Diferencia entre revisiones de «Operación Barbarroja»

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→‎Preparativos alemanes: Retiro este fragmento del párrafo porque resulta redundante con el anterior.
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→‎Preparativos alemanes: Creo que es mejor dejar la logística en un párrafo aparte
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Con respecto a las unidades acorazadas, en la campaña intervinieron todo tipo de vehículos. Estaban por un lado los ya obsoletos ''[[Panzer I]]''<ref group="nota" name="Panzer I">Las dos ametralladoras MG 13 de 7,92 mm de que disponía tenían capacidad de giro completo y estaban montadas una al lado de la otra, pero podían dispararse independientemente [...] La elevación máxima era de +18 grados, y la depresión máxima de -12 grados [...] El grosor del blindaje era de 13 mm en todas partes, a prueba de munición de armas portátiles y poco más.| Bryan Perrett, ''Panzer ligeros'' (1999)</ref>y ''[[Panzer II]]''. También participaron los ''[[Panzer III]]'', ''[[Panzer IV]]'' y los cañones de asalto ''[[Sturmgeschütz III]]'' . Asimismo se emplearon carros checos como el ''Panzer 35 (t)'', y el ''Panzer 38''<ref group="nota" name="Panzer 38">«El comandante de mi carro era el ''Unter Officer'' August Dehler, una persona extraordinaria y un buen soldado. Yo era el cargador y toda la tripulación no cabía en sí de orgullo cuando nos entregaron nuestros ''Panzer 38 (t)'' checoslovacos. Nos sentíamos prácticamente invencibles con nuestro cañón de 3,7 cm y las dos ametralladoras checas. Nos entusiasmaba pensar que contábamos con blindaje pero más tarde nos daríamos cuenta de que este servía solo como protección moral pues podía protegernos del fuego procedente de armas ligeras».| Otto Carius, ''Tigres en el barro'', (2012) p.21</ref>. La industria militar alemana tenía dificultades para abastecer con buen ritmo a las ''Panzertruppen'' para una empresa de este tamaño: en 1940 la producción de blindados fue de 2.589, y en 1941 de 5.890{{sfn|Caballero|2000|p=10}}. Las unidades acorazadas serían apoyadas con divisiones motorizadas que podrían seguir un ritmo superior que la infantería que marchaba a pie. Una fracción importante del material rodante era botín de guerra, lo que permitió a Alemania equipar a parte de sus unidades pero a costa de sufrir un posterior caos logístico{{sfn|Caballero|2000|p=11}}. Para valorar la capacidad de combate (''Kampfwert''), el Ejército alemán tenía una escala del uno al cinco. El 20 de junio de 1941, el 100 % de las unidades acorazadas y motorizadas recibieron la máxima puntuación. El 60 % del resto de las divisiones también lo obtuvo{{sfn|Caballero|2000|p=12}}. El Estado Mayor General alemán no disponía de buena información sobre la capacidad militar e industrial de la URSS. Esta carencia estaba provocada por un lado por el secretismo propio de la URSS, y por los numerosos prejuicios que había en Alemania hacia los eslavos{{sfn|Caballero|2000|p=13}}.
 
La ''Luftwaffe'' había sufrido cuantiosas pérdidas en la Batalla de Inglaterra, y además tenía muchas unidades comprometidas en Occidente y el Mediterráneo. En junio de 1941, solo el 68 % de sus unidades estaban destinadas al frente del Este{{sfn|Caballero|2000|p=13}}. La ''Kriegsmarine'', a su vez, recibió el encargo del dominio absoluto del Báltico e impedir que la flota soviética pudiese salir del golfo de Finlandia.

La preparación logística fue insuficiente para las necesidades de la operación. Cuando comenzó la campaña, el Ejército alemán solo disponía de tres regimientos de transporte de larga distancia{{sfn|Caballero|2000|p=14}}. El Departamento de Economía del ''[[Oberkommando der Wehrmacht]]'' (en español "Alto Mando de la Wehrmacht", OKW) solicitó al ''[[Oberkommando des Heeres]]'' (en español "Alto Mando del Ejército", OKH) 360.000 hombres, 10.000 camiones y 4.000 coches, pero fue denegada. Para perseguir la actividad partisana en la retaguardia se asignaron nueve Divisiones de Seguridad que resultaron ser insuficientes para todo el territorio a cubrir{{sfn|Caballero|2000|p=15}}.
 
Experiencia de [[Albert Speer]], arquitecto alemán y ministro de Armamento y Guerra del Tercer Reich, sobre los meses previos a la invasión{{sfn|Speer|2001|pp=334-35}}: