Diferencia entre revisiones de «Divini illius Magistri»

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== Contenido==
El papa inicia la encíclica recordando que habla en nombre de Jesucristo.
El máximo portavoz de la Iglesia católica defiende el monopolio pedagógico de la Iglesia: «Primero, la educación pertenece a la Iglesia por dos razones de orden sobrenatural, exclusivamente conferidas a ella por el mismo Dios, y por eso son absolutamente superiores a cualquier otra razón de orden natural. »2 Los poderes del Estado pueden ayudar, crear las infraestructuras y formular sus necesidades pero la Iglesia tiene la trasera palabra, como necesidades y valores temporales del Estado son secundarios a los valores eternos del Església.3
 
{{Cita|Divini illius Magistri vices in terris gerentes, qui, etsi universam hominum familiam, vel ob commissa immerentium, infinita cantate sua complectebatur, teneriore tamen animo pueros pro secutus est atque in verba illa erupit amoris plelia: « Sinite parvulos venire ad me » (1), Nos quoque ullam, quae Nobis obversaretur, opportunitatem non praetermisimus, ut paternam voluntatem, qua in eos ferimur, data occasione, ostenderemus eo potissimum intendentes animum, ut sedulae iisdem tribuantur curae opportunaque tradantur praecepta, quae ad christianam pertineant iuventutis educationem|col2=Representante en la tierra de aquel divino Maestro que, abrazando en la inmensidad de su amor a todos los hombres, aun a los pecadores e indignos, mostró, sin embargo, una predilección y una ternura especialísimas hacia los niños y se expresó con aquellas palabras tan conmovedoras: «Dejad que los niños se acerquen a mí» (Mc 10,14), Nos hemos demostrado también en todas las ocasiones la predilección enteramente paterna que por ellos sentimos, procurándoles todos los cuidados necesarios y todas las enseñanzas referentes a la educación cristiana de la juventud.}}
Además, condena la enseñanza laica y públic4 y la educación «promiscua» con un pleito vehemente para la educación separada por sexos. Prohíbe tanto como posible a los padres católicos de inscribir a sus hijos a escuelas neutras donde podrían encontrarse con chicos de otras confesiones. Cuando no hay alternativa y cuando la escuela es única y obligatoria, no basta con curso de religión enseñado por católicos, pero los padres además deben rechazar que un «acatòlic» dé un curso de literatura o de ciencia .4
 
ElExpone máximoa continuacón el portavozpapel de la Iglesia católicaen defiendela el monopolio pedagógicoeducación de la Iglesiajuventud: «Primero, la educación pertenece a la Iglesia por dos razones de orden sobrenatural, exclusivamente conferidas a ella por el mismo Dios, y por eso son absolutamente superiores a cualquier otra razón de orden natural. »2 Los poderes del Estado pueden ayudar, crear las infraestructuras y formular sus necesidades pero la Iglesia tiene la trasera palabra, como necesidades y valores temporales del Estado son secundarios a los valores eternos del Església.3
 
Los poderes del Estado pueden ayudar, crear las infraestructuras y formular sus necesidades pero la Iglesia tiene la trasera palabra, como necesidades y valores temporales del Estado son secundarios a los valores eternos de la Iglesia
 
Además, condenaseñala la enseñanza laica y públic4pública y la educación «promiscua» con un pleito vehemente para la educación separada por sexos. Prohíbe tanto como posible a los padres católicos de inscribir a sus hijos a escuelas neutras donde podrían encontrarse con chicos de otras confesiones. Cuando no hay alternativa y cuando la escuela es única y obligatoria, no basta con curso de religión enseñado por católicos, pero los padres además deben rechazar que un «acatòlic» dé un curso de literatura o de ciencia .4
 
   Igualmente erróneo y pernicioso para la educación cristiana es el método de la coeducación, basado, según muchos de sus defensores, en un naturalismo que niega el pecado original y, según la mayoría de ellos, en una deploración confusión de ideas, que identifica la legítima convivencia humana con una promiscuidad e igualdad de sexos totalmente niveladora. [...]