El cacay es considerada una excelente planta [[Planta oleaginosa|oleaginosa]] por la calidad de su aceite.<ref name="Jiménez"/> Cada fruto de cacay suele producir 3 semillas, de las cuales se puede extraer un aceite líquido comestible de color amarillo-verdoso.<ref name="FAO"/> Este aceite compone entre el 40% y 60% de la semilla.<ref name="Pabon"/><ref name="FAO"/><ref name="Ávila"/> Un estudio (Pérez 2001) reporta que el aceite contiene un 75% de [[ácido linoleico]], un [[ácido graso esencial]] de la serie [[ácido graso omega 6|omega 6]] que es importante para la salud de la piel.<ref name="Pérez"/> Esta alta concentracion de [[ácidos grasos poliinsaturados]] (en este caso, de ácido linoleico) es superior a la de los aceites de soya (60%), de maíz (55,5%), de ajonjolí (42%), de maní (26%), de coco (14%), de oliva (9,5%) y de palma aceitera africana (8%).<ref name="Ávila"/>
El aceite de cacay se aplica en la elaboración de productos [[cosmético|cosméticos]].<ref name="CETEP"/> El valor completo de este aceite para propósitos cosméticos aún está siendo desarrollado, aunque varios estudios (Pérez 2001, Ortega Álvarez 2014) ya han recalcado el potencial del cacay en esta área.<ref name="Ortega Álvarez"/><ref name="Pérez"/> También se utiliza directamente como aceite comestible.<ref name="CETEP"/><ref name="Ávila"/>
Por esto se usa en la elaboración de dulces para niños, para madres lactantes y en la alimentación animal.<ref name="Pabon"/>
Es usado en la elaboración de fármacos y cosméticos, ya que rejuvenece la piel, sana quemaduras e irritaciones, hidrata, cicatriza, favorece la renovación celular, mejora la textura y apariencia de la piel, cierra poros obstruidos y por último repara el cabello de puntas abiertas, por lo que se pueden fabricar jabones, champú, protectores solares y cremas para la piel.<ref name="CETEP"/>
