[Llanes]]. Allí comenzó a estudiar Letras y Latín con Antonio González. Se mudó a Oviedo en [[1847]], con apenas doce años cumplidos. Fue en esteesta lugarciudad donde cursó cinco años de [[Filosofía]]. Desde [[1853]], en la misma [[Universidad de Oviedo|universidad]] y en las de [[Universidad Central de Madrid|Madrid]], [[Universidad de Valladolid|Valladolid]] y [[Universidad de Salamanca|Salamanca]], hizo sus estudios en [[Derecho civil]] y [[Derecho canónico]], hasta licenciarse en [[1859]], y de Filosofía y Letras en Oviedo. Más tarde se doctoró en ambas materias. Sus estudios en [[Valladolid]] y [[Salamanca]] los hizo sirviendo empleos debidos a la protección del poeta [[José Heriberto García de Quevedo]] y [[Lorenzo Nicolás Quintana]]. Durante toda su vida tuvo una salud especialmente delicada. En [[1860]], después de un año sabático en Nueva al lado de su familia, se trasladó a Madrid, donde fue empleado en la Secretaría de la Junta de Beneficencia. En [[1862]] opositó a varias cátedras de retórica y poética, obteniendo una en el Instituto de Lugo en [[1863]]. De ese instituto fue más tarde nombrado director, cargo que desempeñó desde [[1870]] hasta [[1873]]. Habiendo quedado vacante la cátedra de Literatura latina en las Universidades de Valladolid y de Santiago concurrió a ambas a la vez y para las dos fue designado. Optó por la de Valladolid, tomando posesión de ella el primero de octubre de 1873, hasta que permutó dicha cátedra por la de Literatura General Española de la misma escuela, siendo nombrado Decano en la facultad libre de Filosofía y Letras. En [[1874]] formó parte del tribunal que concedió el Premio Extraordinario de Licenciatura a [[Marcelino Menéndez Pelayo]], con quien entabló una perdurable amistad. También orientó a Menéndez Pelayo hacia el [[Catolicismo liberal|Neocatolicismo]]. Gumersindo Laverde proyectaba desde su juventud una ''Historia de los santos españoles desde la época romana'', que era en realidad un estudio del proceso de la Iglesia Española a lo largo de su historia. No obstante, finalmente esta idea no llegó a cuajar. Trasladado también por permuta a igual asignatura de la Universidad de Santiago en 18 de octubre de 1876, desempeñó este cargo hasta su fallecimiento, ocurrido el 12 de octubre de 1890.
 
Más que a los estudios jurídicos se dedicó a los literarios y filosóficos y se dio a conocer como prosista y poeta. Fue uno de los grandes amigos y consejero de [[Marcelino Menéndez Pelayo]], con quien mantuvo una larga relación epistolar, hasta el punto de que un año antes de morir el gran erudito confesó que muchos de sus trabajos no se hubiesen realizado sin el estímulo de Laverde Ruiz. También se escribía con otros grandes intelectuales de su tiempo, como [[Juan Valera]]. En 1865 publicó el ''Gran almanaque de las dos Asturias'' y defendió el proyecto del ferrocarril cantábrico en cartas y artículos publicados en ''El Trabajo'', ''Revista Ovetense'' y ''La Abeja Montañesa'' de Santander, en lo cual fue contrariado por casi toda la prensa Asturiana. Defendió también con ahínco la unión de las Asturias de Oviedo y de Santander, esto es, la unión del Principado y de la Montaña en lo eclesiástico y universitario creando un solo distrito; la administración de Justicia con una audiencia territorial; en lo militar con la creación de una capitanía general para los dos territorios; la unión agrícola, industrial y artística, celebrándose congresos, exposiciones y certámenes; el culto a las glorias y tradiciones erigiéndose en Covadonga un panteón donde reposen las cenizas de sus varones ilustres y la unión, en fin, en "todo y para todo lo honesto, bello y útil", proponiendo se crearan infraestructuras para fomentar un mutuo comercio. Así entendía Laverde la unión de las dos Asturias: "Trabajar solidariamente en la obra de su común civilización, a la vez que en la de la civilización general de la península, como parte principal que son de la nacionalidad ibérica".