Diferencia entre revisiones de «Háfez al-Ásad»

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'''Háfez al-Assad''' (en [[lengua árabe|árabe]], {{lang|ar|حافظ الأسد}} ''Ḥāfiẓ Al-Asad'' {{AFI|[ˈħaːfezˤ elˈʔasad]}}; [[Latakia]], [[6 de octubre]] de [[1930]]-[[Damasco]], [[10 de junio]] de [[2000]]) fue un político y militar [[Siria|sirio]], quién ocupó la [[presidente de Siria|presidencia de Siria]] desde [[1971]] hasta su muerte en [[2000]]. También fue primer ministro entre 1970 a 1971, así como secretario general de la rama siria del Partido Baaz entre 1970 al 2000.
 
Hafez participó en el golpe de 1963 que llevó al poder a la rama regional siria del Partido Baaz y fue nombrado comandante en jefe de las [[Fuerza Aérea Árabe Siria|fuerzas aéreas]] por el nuevo gobierno. En 1966, al-Assad participó en un segundo golpe de estado que derrocó a los tradicionales líderes del Partido Baaz y al presente gobierno y que llevó al poder a una facción militar "de izquierdas" liderada por el radical [[Salah Jadid]]. El nuevo gobierno de izquierdas colocó a al-Assad como ministro de defensa, posición desde donde jugó un papel destacado durante la [[Guerra de los 76 días]]. El gobierno de Jadid comenzó a desestabilizarse, especialmente por la feroz oposición presentada por la mediana y alta burguesía siria, quién veía sus privilegios amenazados por las políticas radicales del nuevo régimen. Apoyado por estos elementos, Hafez al-Assad y Mustafa Tlass iniciaron un tercer golpe contra Jadid y que convirtió al primero en el líder indiscutible del país árabe.
 
Los sirios recibieron el golpe de Assad favorablemente pues veían en él el fin de la inestabilidad en el país. El gobierno de al-Assad desradicalizó considerablemente al Baaz cuando asumió el poder, retornando numerosos privilegios a la burguesía siria, dando mas espacio a la propiedad privada, privatizando la banca (abogando por un sistema de "armonía de clases") y fortaleciendo relaciones con regímenes considerados radicales por el anterior gobierno. Su política exterior se caracterizó por un ferviente antisionismo, pese a que con el paso de los años iría alejándose de la causa panárabe. Pese a su ferviente anticomunismo, al-Assad buscó respaldo en la Unión Soviética frente a Israel, Estados Unidos y Francia, y quién suministró a Siria armamento, ayuda económica para realizar diversos proyectos de infraestructura y apoyo político. Sin embargo, las guerras de 1967 y 1973 mostraron que, si bien la URSS estaba dispuesta a proporcionar armas a sus aliados árabes, no lo estaba hasta el punto de proporcionarles los medios necesarios para recuperar sus territorios ocupados por Israel.