Diferencia entre revisiones de «Batalla de Zama»

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Aníbal regresó a África desde el sur de Italia en auxilio de Cartago, que en aquellos momentos había perdido batalla tras batalla contra el ejército romano que había desembarcado en 204 a.C. bajo el mando de Publio Cornelio Escipión. El general cartaginés consiguió unir a los hombres que pudo traer de Italia, los restos del ejército cartaginés en África, los evacuados del ejército de su hermano Magón en [[Liguria]], los 4000 soldados macedonios enviados por [[Filipo V]] y nuevos contingentes de caballería númida de jefes tribales que aún permanecían fieles a Cartago. Igualmente añadió un importante contingente de elefantes hasta un número cifrado en 80 paquidermos, quienes protagonizarían la carga inicial de la batalla. Los romanos realizaron la estrategia de abrir pasillos entre sus [[fila (ejército)|filas]] para dejar pasar a las bestias, aprovechando la ocasión para saetearlas. Los que no fueron alcanzados y muertos huyeron despavoridos hacia el desierto.
 
Neutralizado el ataque de los elefantes, la caballería romana y de sus aliados númidas maesilios (Numidia Oriental) comenzaron a perseguir a la caballería cartaginesa y de sus aliados númidas masesilios (Numidia Occidental). Tras esto, se desarrolló una batalla de infantería en tres fases, en la cual los infantes romanos fueron destrozandodisgregando cada una de las dos primeras líneas cartaginesas, hasta que se produjo el encuentro con la tercera línea, formada por los veteranos italianos de Aníbal. Este último combate permaneció igualado hasta que regresaron [[Cayo Lelio (cónsul 190 a. C.)|Cayo Lelio]] y Masinisa al mando de la caballería y el ejército púnico sucumbió, decidiéndose la batalla. Aníbal huyó con los restos de sus tropas.
 
=== Disposición inicial ===
[[Archivo:Batalla Zama.svg|thumb|450px|left|Disposición de los ejércitos.]]
Aníbal formó a sus 37&nbsp;000 infantes (50&nbsp;000, según [[Apiano]]) en tres [[línea (ejército)|líneas]], 3000 jinetes a los [[flanco (ejército)|flancos]] y alrededor de 80 elefantes<ref>Tanto Livio como Polibio coinciden en la cifra, aunque Tito Livio menciona que se utilizaron "más de" ochenta elefantes.</ref> en el frente. Este número de elefantes es mucho mayor que el que normalmente utilizaba Aníbal. Escipión formó alrededor de 20&nbsp;000 legionarios, más 14&nbsp;000 auxiliares y la caballería, que comprendía 4000 jinetes númidas traídos por Masinisa<ref>Tito Livio, ''[[Ab Urbe condita libri]]'' (Historia de Roma)y L. XXX C. 29</ref> y 2700 ''[[equites]]'' romanos.
 
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Los romanos adoptaron la disposición clásica de batalla de la legión, denominada ''triplex acies'': con los lanceros ''[[hastati]]'' en primera línea, los veteranos ''[[Principes|príncipes]]'' en segunda y los lanceros ''[[triarii]]'', armados con lanzas largas, detrás. Las unidades se encontraban separadas por pequeños pasillos que les permitían maniobrar, por los cuales debían escapar los hostigadores [[vélites]] cuando la carga cartaginesa se hiciera insostenible, al mismo tiempo que evitarían que los elefantes rompieran la formación.
 
De acuerdo acon Apiano, entre los mandos romanos y aliados númidas que secundaron a Escipión durante la batalla, estaba el propretor de la flota con base en [[Cerdeña]], Cneo Octavio, un legado llamado Minucio Termo, Cayo Lelio, Dacamas y Masinisa.
 
=== Primera fase ===
[[File:Иллюстрация к статье «Зама» № 2. Военная энциклопедия Сытина (Санкт-Петербург, 1911-1915).jpg|thumb|right|255px|<center> {{PAGENAME}} </center>]]
[[Archivo:Batalla Zama.svg|thumb|450px|left|Disposición de los ejércitos.]]
 
Con ambos ejércitos frente a frente, los romanos soplaron los cuernos de batalla. Cundió el nerviosismo entre algunos de los elefantes, pues habían sido capturados recientemente, que retrocedieron en estampida contra la propia caballería númida de Tiqueo, creando un gran desorden.
 
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[[Masinisa]] ordenó cargar a su [[caballería númida]] contra la menos numerosa de [[Tiqueo]]. Los elefantes, lanzados a la carga contra la infantería romana, tuvieron un efecto limitado gracias a los pasillos que había dejado Escipión. Atacados desde los flancos por las lanzas de los legionarios, los elefantes murieron o retrocedieron hacia las líneas cartaginesas. La caballería italiana de [[Cayo Lelio (padre)|Lelio]] atacó, persiguiendo a los jinetes cartagineses fuera del [[campo de batalla]].
 
=== Segunda fase ===
LosLlegado el choque entre las dos infanterías, los supervivientes del ejército de Magón, la primera línea púnica, se lanzaron contra los ''[[hastati]]'', acabando con gran número de ellos. Aníbal ordenó avanzar a la segunda unidad para apoyar el ataque; sin embargo, los legionarios romanos comenzaron el contraataque antes de que llegara el apoyo., Provistosya que, provistos de sus escudos corporales, consiguieron rechazarles. Esta falta de cooperación sembró la semilla del caos en las filas púnicas, que se vieron obligadas a retroceder. Mientras tanto, los legionarios de Escipión acosaron a sus enemigos en retirada hasta que recibieron la orden de repliegue.
[[File:Иллюстрация к статье «Зама» № 2. Военная энциклопедия Сытина (Санкт-Петербург, 1911-1915).jpg|thumb|right|255px|<center> {{PAGENAME}} </center>]]
[[Archivo:Battle of Zama Animation.webm|thumb|right|400px|Animación de la batalla, mostrando el intento de pinza de Aníbal y las contramedidas de Escipión.]]
 
Aníbal ordenó entonces a la segunda línea que impidiese activamente, por las armas si fuera necesario, que la primera retrocediera. Siguiendo este plan, se obligó a la primera línea púnica a dividirse en dos retroceder por ambos lados de la segunda, donde Aníba les instruyó a tomar nuevas posiciones. De este modo, Aníbal había extendido la longitud de su segunda línea con miras a envolver al ejército oponente con un [[movimiento de pinza]] similar, aunque metodológicamente diferente, a como había hecho en la [[batalla de Cannas]].
Los supervivientes del ejército de Magón se lanzaron contra los ''[[hastati]]'', acabando con gran número de ellos. Aníbal ordenó avanzar a la segunda unidad para apoyar el ataque; sin embargo, los legionarios romanos comenzaron el contraataque antes de que llegara el apoyo. Provistos de sus escudos corporales, consiguieron rechazarles. Esta falta de cooperación sembró la semilla del caos en las filas púnicas, que se vieron obligadas a retroceder. Mientras tanto, los legionarios de Escipión acosaron a sus enemigos en retirada hasta que recibieron la orden de repliegue.
 
La alargada segunda línea cartaginesa avanzó, obligando a los ''hastati'' a retroceder, por lo que Escipión ordenó que avanzaran los ''princeps'' de la segunda línea. Las tropas de Aníbal comenzaron a retroceder, por lo que el líder púnico volvió a ordenar que no se le permitiese marchar hacia atrás, dando como resultado un movimiento similar al anterior: la segunda línea se dividió y se reposicionó en las alas de la tercera. Sin embargo, Escipión había deducido su estrategia y decidió contrarrestarla mediante la imitación, por lo que él también ordenó formar una sola línea con los ''hastati'', ''princeps'' y ''triarii'', igualando así la longitud del ejército de Aníbal e impidiéndole envolverle.
Una vez establecidos los cartagineses en posiciones más retrasadas, los romanos lanzaron una nueva ofensiva. Aníbal, deduciendo que sería necesaria una defensa firme, dispuso a su infantería veterana al frente, formando una fila perfecta de lanzas. Los oficiales púnicos dieron órdenes a las tropas en retirada de bordear a la tercera unidad.
 
El campo se hallaba cubierto de sangre y cadáveres, de modo que los veteranos hubieron de mantenerse a la defensiva. La entrada en combate de los veteranos de la guerra en Italia, desgastadas las menos numerosas tropas de infantería romanas, inclinó la balanza del lado de Aníbal, cuyas tropas empezaron a ganar terreno.
 
=== Conclusión ===
LaEntonces, la caballería romana de [[Cayo Lelio (padre)|Lelio]] y los jinetes númidas de Masinisa, ya reorganizados tras la persecución de los jinetes de Tiqueo, regresaron en aquel momento al campo de batalla. Atacaron la formación compacta de los cartagineses desde la retaguardia, de manera que se produjo el colapso del ejército de Aníbal, quien hubo de huir a [[Susa (Túnez)|Hadrumentum]] ante el temor a una posible persecución por parte de las tropas de Escipión. Tras unos días regresarían a Cartago derrotados.
 
Las bajas cartaginesas se elevaron a alrededor de 20&nbsp;000 muertos,<ref>Según Livio, "más de veinte mil fueron muertos, y un número aproximadamente igual de ellos capturados"</ref> junto con 11&nbsp;000 heridos y 15&nbsp;000 prisioneros. Los romanos capturaron también 133 estandartes militares y once elefantes. Por otro lado, entre las filas romanas hubo 1500 muertos<ref>Dos mil, según Livio</ref> y 4000 heridos.