Diferencia entre revisiones de «Unidad geocronológica»

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== Principios básicos ==
Las unidades geocronológicas son unidades de un tiempo muy extenso, extenso hasta el punto de no haber podido ser experimentado directamente no solo por ningún científico sino ni tan siquiera por ningún ser humano. Al ser unidades de tiempo son intangibles, pero eso no impide que, por inferencia a partir de datos tangibles, se pueda llegar no solo a la conclusión de su existencia sino también a la medición fiable del tiempo que duraron. Los datos tangibles a partir de los cuales se infieren las unidades geocronológicas son, esencialmente, los que se encuentran en las [[Roca sedimentaria|rocas sedimentarias]] de la [[corteza terrestre]], acumuladas y transformadas a lo largo del tiempo geológico. Las rocas, por una serie de principios y leyes, como por ejemplo el [[principio de la superposición de estratos]], han permitido a los geólogos el establecimiento de las [[Unidad cronoestratigráfica|unidades cronoestratigráficas]] globales ([[Piso (geología)|pisos]], [[Serie (geología)|series]], [[Sistema (geología)|sistemas]], [[eratema]]s y [[eonotema]]s), y son la justificación material (el registro geológico, tangible) del paso del tiempo, de los eventos paleobiológicos y geológicos de la [[historia de la Tierra]]. Con estas unidades cronoestratigráficas, la geología divide la totalidad de los cuerpos de roca de la Tierra, ordenados según su orden de formación, sin solapamientos ni lagunas. Cada una de estas unidades cronoestratigráficas se corresponde una a una con las unidades geocronológicas equivalentes, pues cada unidad geocronológica representa el tiempo en el que se formaron las rocas pertenecientes a cada unidad cronoestratigráfica. Así, el tiempo de formación de un piso es una edad, el de una serie es una época, el de un sistema es un período, el de un eratema es una era y el de un eonotema es un eón.
 
Los límites de las unidades cronoestratigráficas (en los que se basan por convenio los de las unidades geocronológicas) se establecen según características y eventos paleobiológicos y geológicos, como cambios de los grupos de organismos predominantes, [[Extinción masiva|extinciones masivas]], cambios climáticos y fases [[Orogénesis|orogénicas]], entre otros. Pero conocer el orden de acumulación de los depósitos de las rocas, es decir los depósitos con los que se nombran las unidades geocronológicas, no permite conocer ni la antigüedad de dichos depósitos ni la antigüedad por tanto de las unidades geocronológicas establecidas. En la actualidad la geología pretende datar, de manera fiable, la antigüedad y la duración de cada unidad, es decir, cuándo empieza, cuándo termina, y qué duración y antigüedad tiene en el tiempo, todo ello expresado ya sea en miles, en cientos de miles, en millones o incluso en miles de millones de años. Pero para ello fue necesario poner a punto toda una serie de métodos de [[datación]], implicando cada uno de ellos un mayor o menor grado de complejidad. En la historia de las ciencias, los primeros métodos de datación en ser puestos a punto para evaluar vastos períodos de [[tiempo geológico]] son hoy en día llamados «[[Datación relativa|relativos]]» porque solo pueden establecer relaciones de anterioridad o posterioridad de los sucesos o de las muestras analizados. Estas relaciones de anterioridad o de posterioridad son llamadas, en [[latín]], ''[[Terminus post quem|terminus ante quem]]'' y ''[[terminus post quem]]''.