Diferencia entre revisiones de «Batalla de Guadalete»

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El fulminante avance del ejército musulmán vino motivado por el posterior desconcierto en las filas godas tras la aplastante derrota del ejército real y la muerte del monarca, aumentado por la rápida caída de la capital que evitó la elección de un nuevo rey y el establecimiento de una línea de resistencia. Lejos podían suponer los conjurados que su petición de ayuda para recuperar el trono a cambio de tributos les iba a costar tan caro y cuáles eran las verdaderas intenciones de conquista de los árabes.
 
En el devenir que tomaron los hechos hubo factores importantes que lo propiciaron, como los numerosos descontentos que se unieron a las fuerzas invasoras, encontrando la colaboración de la población iberorromana, que no tenía derecho a participar en el gobierno (salvo en el de la Iglesia) y que veía en el nuevo invasor un posible aliado contra los germanos. También se habla de la derrotaayuda de la población [[judío|judía]], la cual venía siendo perseguida por la monarquía católica visigoda, y de gran parte del resto de la población que no opuso resistencia, exasperada por las continuas hambrunas y epidemias y deseosa de una estabilidad política.[[Archivo:Cronica rey rodrigo.jpg|thumb|213px|Portada de ''La crónica del rey Rodrigo'', que recoge las tradiciones sobre el último rey Visigodo y la pérdida cristiana de la península ibérica.]]
 
[[Musa ibn Nusair|Musa]], receloso de los éxitos de Tariq, decidió intervenir personalmente en el 712, al mando de un ejército de 18&nbsp;000 hombres, en su mayoría árabe.<ref>Axelrod, 2009: 43.</ref> Su objetivo era restablecer la legítima autoridad que solo le competía a él en su calidad de gobernador de [[Ifriquiya]]-Magreb. La expedición, que tenía como meta Toledo, arranca en Algeciras y continúa por [[Carmona]], Sevilla y Mérida hasta que, en la comarca toledana, Tariq y Musa unen sus fuerzas y continúan la ocupación del valle del Ebro, Asturias y Galicia sin encontrar apenas resistencia.