EnEl 12 de agosto de[[1484]], tras la muerte de Sixto IV, Catalina —embarazada de siete meses— ya dio muestras de su espíritu aguerrido cuando, para defender su patrimonio territorial, encabezó un pequeño contingente militar en la toma del [[Castillo Sant'Angelo]] para justificar su derecho sobre Imola ante el [[nepotismo]] del nuevo Papa. Con esta acción aseguró su dominio sobre Imola, y el nuevo pontífice, [[Inocencio VIII]], le concedió la plaza de Forli.